Durante la cadena de distribución, los riesgos y la seguridad de las mercaderías dependen en gran medida de las condiciones de almacenamiento, manipuleo y transporte. Ese círculo por donde transitan los productos, se torna invisible para el consumidor y sin embargo, es una pieza esencial para mantener la calidad y presentación de los productos. En los últimos años, el acondicionamiento de contenedores o “embalajes de grande dimensiones”, adquirió un gran protagonismo. En este informe, Énfasis Logística propone dar a conocer las causas de este fenómeno y mostrar los beneficios que ofrece a las empresas invertir en buenos servicios para trasladar sus bienes.
El conocimiento técnico-industrial que el responsable de tomar decisiones tenga a la hora de resolver qué contenedor, envase y/o embalaje es el apropiado, lo acercará a la excelencia. Según los consignatarios, gracias a la normativa vigente internacional, la competencia para comercializar productos se hace pareja y ofrece a todos las empresas de contenedores y embalajes la posibilidad de brindar servicios sumamente confiables.
Más allá de la imagen
Este efecto de optimización en el acondicionamiento no es solo una cuestión de imagen. El diseño de cada producto está pensado de acuerdo a las características que presenta cada artículo. Y aunque a simple vista prevalezca la imagen, la realidad es que el podio lo ganó, en los últimos tiempos, la seguridad que ofrece cada contenedor o embalaje para que la mercadería conserve su calidad.
Para Pablo Mazzuchi, representante de Packing Master “el diseño apropiado se realiza a medida de cada producto porque es fundamental al momento de garantizar la seguridad. No existen soluciones generales o aplicables a todos los productos; muebles finos, equipamiento de electro medicina u obras de arte tiene características particulares que hacen que cada solución de diseño sea única y en muchos casos irrepetible, aunque puedan verse parecidas.”
El acondicionamiento es un eslabón mucho más importante de lo que parece en la cadena logística, por eso “debe ser tenido en cuenta desde la primera cotización al cliente en el exterior”, agrega y opina que “un embalaje acorde es una inversión en satisfacción del cliente y no un extra costo. El embalaje es parte integrante del producto de exportación. Así como nadie enviaría su producto en un barco que no flotase, no se puede enviar la mercadería sin una correcta protección.”
El interés por las condiciones de los contenedores y embalajes experimentó cambios, subió varios escalones en la última década. Según Walter Pochettino, representante, también, de Packing Master se debe en gran medida a que “luego de 2001, el exportador argentino vio como se le abrían gran cantidad de puertas y al mismo tiempo fue tomando conciencia de la importancia de cumplimentar con los requerimientos de un embalaje acorde a las exigencias de los largos traslados, almacenamiento y distribución, asimismo, se tuvieron en cuenta los distintos estándares de calidad y normativas fitosanitarias que debían alcanzar”.
Teniendo en cuenta, entonces, que el acondicionamiento no es solo un eslabón de la cadena de suministro, sino ya, una pieza fundamental desde que se comienza con la preparación del pedido, resulta interesante conocer ¿cuáles son los puntos que se tienen en cuenta a la hora de desarrollar contenedores o embalajes?
“Los puntos que se tienen en cuenta al momento de desarrollar un embalaje son en primer lugar las características particulares del producto a embalar como por ejemplo el tipo de superficie, dimensiones, peso, puntos frágiles a los que hay que prestarle especial atención, orientación del bulto, medio de transporte por el que será enviado. Toda pieza es analizada evaluando una matriz de fortalezas y puntos frágiles en los que se hace especial hincapié”, explica Pochettino
“Otro punto a tener presente es el cruce con los costos ya que es necesario tener el criterio bien afilado para no arriesgar la mercadería y al mismo tiempo hacerlo lo más económico posible”, agrega Mazzucchi y comenta: “hemos tenido la oportunidad de participar en el aporte de fortalezas a los productos antes de entrar a la línea de producción, haciendo productos más resistentes al stress de la logística y menos vulnerables a los maltratos del mismo.”
Una visión ampliada hacia el comercio mundial
Las puertas que abre el comercio internacional y el crecimiento continúo de las exportaciones exige contar con protecciones resistentes al manipuleo ya que los productos deben estar preparados para soportar todos los pasos que demande el envío pero sin importar lo cerca o lejos que viaje una mercadería, “cada bien está expuesto al menos a 16 movimientos de carga y descarga: de planta a camión, de camión a depósito, de depósito a contenedor, contenedor a barco; y así hasta su destino final”, detalla Pochettino.
“En cada uno de éstos movimientos existe el riesgo potencial de sufrir golpes o maltratos. Es fundamental tener presente que los manipuleos en los depósitos fiscales y los puertos no son delicados, en estos ámbitos se da por sobreentendido que la mercadería está acondicionada para un manipuleo con máquinas y la consecuente rudeza del mismo”, advierte Mazzucchi.
De acuerdo a su propia experiencia, para los representantes de Packing Master, “la importancia del embalaje es un tema de management”. “Aquellas empresas con experiencia y cultura exportadora son conscientes de la importancia de garantizar el cuidado de su producto, que es para lo que todo embalaje de calidad es desarrollado. Las empresas que se inician en la actividad exportadora son aquellas que son más propensas a ser tomadas por sorpresa por los requerimientos en la materia y subestiman además los riesgos al que es expuesto su producto”, opinan.
De modo que, manejar opciones a la hora de elegir en qué transportar los productos y optar por la opción adecuada, puede generar distintos beneficios:
CUIDADO DEL PRODUCTO: Una buena presentación y un correcto embalaje hacen que los clientes en el extranjero reciban aquello que se les fue enviado en idénticas condiciones a las de origen. Esto genera clientes satisfechos y aumenta las ventas.
AHORRA COSTOS: Reparar una avería o rotura en destino es siempre muy onerosa. Mover personal especializado o contratarlo en el extranjero puede ser infinitas veces más caro que embalar la mercadería adecuadamente en origen. A esto hay que adicionarle la insatisfacción y el descontento del cliente.
“El embalaje forma parte de la percepción de calidad y cumplimento que tiene el cliente en destino”, indican.
También coinciden al afirmar que la puesta en vigencia de las normas NIMF 15 significó un fuerte impulso para el sector; generó reglas claras en relación a qué materiales pueden ser utilizados y elevó los estándares de calidad para los embalajes.
Normativa internacional
La Norma Internacional de Medidas Fitosanitarias N°15 (NIMF 15) se aplica a los embalajes de madera como: pallets, tarimas, madera en estiba, jaulas, barriles, tablas para carga, collarines de tarimas, calzas, bloques y cajones de madera, para lo cual se exige uno de los dos tipos de tratamientos aceptados por la Convención Internacional de Protección Vegetal (IPPC): la fumigación con bromuro de metilo o el calentamiento en el centro de la madera a 56°C durante 30 minutos.
La NIMF 15, de marzo de 2002, fue diseñada por la FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION (FAO) y pensada para reglamentar el embalaje de madera utilizado en el comercio internacional. Establece las medidas fitosanitarias para reducir el riesgo de introducción de plagas cuarentenarias asociadas con los materiales de embalajes de madera que se utilizan en el comercio internacional de mercaderías.
Dicha norma indica los tratamientos a los que pueden someterse los embalajes de madera y las maderas de acomodación que son eficaces contra la mayoría de las plagas, y la forma de identificarlos mediante marcas apropiadas reconocidas por las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPFs) de los países importadores.
