París,(EFE).- La inversión en energías limpias va a crecer a un ritmo anual del 24% entre 2021 y 2023, mientras las energías fósiles también van a subir, pero al 15%, y representarán algo menos del 40% del volumen total, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
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En su informe anual publicado el dia jueves, la AIE calcula que las inversiones en el sector de la energía alcanzarán este año unos 2,8 billones de dólares, de los que 1,7 billones serán para energías limpias.
Un concepto muy vasto que engloba las energías renovables, pero también los vehículos eléctricos, la energía nuclear, las redes eléctricas, las infraestructuras de almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones (como los sintéticos), las mejoras en eficiencia o las bombas de calor.
Son varios los factores que han propiciado esa fuerte progresión, como el contexto económico, con unos precios de los combustibles fósiles elevados y volátiles, sobre todo tras la invasión rusa de Ucrania, pero también dispositivos públicos para favorecer la transición energética, como la Inflation Reduction Act (IRA) en Estados Unidos.
El director ejecutivo de la agencia, Fatih Birol, destaca en el informe que por cada dólar que se invierta ahora en combustibles fósiles, hay 1,7 destinados a energías limpias, al tiempo que recuerda que "hace cinco años, la relación era de uno a uno".
La partida dedicada a la energía solar, que es la gran protagonista, va a superar por primera vez la consagrada al petróleo, señala Birol.
De seguir al ritmo de progresión actual hasta 2030, la solar y algunas tecnologías limpias más cumplirán con el volumen que la propia AIE considera necesario para poder limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Hay carencias, sin embargo en las redes eléctricas (el incremento, que fue del 8 % en 2022, será más reducido en 2023), así como en las medidas de eficiencia energética o en combustibles con bajas emisiones, cuya evolución es insuficiente para contener el cambio climático a esos niveles.
Globalmente, en el sector de la electricidad las inversiones subieron un 12% en 2022 hasta un récord de un billón de euros, que se volverá a superar este año con casi 1,2 billones.
De esa cantidad, las energías renovables supondrán 650.000 millones, con una progresión del 10 %, sobre todo por la solar fotovoltaica y la eólica.
Una parte del aumento de la inversión en las energías limpias desde 2021-2022 se explica por la inflación, ya que el índice de precios de equipamiento que elabora la AIE, después de haber bajado fuertemente desde su creación en 2014, tocó suelo en 2020: los paneles solares, los aerogeneradores, las turbinas eléctricas o las baterías de coches se han encarecido a partir de entonces.
Más del 90 % del incremento de la inversión en energías limpias desde 2021 se ha hecho en las economías avanzadas y en China.
El gigante asiático es el líder indiscutible con más de 180.000 millones de dólares, seguido por la Unión Europea (más de 150.000), Estados Unidos (unos 100.000) y, a mucha distancia, Japón (unos 30.000) e India (menos de 20.000 millones).
Para la AIE, la baja inversión en la mayor parte de las economías emergentes y en desarrollo plantea un riesgo de fractura entre países.
Entre las razones de esa falta de interés, sobre todo por parte del capital privado, están los altos tipos de interés, unas políticas poco claras con un diseño de los mercados deficiente, unas infraestructuras de redes insuficientes o un alto costo de capital.
EFE ac/rcf/emm
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