Cumplir la promesa de una entrega a tiempo y sin productos dañados está separando a los competidores de los improvisados en el quick commerce.
Así lo aseguró Scott Hillyer, Vicepresidente de la firma de entregas Delivery Hero, en la conferencia "The rise, the fall and the future of quick commerce", durante el Home Delivery World 2023.
Todos se subieron a la ola
Para Hillyer, muchas marcas vivieron un ascenso impensado durante los momentos más complicados de la pandemia de Covid-19, pues todos se vieron obligados a usar, en determinado momento, un servicio de reparto.
“La pandemia significó un cambio cultural y lo que sucedió es preocupante porque vimos muchas valoraciones en negocios de delivery realmente descabelladas y empresas que nunca tomaron en cuenta los procesos de adaptación de un mercado como este”, comentó.
El directivo de la plataforma de entrega que opera en más de 70 países detalló que la pandemia y el boom que tuvo el delivery fue como una ola.
“Me gusta usar esa analogía, porque llegó de repente y se hizo enorme. Muchos jugadores estuvieron muy arriba de esa ola, porque tenían mucho capital y hubo éxito para todos. Pero cuando esa ola pasó, algunos sintieron que retrocedieron más de lo que avanzaron con ese impulso”, aseguró.
Explicó que hubo un revuelo en torno al comercio rápido y las dark stores en los últimos años, porque era un modelo de negocio en expansión antes de la pandemia y algunos ya estaban preparados para hacerlo rentable y sostenible.
“Experimentamos una gran convergencia de factores. Algunos ya estábamos preparándonos para el crecimiento y llegó este evento extraordinario que atrajo a numerosos clientes. Y ustedes saben lo caro que es sumar un nuevo consumidor a tu negocio”, apuntó.
El mercado sigue creciendo
Hillyer adviritó que, aunque las valoraciones han bajado, el mercado de entregas ultrarrápidas sigue creciendo.
“Lo que pasa es que ahora el cliente es más crítico y exigente con las empresas, sobre todo porque muchos han eficientado sus procesos y pueden cumplir con entregas rápidas, mientras que otros jugadores apenas tratan de descifrar cómo hacerlo”, agregó.
Consideró que muchos jugadores no tomaron en cuenta la variedad de productos que iba a demandar el consumidor y no estaban listos para el crecimiento de las órdenes.
“No estamos hablando de repartir pizzas, sino de vender productos diversos que no sólo requiere que lleguen en menos de 30 minutos. Hablamos de productos del cuidado de la salud, de detergentes, a veces hasta de helados”, remarcó.
Definir procesos para hacer entregas de productos sensibles a las temperaturas, conseguir que todo pase en 20 minutos y cuidar al mismo tiempo la relación calidad-precio, se han convertido en un tremendo reto y en los principales obstáculos para algunas de las jugadoras de esta industria.
El futuro del quick commerce
Sobre el futuro del q-commerce, dijo que el mercado ofrecerá mucho más opciones en los próximo cinco años.
“Habrá mucho más allá de la simple entrega rápida y eso ocurrirá porque cada vez hay un mayor interés por probar el trabajo de desarrolladores y tecnologías con nuevas características que optimicen la funcionalidad del mercado”, afirmó.
Pese a la creencia popular, Hillyer asegura que los clientes han notado que la velocidad de entrega es un factor a considerar, pero no el más importante. La consistencia y la capacidad de elección, así como la oferta serán los principales activos de las empresas de quick commerce.
Además, aseguró que la flexiblidad en las entregas es un valor que deben potenciar las marcas que quieran permanecer y crecer en el mercado.
Puntualizó que la mejor forma de ganar terreno en el sector pasa por tres aspectos fundamentales: atención a las capacidades de los trabajadores y su capacitación continua, al especialización y unión con proveedores y socios con los mismos intereses.
*Con información de Ilse Maubert