La transición ecológica afectará al crecimiento de la productividad a corto y medio plazo.
Eso debido a los ajustes que las empresas deberán hacer para adaptarse a la reducción de las emisiones, pero la impulsará en un periodo de tiempo más largo, según el Banco Central Europeo (BCE).
El organismo publicó un nuevo artículo en su boletín económico, en el que sus economistas estudian el impacto en el crecimiento de la productividad de la pandemia, la digitalización y la transición ecológica.
En el caso de esta última, explica que impulsará el crecimiento de la productividad "pero llevará tiempo".
El reporte resalta que a corto y medio plazo las empresas se tendrán que ajustar al cambio de los precios por los impuestos sobre el carbono o por las tensiones geopolíticas, así como a los nuevos límites y normas.
No obstante, las políticas medioambientales más estrictas desencadenarán una nueva ola de innovación verde y nuevas tecnologías que aumentarán el crecimiento de la productividad a largo plazo.
La "herencia" de la pandemia
Con respecto a la pandemia del coronavirus, los economistas del BCE consideran que su efecto en la productividad a largo plazo todavía es incierto.
Pese a la incertidumbre, podría afectar positivamente con la irrupción del teletrabajo o el auge del comercio electrónico.
No obstante, también podría tener efectos negativos, en especial, en la mano de obra, ya que la pandemia habría reducido las competencias y el capital humano, además de afectar a la enseñanza de los futuros trabajadores.
En este ámbito, el informe pone de relieve que las políticas puestas en marcha para mitigar los efectos de la pandemia no distorsionaron significativamente la reasignación de recursos entre las empresas.
Además, la política monetaria también jugó un papel clave en moderar los efectos adversos, en un momento en el que se produjo un fuerte descenso de la productividad dentro de las empresas.
En el caso de la digitalización, el informe ha destacado que la pandemia la impulsó, pero que tuvo un efecto desigual en las empresas dependiendo del sector.
Frente al cambio climático
Reducir las emisiones de carbono es la única manera de evitar los peores efectos del cambio climático, señaló la Unión Europea.
Por esta razón, el organismo se ha comprometido a reducir las emisiones en un 55% para 2030 y una economía neta cero para 2050.
Para la UE, una transición ordenada a una economía verde reduciría, a largo plazo, los riesgos relacionados con el clima para toda la economía y el sistema financiero, así como para las perspectivas de inflación.
En consecuencia, contribuiría a la estabilidad financiera y de precios a largo plazo.
Por tanto, el organismo decidió ampliar su trabajo sobre el cambio climático, identificando tres áreas focales que guiarán sus actividades en 2024 y 2025:
- el impacto y los riesgos de la transición a una economía verde, especialmente los costos de transición asociados y las necesidades de inversión
- los riesgos derivados de la pérdida y degradación de la naturaleza
- el impacto físico cada vez mayor del cambio climático, y cómo las medidas para adaptarse a un mundo más caliente afectan a la economía