Las actividades necesarias para la explotación del petróleo fuera de tierra firme y conocidas como offshore (costa afuera), conllevan operaciones de transporte, de logística y trámites administrativos propios de esta industria.
Imaginemos tener que realizar todas las operaciones comunes para extraer el petróleo, pero en condiciones inestables y con agentes externos de gran peligrosidad como pueden ser oleajes de 14 metros y vientos de más de 160 kilómetros por hora. De eso se trata…
Tipos de plataformas
De una manera esquemática y sencilla, podemos decir que el petróleo que se va a extraer se encuentra en el subsuelo del fondo marítimo, por lo que se enfrentan dos escenarios: que el lecho se encuentre a una profundidad tal, que sea posible fijar la estructura que lo va a extraer o bien que por la profundidad del mar se requiera de un artefacto que se mantenga flotando (plataformas semisumergibles).
De manera general se entiende por aguas someras a las que tienen una profundidad de hasta 300 metros. Mientras que aguas profundas se estiman a las que tienen de 301 hasta mil 500 de tirante de agua y las ultraprofundas las que van de mil 501 a tres mil metros.
Con esto en mente, encontramos una variedad de plataformas que puede incluir barcazas; las denominadas jack-ups (plataformas autoelevables, las ya mencionadas semisumergibles) y las FPSO (floating, production, storage and offloating) que normalmente son buques con capacidad para procesar y almacenar petróleo. Estas últimas se destinan a producción de aguas profundas (mil a mil 500 metros). También son una buena solución, sin importar la profundidad, para colocar junto a plataformas o sobre los PLEMS (instalaciones submarinas) para ejecutar procesos de almacenaje, desalación y deshidratación del petróleo, separación y endulzamiento de gas, así como su posterior exportación a otros buquetanques.
Todo lo anterior, sin olvidar que las plataformas petroleras exigen otras instalaciones adicionales que proveen energía, facilidades habitacionales, telecomunicaciones y servicios que complementan y apoyan la operación central de la extracción del petróleo.
Para las plataformas móviles el principal reto consiste es mantenerse en posición sobre un radio de tolerancias que no ponga en riesgo el equipo que se instala en el pozo propiamente dicho, a esto se le denomina “posicionamiento dinámico”, asistiéndose de propulsores alrededor del casco.
No debe pasarse por alto que el mantenimiento de estas plataformas genera igualmente costos muy elevados. Las que son fijas exigen una operación en el lugar mismo donde se encuentra (reparaciones, limpieza, pintura etc.), mientras que las flotantes son llevadas a instalaciones especializadas cada cierto tiempo para las tareas de mantenimiento.
Naturaleza jurídica en el mar
Desde la perspectiva del derecho del mar, las plataformas deben cumplir con todos los requisitos de la navegación, aun cuando se trate de artefactos que para propósitos de navegación no se mueven o que su propósito central no es el transporte de carga. Lo anterior se deriva del hecho que su presencia en el mar representa un nivel de riesgo muy alto para todos los buques, en particular los comerciales de carga.
La Ley de Navegación y Comercio Marítimos estipula en su Artículo 1 Fracción V que “Artefacto Naval” es “cualquier estructura fija o flotante que, sin haber sido diseñada y construida para navegar, sea susceptible de ser desplazada sobre el agua por sí misma o por una embarcación, o bien construida sobre el agua, para el cumplimiento de sus fines operativos” y, por lo tanto, le son aplicables todos los instrumentos jurídicos de los que México es Parte Contratante.
Una vez establecida la zona de explotación petrolera, la operación de semejante estructura pone en juego múltiples actividades, que harán posible su funcionamiento en condiciones de seguridad adecuadas.
• Personal para trabajar en las plataformas
Empecemos con el manejo del personal que requerirá ser transportado hasta la plataforma, e igualmente tendrá que ser regresado a tierra firme después de cumplir con un máximo de días de trabajo. Esta operación se podrá realizar por medio de embarcaciones menores o bien a través de la renta de helicópteros.
Generalmente, los trabajadores de las plataformas petroleras son gente altamente capacitada y, por razones de seguridad laboral, si trabajan 14 o 28 días en medio del océano deberán descansar igual número de días en tierra. Cuando se trata de guardias en el extranjero, el periodo se extiende a seis semanas.
Esta comunidad requiere del suministro oportuno de provisiones y alimentos (frescos y congelados), así como abastecimiento de agua potable que cumplan con altos estándares de calidad.
Al igual que en tierra firme, se debe pensar en la recolección de basura y residuos peligrosos; en tareas de fumigación y, por supuesto, en el lavado de ropa de los trabajadores y de ropa de cama.
Llegado el momento, se deberán establecer todos los protocolos para enfrentar las consecuencias de un accidente, un incendio o una enfermedad, contemplando todo lo relativo a medicinas y atenciones hospitalarias. Como se podrá imaginar, los tiempos de respuesta se vuelven más críticos, pues no se pueden prever las condiciones meteorológicas del momento de la urgencia.
No podemos dejar de mencionar el suministro del equipo de cómputo y los consumibles necesarios en las plataformas.
• Trámites
Aquí encontramos una gran variedad de trámites que tienen que ver con las plataformas y sus equipos (importación y exportación de artefactos navales y de refacciones para el mantenimiento de buques y plataformas) e igualmente los procesos aduanales para equipos especializados como los utilizados en los procesos debajo del agua, conocidos como subsea en particular los ROV (remotely operated vehicle) y herramientas para soluciones tanto de aguas profundas como de aguas someras.
El transporte de materiales de y hacia las plataformas puede tener un origen nacional o internacional, por lo que también será necesario tramitar permisos de navegación de cabotaje y de altura, según corresponda. Aquí participan activamente las embarcaciones conocidas como abastecedoras.
Los servicios de almacenamiento en puerto lo ofrecen empresas especializadas, al igual que los trámites de muellaje para todas las embarcaciones involucradas en la operación de la plataforma. Mención aparte es la operación del izamiento de cargas pesadas, muy comunes en esta industria.
Fletamento de buques y otros servicios
Debido a los requerimientos de esta industria, el contrato marítimo más utilizado es el de fletamento, definido como: el contrato mercantil mediante el cual el fletante se compromete a poner una embarcación en estado de navegabilidad a disposición del fletador, quien a su vez se compromete al pago de una cantidad denominada flete o renta.
Los requerimientos de los clientes varían enormemente, en el mercado internacional de fletamento, por lo que se han desarrollado fórmulas muy versátiles que se adaptan a cada necesidad. Así, encontramos: el contrato de fletamento por viaje, por tiempo o el denominado a casco desnudo. Este último implica que la embarcación, sin armamento y tripulación, es puesta por un tiempo determinado a disposición del fletador, quien asume la gestión náutica y comercial de aquélla.
Otros servicios que se contratan alrededor de la operación de fletamento, tiene que ver con el remolcaje y la proveeduría de combustible, mejor conocido como bunker.
El manejo de mercancías peligrosas y residuos es toda una subcategoría en el amplio espectro de actividades relacionadas con la explotación del petróleo del subsuelo marino y tiene mucho que ver con el cumplimiento de las estrictas disposiciones en materia de medio ambiente. De hecho, existe una amplia regulación emanada de la Organización Marítima Internacional (OMI) que busca prevenir y regular el vertimiento de sustancias negativas al medio marino y la cual, México ha ratificado.
Por último, mencionaremos actividades que hacen posible que se trabaje en condiciones de seguridad y calidad. Nos referimos a las inspecciones y las certificaciones que pueden otorgar las grandes agencias mundiales que gozan de prestigio y conocimiento para emitir tal documentación.
Los seguros y los complejos sistemas de reaseguros se vuelven indispensables en una industria donde además de los elevados costos de inversión, se debe prevenir la eventualidad de una responsabilidad por algún tipo de accidente o incidente.
Consideraciones finales
Como se podrá apreciar, logística y transporte en la industria offshore va más allá de lo que normalmente involucra la operación petrolera en tierra.
Las grandes empresas internacionales y mexicanas que participan en múltiples tareas para la extracción del petróleo en el mar, se enfrentan a una contradicción marcada por el propio mercado. Por un lado, se les exige una mayor integración de servicios y, por el otro, una responsabilidad más uniforme.
La madurez de una industria como ésta, exige que tanto el cliente como el proveedor identifiquen con certidumbre el tipo de servicio que requieren y los niveles de responsabilidad de cada uno de los prestadores de servicios, para ello es indispensable un alto nivel de profesionalismo en todas las áreas de la explotación del petróleo offshore.
El verdadero despegue de esta impresionante industria depende en gran medida de que el precio del petróleo se estabilice en un promedio que sin llegar a los 100 dólares tampoco esté en niveles inferiores a los de 30. En espera de que eso suceda, se debe aprovechar esta etapa como una gran oportunidad para afinar los procesos logísticos y que las empresas con los mejores proveedores; sistemas tecnológicos y niveles de responsabilidad adecuados puedan posicionarse en la etapa de crecimiento sostenido.
La puerta está abierta para todos aquellos que crean que pueden dominar offshore logistics… ¡cuidado! No dejará de ser un mundo complejo y de alto riesgo.
* El autor es Director de Relaciones Institucionales de AMACARGA, Director del Centro de Transporte y Logística y Autor del Tratado Práctico de los Transportes en México. / [email protected]
