Las empresas se enfrentan a diversos desafíos que requieren de una respuesta estratégica. Uno de ellos es el cambio en los hábitos de consumo, algo que se ha evidenciado en los últimos años y ha generado una mayor demanda de productos sostenibles y socialmente responsables.
El aumento de la competencia es otra variable a tener en cuenta.
El mercado está cada vez más saturado, mantenerse competitivo es clave y para lograrlo, las compañías no sólo deben ofrecer productos innovadores y diferenciados, sino también brindar una experiencia de compra satisfactoria a sus clientes.
En este sentido, la implementación de tecnologías que permitan una mejor gestión y personalización de la experiencia de compra puede marcar la diferencia.
Tendencias en el comportamiento del consumidor
El comportamiento del cliente cambia de forma constante y resulta determinante adaptarse a estos cambios, teniendo la capacidad de leer las tendencias que se verificarán durante 2023.
Mayor demanda de productos ecológicos y sostenibles
Los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto ambiental de sus compras y buscan productos que sean amigables con el medio ambiente y producidos de manera sostenible.
Según un estudio de la consultora GlobalWebindex, el 60% de las personas consideradas millennials (22-35 años) están dispuestos a pagar más por productos que consideran ecológicos y sostenibles.
Le sigue el 58% de los jóvenes entre 16 y 21 años, englobados dentro de la Generación Z, y el 55% de la Generación X (36-54).
Por su parte, el 46% de los Baby Boomers (55-64) estarían de acuerdo con incrementar el gasto por productos más ecofriendly.
Las empresas deben adaptarse a esta nueva realidad.
Aumento de las compras en línea
La pandemia aceleró la adopción del comercio electrónico y se espera que esta tendencia continúe en el futuro.
Las empresas de consumo masivo deben adaptarse para ofrecer una experiencia de compra en línea satisfactoria y eficiente.
Personalización de la experiencia de compra
Los consumidores buscan una experiencia de compra personalizada y adaptada a sus necesidades y preferencias.
Las empresas deben utilizar tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis de datos para ofrecerla.
Mayor interés en la salud y el bienestar
Los consumidores piensan cada vez más en esto y, por lógica, buscan productos que les ayuden a mantener un estilo de vida saludable.
Oportunidades para el sector
La tecnología seguirá desempeñando un papel importante en la industria de consumo masivo en 2023 y a futuro aún más.
Gracias a los notorios avances en este sentido, las compañías han adoptado nuevas formas de utilizar la IA, Machine Learning y Big Data para optimizar sus procesos, mejorar la toma de decisiones y brindar experiencias personalizadas a los consumidores.
Algunas de estas aplicaciones son:
- Inteligencia Artificial (IA)
En el contexto de la industria del consumo masivo, la IA se utiliza para automatizar procesos, optimizar la cadena de suministro, personalizar la experiencia del cliente, mejorar la calidad del producto y predecir la demanda de manera más precisa.
- Machine Learning (Aprendizaje automático)
Se aplica para analizar grandes volúmenes de datos, identificar patrones, predecir comportamientos de los consumidores, optimizar la gestión de inventario y ofrecer recomendaciones personalizadas.
- La Big Data (Datos a gran escala)
Permite identificar tendencias, segmentar clientes, comprender preferencias y mejorar la toma de decisiones estratégicas.
Es fundamental que las empresas del sector de consumo masivo consideren incorporar estas tecnologías para no quedarse rezagadas en un entorno empresarial cada vez más competitivo.
Expansión hacia nuevos mercados
Con el aumento del poder adquisitivo en muchos países, las empresas pueden ampliar su presencia global y aprovechar estas oportunidades de crecimiento.
Se observa a nivel global un crecimiento de la clase media, especialmente notable en economías emergentes como China, India y países del sudeste asiático. Estos países han experimentado un rápido desarrollo económico y una mejora en los niveles de vida.
En contraposición, economías como las de América Latina y el Caribe han enfrentado desafíos en los últimos años como la volatilidad de los precios de los productos básicos.
También la desaceleración económica, la alta inflación, la inestabilidad política y la falta de acceso a oportunidades económicas para ciertos segmentos de la población.
Sin embargo, en esta región hay espacio para la innovación, el emprendimiento y la adaptación a las necesidades cambiantes de los consumidores en la región.
Las empresas que puedan identificar oportunidades en medio de los desafíos y ofrecer soluciones relevantes y asequibles pueden tener éxito en la expansión de sus operaciones en la región.