- La responsabilidad social empresarial está estrechamente ligada al desarrollo económico sostenible.
El desarrollo económico es un proceso que tiene como objetivo desarrollar y mantener entornos económicos, sociales, políticos y ambientales adecuados, bajo los cuales se pueda llevar a cabo un crecimiento balanceado incrementando la riqueza de la comunidad.
La crisis económico-financiera en la actualidad ha creado nuevos retos para las empresas y condicionantes para los actores económicos.
Las organizaciones interactúan en múltiples mercados que están en constante cambio y que funcionan cada vez más en un sistema global, lo que obliga a que los países dejen de actuar solamente en los mercados internos y busquen una proyección en los negocios internacionales.
Nuevas políticas para nuevas realidades
La globalización obliga a las empresas a mantenerse en un alto nivel competitivo, por lo que deben adaptarse tanto a las nuevas políticas sostenibles instituidas por el gobierno, como a los nuevos consumidores, cada día más exigentes.
Esto porque ya que no solo toman en cuenta la calidad y el precio, sino que tienen una visión más amplia que aumenta su interés en los productos ecológicos y el comercio responsable, llevando más allá sus valores sociales y medioambientales.
- Las empresas tienen la obligación de contribuir al proceso de activación económica y ahora buscan también aportar acciones que favorezcan el bienestar, la prosperidad y la competitividad del territorio en el que están establecidas.
Reactivar las economías laborales
Uno de los efectos de la existente crisis económica es la desactivación y descapitalización de la economía local, como consecuencia de la amenaza que representan las organizaciones globalizadas.
Por ello, para solucionar estos problemas sociales, económicos y ambientales de carácter global, es fundamental solucionar los problemas inicialmente dentro de un entorno local.
Esto se puede lograr a través de nuevas normas de relaciones comerciales, como el comercio local, mediante el cual se promueve el comercio justo, respetando las políticas de transparencia y la rendición de cuentas con los agentes del entorno.
Eso da oportunidad a que nuevos productores y sectores desfavorecidos se integren al mercado haciendo un comercio más equitativo.
De igual forma se puede implementar una economía más solidaria para satisfacer los intereses de todos los agentes de manera equilibrada y generar cadenas de valor más humanas y cooperativas.
Así, se reactivan las economías locales y los pequeños comercios con actividades económicas orientadas al bien común y atendiendo las necesidades reales de la comunidad.
Ética y moral como parte de la identidad empresarial
Actualmente, el mercantilismo promueve la corrupción de los valores morales en beneficio de una minoría, por lo que las organizaciones globalizadas están siendo llamadas a la búsqueda de una nueva identidad. Una identidad que integre la responsabilidad social partiendo de la ética y la moral.
La ética opera de manera bilateral. La parte teórica busca determinar los fundamentos de la moral y las obligaciones del hombre. La otra parte es práctica y se refiere a la aplicación de estos fundamentos.
Así, el concepto de responsabilidad social está contenido por el compromiso moral de responder sobre los actos e intenciones.
La responsabilidad moral de la empresa está conformada por los individuos que componen la entidad moral.
Estos individuos poseen normas y valores sociales y/o morales que guían sus conductas y acciones dentro de la empresa, por esta razón la empresa es moralmente responsable.
Imperativo Categórico Kantiano aplicado a la Responsabilidad Social Corporativa
Tomando referencia de la primera formulación del imperativo categórico del filósofo Immanuel Kant, podemos inferir que:
Se necesitan normas de comportamiento que apunten a la moralidad de las acciones por parte de las empresas y los agentes interesados que actúan en su entorno.
- Si alguna de las partes entra en la actividad competitiva y viola las normas que la regulan, se dice que está actuando inmoralmente.
Esto da lugar a un marco ético que impone límites. Si las acciones o decisiones de las empresas rebasan estos límites, serán consideradas incorrectas desde el punto de vista moral, ya que incurren en las malas prácticas empresariales.
De la segunda formulación del imperativo categórico, rescatamos el punto del trabajo significativo, que permite que una empresa sea moral.
Este se encuentra definido por el individuo, como trabajador, tratado con respeto y como un ser autónomo, con capacidad de llevar una vida racional autónoma, es decir, moral.
- Según Kant, una de las principales contribuciones del capitalismo debería ser la generación de puestos de trabajo que contribuyan a crear autorespeto y autonomía, viendo al individuo como un ser responsable y con dignidad.
La tercera formulación del imperativo categórico capta la relación moral que existe entre los stakeholders. Indica que existen obligaciones de la empresa hacia ellos y viceversa, tomando en cuenta las reglas mínimas morales.
El imperativo categórico formula reglas mínimas que sirven como condición para las acciones y decisiones de las empresas morales, promoviendo las buenas prácticas.
Perspectiva Moral de la Responsabilidad Social Empresarial
Durante la época de las organizaciones casi preindustriales emergieron las brechas sociales, económicas, ambientales y políticas que han generado, a lo largo del tiempo una crisis global.
En ella, las empresas optaron por replantear su forma de operar, implementando lo ético y lo moral en su toma de decisiones para potenciar el desarrollo de la sociedad.
- La acción empresarial en los mercados globales exige alcanzar altos niveles de competitividad.
Al mismo tiempo que, dentro de un marco de desarrollo sostenible, se permite atender temas de alto impacto social, sumergiéndose en lo económicos, social y ambiental del entorno, tomando en cuenta los intereses de los grupos con los que se relaciona la empresa.
De acuerdo con el filósofo y economista Adam Smith:
El fin último de las organizaciones globalizadas es generar utilidades. Pero cuando las operaciones no tienen un punto de partida ético, se da lugar a las prácticas moralmente inaceptables, que se relacionan con actos de corrupción, manipulación de datos confidenciales, fraudes, etc. generando desconfianza a los grupos de interés.
- Estas acciones nos remiten a una pregunta: ¿Es lo económicamente deseable, moralmente aceptable?
La confianza es necesaria para crear capital social e identificar las necesidades e intereses de los agentes internos y externos a la empresa, obteniendo un conjunto de normas y valores que permiten la cooperación del tejido social incrementando el poder y la capacidad de acción.
- De manera simultánea desarrolla una mejor capacidad de comunicación y coordinación para aumentar la eficiencia económica.
Smith sostiene que los valores morales son necesarios para que la sociedad coexista de manera próspera, libre, pacífica y justa.
Estos lazos de confianza y moralidad dan entrada a una sociedad multirelacionada con la que las organizaciones establecen, a través de la búsqueda de un valor común, compromisos de valor compartido en un entorno moralmente responsable y transparente. Esto mejora la atención a las demandas e inquietudes de la sociedad.
Desarrollo Sostenible e Hiperconsumismo
El filósofo Gilles Lipovetsky sostiene que vivimos en “la era de la civilización del deseo” en donde la relación entre necesidad y satisfacción se ha invertido dando lugar al consumo desmedido y compulsivo, hiperconsumismo.
- Lipovetsky expone que el consumo es emocional y experiencial, por lo que propone replantearnos la idea de bienestar en la sociedad globalizada.
Por si te lo perdiste:
Futuro de la supply chain demanda un cambio de mentalidad: Richard Van Hooijdonk
De igual manera, Zygmunt Bauman agrega que vivimos de lo efímero y consumimos promesas de satisfacción falaces de productos con obsolescencia programada, que preceden a la necesidad que han de satisfacer.
El economista Jean Tirole propone que el éxito económico se mida por el balance del bien común que involucra el aspecto social, ecológico, democrático y solidario.
- Por lo que se debe reflexionar sobre el papel de la economía en el mercado para que éste aspire a generar bienestar para cada individuo de la sociedad, es decir, humanizar el mercado.
Te puede interesar:
Combustible ecológico podría transformar la industria de la aviación
Esta economía más humana debe ser capaz tanto de incluir a toda la humanidad como de valorar al hombre en sus múltiples dimensiones, concibiendo al mercado no como un mecanismo despiadado sino como una organización con comportamiento sostenible tridimensional (económico, ecológico, social).
Devolver los beneficios al entorno
En una interpretación más integra, podemos decir que:
La Responsabilidad Social Empresarial se entiende como una política que pretende que las organizaciones devuelvan parte de los beneficios que obtienen a su entorno.
Esto tomando en cuenta el respeto de los derechos humanos, el comercio justo y responsable, la transparencia en sus operaciones y la congruencia de sus acciones.
Además, protege a los consumidores y se vincula con los agentes del contexto en el que se encuentra formando relaciones morales con los mismos.
A través de la instauración de diálogos con las partes interesadas, la organización permite la satisfacción de las demandas de la ética empresarial integral.
También la manifestación de las preocupaciones y deseos de los interlocutores en la actividad empresarial. esto abre paso al conocimiento de los diferentes tipos de políticas sostenibles que rigen el impacto empresarial en la sociedad a través de la ética y la moral.
THE LOGISTICS WORLD®