En 2023 las disrupciones en la cadena de suministro persistieron, ya fuera por conflictos geopolíticos, la variación inflacionaria, la amenaza de la recesión, o fenómenos meteorológicos. Estos eventos afectaron el tránsito y acceso a las mercancías, los costos logísticos y, en general, mantuvieron a las cadenas de suministro bajo presión. Analiza las grandes tendencias que marcaron el rumbo en estos 12 meses, y sus efectos en la industria, y obtén recomendaciones útiles para vislumbrar el panorama de cara a 2024.
El almacenamiento para e-commerce es crucial en las cadenas de suministro actuales. Los consumidores esperan la entrega de sus pedidos en tiempo récord y para satisfacer esta demanda, las operaciones logísticas deben volverse más ágiles y eficientes, con almacenes que funcionen 24 horas los 7 días de la semana. Al mismo tiempo, las empresas de comercio electrónico requieren instalaciones cercanas a las grandes ciudades para reducir costos de transporte y garantizar una mejor experiencia.
El transporte de mercancías, uno de los pilares de la economía global, enfrenta desde hace varios años un problema crónico y grave: la escasez de operadores de transporte de carga calificados. Ante el auge del comercio electrónico y la proliferación de servicios de entrega al siguiente día, el autotransporte y la logística nunca han tenido tanta demanda de operadores. La carencia de estos profesionales, no obstante, dificulta la labor de las empresas transportistas y la continuidad de las cadenas de suministro.
Los embalajes y empaques desempeñan un papel clave en la logística y el transporte de mercancías. Su función es garantizar la preservación de los productos, asegurando que lleguen en condiciones óptimas a manos del consumidor final. Ante el complejo panorama actual, los sistemas de embalaje están cambiando vertiginosamente para adaptarse a las demandas de sostenibilidad, visibilidad y eficiencia mejorada.
La actividad portuaria es uno de los principales motores económicos de América Latina. El volumen comercial de la región se ha expandido enormemente en la última década y nuevas inversiones en infraestructura y tecnología impulsan la recuperación tras los atascos provocados por el Covid-19. A pesar de su avance, los puertos de Latinoamérica enfrentan algunos desafíos como la adopción tecnológica, conectividad y mejora de procesos.
El sector automotriz en México tiene una larga historia ligada al nearshoring, siendo el sexto productor de vehículos de pasajeros en el mundo y el cuarto exportador de vehículos a nivel global. A pesar de la inflación, la escasez de partes y la crisis de semiconductores, se sigue eligiendo a México como uno de los principales destinos para la fabricación de vehículos y autopartes. Además de oferta de mano de obra, cuenta con densas redes de suministro y una robusta infraestructura, ubicada estratégicamente cerca de uno de los mercados automotrices más grandes del mundo.
Latinoamérica ha sumado nuevos tratados comerciales en años recientes con el objetivo de fortalecer su integración a las cadenas de valor mundial y enfrentar los retos del crecimiento económico provocados por el Covid-19, la inflación y las disrupciones logísticas. Integrar acuerdos y tratados ha sido uno de los principales medios para impulsar su desarrollo y reducir la pobreza. Y aunque las alianzas se han dado en todos los continentes, no se puede negar el aumento de la relación comercial con participantes de Asia.
Las devoluciones se han convertido en parte esencial del comercio electrónico, casi tan importantes como el precio o la rapidez de entrega. Pero los retornos de mercancía también suponen un enorme reto para la logística de las empresas. Los productos comprados en línea tienen tres veces más probabilidades de ser devueltos que los adquiridos en lugares físicos, y sin una gestión optima este proceso puede generar costos de inventario, transporte y mano de obra, depreciación del producto y pérdidas de recuperación.
El nearshoring sigue generando dinamismo en el norte de México, pero el Bajío también está mostrándose cada vez más atractivo para las inversiones extranjeras. La región ofrece un ecosistema empresarial altamente favorable para el nearshoring gracias a la combinación de una ubicación estratégica, infraestructura logística, mano de obra capacitada y políticas gubernamentales propicias.