Para impulsar la competitividad en México será necesario invertir en microrredes y energías renovables.
Esto con con el fin de garantizar la sostenibilidad ambiental del país en los años venideros, ante las exigencias globales de producir y garantizar energías limpias.
Así lo aseguraron participantes del webinar Energía Inteligente: Cómo reducir emisiones y aumentar la competitividad.
Néstor Luna, director ejecutivo del Centro Internacional de Excelencia para Latinoamérica y El Caribe de las Naciones Unidas, destacó la existencia actual de tecnologías que ayudan a disminuir emisiones contaminantes.
Indicó que la demanda de eficiencia energética de organismos como la Agencia Internacional de la Energía es atender tanto a la oferta como la incorporación de energías renovables.
Desarrollar políticas y programas de eficiencia energética, así como considerar las exigencias de almacenamiento de energía obliga a revisar una amplia gama de ofertas tecnológicas, tanto las ya establecidas, como las que están por posicionarse en el mercado.
Todo ello alineado hacia lo que el marco legal y regulatorio permite en países como México.
“Actualmente México tiene una matriz energética primaria apoyada en un 82% en combustibles fósiles. Por ello, debemos empezar con descarbonizar nuestro sistema energético a través de un proceso de transición hacia el aprovechamiento de las energías limpias”, remarcó.
Aumento en el consumo de energía por el nearshoring
Por su parte, Aidana Velázquez, Gerente de Relaciones Institucionales en Enlight, destacó que el auge del nearshoring ha traído un significativo aumento en el consumo de energía en el país.
Dicho incremento representa una oportunidad única para que México adopte fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica.
Además, las microrredes también se perfilan como una solución para mejorar la resiliencia y estabilidad del sistema eléctrico en el país.
“Es tecnología que no solo garantiza un suministro energético confiable y sostenible, sino que reduce costos y aumenta la resiliencia operativa; las microrredes son una herramienta fundamental para la transición energética de México”, destacó.
Políticas energéticas claras
En tanto, Carlos Hernández, Vicepresidente de Energías Renovables de la Comisión Nacional de Energía COPARMEX, habló de la apuesta “Luz Limpia”.
La propuesta del organismo empresarial busca disminuir las pérdidas económicas por los apagones registrados en las últimas semanas en más de la mitad del territorio nacional.
Entre otros objetivos, busca la definición de una política energética ecológica y que democratice el mercado eléctrico mayorista.
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Indicó que son tres las razones que impulsan a las empresas a generar su propia energía.
- Ser amigables con el medio ambiente
- Obtener ahorros por inversiones para ser más competitivos
- No depender de alguien más para obtener energía
“Hablamos mucho de energías limpias, pero nos parece que la eficiencia energética es fundamental para el futuro: podemos tener con combinación de ciertos factores como el control de demanda o el abasto aislado para obtener una inyección de energía eléctrica y poder aprovechar el potencial que tiene nuestro país y la industria para poder competir a nivel global”, apuntó.
Señaló que el país está en desventaja en comparación con otros sistemas eléctricos vecinos como en entidades estadounidenses como California y Texas.
“Allá tienen las herramientas para muy fácilmente generar hasta diez megawatts y cubrir el 100% de sus necesidades con sus propias inversiones. Aquí en México estamos limitados a un proceso regulatorio para contar con abasto aislado”, remató.
Encontrar áreas de mejora
Al respecto, Luna comentó que el análisis del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional de 2022 arrojó que existe una participación del 31.6 de la energía limpia para generar electricidad.
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Dijo que las cifras fueron en detrimento en 2023 y lo que va de 2024, en un orden del 20 y 22%, respectivamente.
“Es un espacio de mejora por parte de las nuevas autoridades: definir políticas claras estableciendo estímulos fiscales para que los inversionistas puedan desarrollar actividades dentro del sector energía”, abundó.
Velázquez insistió en que las micro redes tienen el potencial de fomentar el desarrollo que se requiere en estos tiempos de búsqueda de la sustentabilidad.
“El mercado para este 2024 se estima en más de 11 millones de dólares y con tazas que indican que seguirá creciendo hasta un 16%. Aunque sus aplicaciones principales por ahora serán en centro de enseñanza, es interesante ver qué entre 9 y 10% se centrará a nivel comercial e industrial en el ámbito global”, afirmó.
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Trabajo en equipo
Hernández recomendó influir en la política energética del país, tratando de sentar las bases para el futuro.
“Los empresarios no tenemos la receta mágica, pero sí se requiere de un plan de trabajo en el que nos involucremos y hagamos diagnósticos que nos permitan tomar decisiones y cumplir con el tema de responsabilidad social y empresarial”, añadió.
Coincidieron en la urgencia de construir resiliencia operativa para agilizar la transición energética del país.