La industria nacional de vehículos pesados para autotransporte informó que se han dejado de invertir 18 mil millones de pesos en el sector de autopartes ante la incertidumbre generada por la entrada en vigor de la NOM-044 de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La nueva legislación establece que la industria debe producir vehículos pesados con tecnología EuroV y EPA07 desde el pasado primero de julio, una tecnología que puede funcionar con diésel regular. Sin embargo, a partir de 2021 sólo se podrá producir o importar vehículos motores con tecnología EuroVI y EPA10, que funcionan sólo con diésel de ultra bajo azufre (DUBA).
Desde la cúpula transportista advierten, no obstante, que el país no cuenta con infraestructura suficiente para abastecer este tipo de combustible en todo el territorio nacional.
Convocados por Miguel Heriberto Elizalde Lizárraga, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), presidentes y dirigentes transportistas reafirmaron su compromiso con la reducción de emisiones contaminantes, sin embargo, recordaron que Petróleos Mexicanos (Pemex) obtuvo un amparo contra la NOM 016 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), por lo que, hasta 2024, sólo está obligada a abastecer DUBA en 19% de todos los municipios del país.
Aumento de las emisiones
Para la industria de autotransportes, el principal problema que genera el desabasto de combustibles es un clima de incertidumbre jurídica. Ante la falta de certeza, advirtió el director de la Anpact, los transportistas dejarán de renovar sus vehículos, aumentando el promedio de vida de la flota que en México actualmente es de 18 años.
“Obligar al cumplimiento de una norma de producción cuando no se está cumpliendo la norma de combustibles, frena la renovación vehicular. No ajustar la norma a la disponibilidad real del diésel limpio, inevitablemente, elevará las emisiones”, advirtió Elizalde.
Inversiones y empleos en riesgo
Alberto Bustamante, director de comercio exterior de la Industria Nacional de Autopartes (INA), reveló que durante el segundo semestre de 2019 se dejaron de invertir 18 mil millones de pesos en la industria de autopartes, ante la incertidumbre por la entrada en vigor de la NOM-044.
Bustamante también advirtió que existe el riesgo de no recibir inversiones por 20 mil millones de pesos en el primer semestre de 2020. El directivo señaló que de no haber cambios, no sólo se verán afectadas las inversiones, sino también los empleos de la industria.
“Por cada plaza que se tiene en los fabricantes de camiones, la industria de proveeduría genera 10. Si no tenemos diésel no tenemos compra, si no hay compra, no hay producción y con ello no habría demanda de las autopartes; ése es el impacto de esta medida”.
Por su parte, Miguel Elizalde manifestó que de no actualizarse la NOM-44, las ventas de vehículos pesados podrían registrar al final del año una reducción de 40 mil a sólo 28 mil, lo que dejaría a la tasa de renovación con un indicador del 1.4%. En comparación, la renovación en 2019 fue de 2.5%.
“La obligatoriedad de renovar la flota con tecnología que requiere exclusivamente DUBA conjugado con la falta de dicho combustible, representa un riesgo real para la inversión de los transportistas” resaltó Enrique González de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar).
Una posible solución
Hasta que Pemex pueda garantizar el abasto de diésel de ultra bajo azufre, la cúpula de transportistas se muestra de acuerdo en que resulta mejor renovar sus unidades con los estándares de emisiones vigentes EuroV y EPA07. De lo contrario, la flota seguirá incrementando su edad con detrimento para el medio ambiente.
Al respecto, Guillermo Rosales, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), destacó que los fabricantes están listos para ofrecer en México las tecnologías más modernas, pero es necesario que existan condiciones adecuadas para su comercialización.
“No es justo condenar a los transportistas a llevar a cabo una inversión superior en tecnología de punta, pues ésta no le rendirá frutos en su rentabilidad ni aportará un beneficio real al ambiente ante la falta de DUBA”, enfatizó.
“No se puede exigir mayor tecnología si se carece de DUBA en la totalidad del territorio nacional. No es cuestión de EPA ni Euro, el problema es el diésel”, sentenció Elías Dip, presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).
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