El más reciente Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial reconoce a los eventos de clima extremo, los cambios críticos en los ecosistemas y la escasez mundial de agua como algunas de las principales amenazas.
Partiendo de esto y de los objetivos climáticos adquiridos por países de todo el mundo, es cada vez indispensable que las empresas, entre otros muchos actores, comiencen a ser conscientes de su huella hídrica y planifiquen estrategias integrales y sostenibles para reducirla.
Si bien actualmente estas son mediciones y soluciones voluntarias en muchas zonas, la necesidad de transitar hacia operaciones y procesos más respetuosos con el medio ambiente eventualmente endurecerá las regulaciones ambientales, para que entonces sí sea obligatorio.
De igual forma es importante destacar que las empresas que no integran criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) como parte de sus planes corren el riesgo de perder competitividad, confianza de los inversionistas y, por supuesto, sostenibilidad a largo plazo.

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Pero ¿por qué esto es necesario ya? De acuerdo con protecciones del World Resources Institute (WRI), para el 2050 se prevé que 51 de los 164 países y regiones analizados sufrirán un estrés hídrico de alto a extremadamente alto. México está entre las naciones que sufrirán mayor escasez de agua.
La huella hídrica de las empresas
La huella hídrica corporativa es el total de agua que emplea una organización u empresa para producir sus bienes o servicios. Esto incluyendo la que se utiliza de manera directa en las operaciones y la indirecta que se emplea en la cadena de suministro.
La organización Water Footprint Network destaca que hasta ahora el agua se había tratado como una materia prima gratuita pero cada vez más las empresas comienzan a comprender que la mala gestión de este recurso puede perjudicar su marca, su credibilidad, calificación crediticia y costos de seguros.
"A menos que sepa cuánta agua está utilizando (y cuánta hay disponible en las cuencas fluviales en las que opera y sus operadores), es imposible saber si la está utilizando de manera sustentable o si el negocio podría enfrentar riesgos comerciales relacionados", explica.
En este sentido, la evaluación de la huella hídrica de una empresa ofrece una nueva perspectiva para desarrollar una estrategia hídrica corporativa bien fundamentada. De manera tradicional solo se ha puesto el foco en el consumo de agua en las operaciones pero no en la cadena de suministro.
Muchas empresas descubren que la huella hídrica de su cadena de suministro es mucho mayor que la de sus operaciones.

Como lo mencionábamos anteriormente, si bien esta evaluación no es obligatoria aún en varias partes el mundo, las empresas pioneras que comunican su huella hídrica, que establecen objetivos claros para reducirla y que prestan atención a las áreas de escasez de agua y contaminación son más críticos, pueden convertir esos riesgos en una ventaja competitiva y convertirse en líderes de la gestión del agua.
"La evaluación de la huella hídrica proporciona una base sólida de análisis cuantitativo, que puede utilizarse para desarrollar una estrategia hídrica corporativa y convertirse en un administrador del agua", explica Water Footprint Network.
El siguiente cuadro muestra los factores involucrados en la progresión de la madurez de la gestión del agua a partir de acciones específicas como:
- Mejorar el rendimiento operativo a partir de la huella hídrica directa, con mejoras de eficiencia
- Mejorar el rendimiento en la cadena de suministro a partir de la huella hídrica indirecta abordando el riesgo hídrico
- Comprender el contexto local de la cuenca hidrográfica para evaluar la sostenibilidad y poder hacer la pregunta de ¿se cumplen los criterios de sostenibilidad?
- Trabajar en estrategias hídricas sostenibles con objetivos específicos y un plan de acción para reducir la huella hídrica que, a su vez, contemple la acción colectiva

Ahora, existen dos marcos de referencia para el cálculo y la gestión de la huella hídrica: la metodología Water Footprint Network que se ha convertido en un estándar global para la contabilidad del uso del agua y también la norma ISO 14046, igual un estándar internacional que rastrea todas las etapas de un producto o servicio.
Hablando de México, en específico, la Norma ISO 14046 fue incluida en la norma mexicana desde 2014 para establecer los principios, requisitos y directrices para una evaluación adecuada de la cantidad de agua que se requiere en la elaboración de productos y el desarrollo de diversos procesos productivos.
De igual forma, es importante mencionar que algunos estados ya han implementado impuestos ambientales relacionados con el agua.
