Desde que se acuñó el acrónimo “ESG” (ambiental, social y de gobierno) en 2005, y hasta hace poco, su aplicación y avance ha ido en constante crecimiento.
- Para tomar un ejemplo, ha habido un crecimiento de cinco veces en las búsquedas de ESG en Internet desde 2019, incluso cuando las búsquedas de "RSC" (responsabilidad social corporativa), un área de enfoque anterior que refleja más el compromiso corporativo que los cambios en un modelo comercial central, han disminuido.
Así lo aseguró un whitepaper de la consultora global McKinsey en el que afirmó que en todas las industrias, geografías y tamaños de empresas, las organizaciones han estado asignando más recursos para mejorar ESG.
Más del 90% de las empresas S&P 500 ahora publican informes ESG de alguna forma, al igual que aproximadamente el 70% de las empresas Russell 1000.
En varias jurisdicciones, la presentación de informes sobre elementos ESG es obligatoria o está bajo consideración activa.
En los Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) está considerando nuevas reglas que requerirían una divulgación más detallada de los riesgos relacionados con el clima y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
También se han propuesto o están pendientes regulaciones adicionales de la SEC sobre otras facetas de ESG.
Crecimiento del perfil ESG
El perfil creciente de ESG también ha sido claramente evidente en las inversiones, incluso cuando la tasa de nuevas inversiones ha estado cayendo recientemente.
Las entradas en fondos sostenibles, por ejemplo, aumentaron de 5 mil millones de dólares en 2018 a más de 50 mil millones de dólares en 2020, y luego a casi 70 mmdd en 2021.
Una parte importante del crecimiento de ESG ha sido impulsada por el componente ambiental y las respuestas al cambio climático.
Pero otros componentes de ESG, en particular la dimensión social, también han ido ganando protagonismo, aseguró el texto.
Un análisis encontró que las propuestas de los accionistas relacionadas con lo social aumentaron un 37% en la temporada de representación de 2021 en comparación con el año anterior.
ESG gana importancia
A raíz de la guerra en Ucrania y la consiguiente tragedia humana, así como los efectos geopolíticos, económicos y sociales acumulativos, los críticos han argumentado que la importancia de ESG ha alcanzado su punto máximo.
Sin embargo, el reporte plantea una vital interrogante sobre el tema: ¿es realmente importante el ESG para las empresas?
Las críticas a ESG no son nuevas, afirmó el reporte. A medida que ESG se generalizó y ganó apoyo y tracción, también se ha enfrentado constantemente a dudas y críticas.
Principales objeciones contra los criterios ESG
1. ESG no es deseable, porque es una distracción
Quizás la objeción más destacada a ESG ha sido que se interpone en el camino de lo que los críticos ven como la sustancia de lo que se supone que deben hacer las empresas: "ganar tanto dinero como sea posible mientras se ajustan a las reglas básicas de la sociedad", como dijo Milton.
Visto desde esa perspectiva, los criterios ESG pueden presentarse como una especie de espectáculo secundario: un movimiento de relaciones públicas, o incluso un medio para sacar provecho de los motivos superiores de los clientes, inversores o empleados.
Una encuesta de Edelman, por ejemplo, informó que casi tres de cada cuatro inversores institucionales no confían en que las empresas logren sus compromisos declarados de sostenibilidad, ESG o diversidad, equidad e inclusión (DEI).
2. ESG no es factible porque es demasiado complejo
Una segunda crítica es que, más allá de cumplir con los requisitos técnicos de cada uno de los componentes, lograr el equilibrio necesario para implementarlos es demasiado difícil.
Al resolver un rendimiento financiero, el objetivo es claro: maximizar el valor para la corporación y sus accionistas. Pero, ¿y si el mandato es más amplio y las soluciones viables mucho más complejas?
3. ESG no es medible
Una tercera objeción es que ESG, particularmente como se refleja en los puntajes, no se puede medir con precisión.
Si bien las dimensiones E, S y G individuales pueden evaluarse si se capturan los datos auditables requeridos, algunos críticos argumentan que las puntuaciones agregadas tienen poco significado, detalló el reporte.
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4. Incluso cuando se pueden medir ESG, no existe una relación significativa con el desempeño financiero
La cuarta objeción es que las correlaciones positivas con rendimiento superior, cuando existen, podrían explicarse por otros factores y, en cualquier caso, no son causales.
De hecho, desafiaría la razón si las calificaciones de ESG entre los proveedores -midiendo diferentes industrias, utilizando metodologías distintas, ponderando las métricas de manera diferente y examinando una gama de empresas que operan en varias geografías- todos produjeran un puntaje casi idéntico que coincidiera casi perfectamente con la empresa.
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Sin embargo, el reporte no se centra sólo en las dudas que generan esos criterios, también analiza por qué las objeciones anteriores se están derrumbando a pasos acelerados.
Pero eso será motivo de un próximo texto al respecto.
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