"Cada clic activa una cadena logística que no solo mueve productos, sino que garantiza derechos." Esta afirmación, pronunciada por el procurador federal del consumidor Iván Escalera durante la conferencia Mercado Libre Experience 2025, sintetiza una transformación profunda: en el comercio digital, la logística ya no es solo una cuestión de eficiencia operativa, sino de justicia para el consumidor.
En México, el crecimiento del ecommerce ha traído consigo una nueva exigencia: que la experiencia de compra sea segura, transparente y puntual. Según datos de Profeco, más del 60% de las reclamaciones en comercio electrónico están relacionadas con entregas fallidas, productos no recibidos o información engañosa. En este contexto, la logística se convierte en el principal garante de los derechos del consumidor.
La trazabilidad, por ejemplo, permite verificar el origen y autenticidad de los productos, protegiendo al comprador de fraudes y contrabando. Las entregas eficientes, respaldadas por redes de distribución capilares y tecnología de última milla, aseguran que el derecho a recibir lo prometido se cumpla. Y la inclusión financiera, habilitada por terminales de pago y billeteras digitales, permite que millones de personas accedan al comercio electrónico, sin importar su nivel de bancarización.
Ecommerce como motor de política industrial
La subsecretaría de Industria y Comercio, encabezada por Vidal Llerena, presentó durante el evento una visión estratégica: el ecommerce no solo democratiza el consumo, sino que puede ser el eje de una política industrial moderna. El relanzamiento del sello Hecho en México, como parte del Plan México, busca fortalecer el contenido nacional en las exportaciones, combatir el contrabando y recuperar sectores productivos vulnerables frente a prácticas desleales.
En este marco, plataformas como Mercado Libre juegan un papel clave. Su ecosistema digital permite que pymes de todo el país accedan a mercados globales sin intermediarios, reduciendo costos y fomentando la manufactura distribuida. Más de un millón de pymes activas generan el 0.81% del PIB nacional a través de esta plataforma, según cifras presentadas por David Geisen, director general de Mercado Libre México. Además, 33,000 empleos directos derivan de sus operaciones en el país.
La digitalización también ha permitido que muchas de estas pymes accedan por primera vez a financiamiento formal. El 73% de ellas recibió su primer crédito a través de Mercado Pago, y para el 54%, esta plataforma ya es su principal herramienta de cobro. Esto no solo dinamiza la economía local, sino que permite que pequeños negocios se integren a cadenas de valor más complejas, con capacidad de escalar y competir en condiciones más justas.
El subsecretario Llerena también destacó el papel del ecommerce en el combate al contrabando. Al digitalizar las transacciones y fortalecer los sistemas de trazabilidad, se reduce la entrada de mercancía irregular, especialmente proveniente de países asiáticos sin tratados comerciales con México. Esta acción conjunta entre gobierno y plataformas tecnológicas es parte de una estrategia más amplia para proteger la industria nacional y fomentar el consumo de productos hechos en México.
Infraestructura tecnológica como base de competitividad
Detrás de cada compra en línea hay una red logística que hace posible la promesa del ecommerce. Centros de distribución, terminales de pago, rutas aéreas y tiendas exprés conforman una infraestructura tecnológica que no solo mueve productos, sino que impulsa la competitividad del país.
Mercado Libre ha invertido más de 3.4 mil millones de dólares en México para expandir su red de distribución, incluyendo centros que procesan millones de productos al mes y vuelos diarios de carga que garantizan entregas al día siguiente. Esta capilaridad logística permite que incluso negocios en zonas rurales accedan a servicios de última milla, integrándose a un sistema que antes les era inaccesible.
Las terminales de Mercado Pago, por ejemplo, ya superan el millón de unidades activas en el país, acercándose al total de terminales bancarias existentes. Estas no solo permiten cobrar, sino también ingresar y retirar dinero, vender servicios digitales y atraer nuevos clientes. En promedio, los ingresos por tienda exprés rondan los 122 dólares, mientras los retiros alcanzan los 65, lo que indica una creciente digitalización del dinero en comunidades tradicionalmente dependientes del efectivo.
Este tipo de infraestructura no solo mejora la eficiencia operativa, sino que reduce la informalidad, al permitir que los negocios generen historial financiero, accedan a crédito y se integren al sistema formal. Como señaló el subsecretario Llerena, “una economía más competitiva requiere sistemas de distribución y financiamiento que estén ligados a la manufactura, a los servicios y a la innovación”.
La conferencia Mercado Libre Experience 2025 dejó claro que el ecommerce, la logística y la tecnología no son solo herramientas de negocio: son instrumentos de política pública, de inclusión social y de defensa de derechos. Desde Profeco hasta la Secretaría de Economía, pasando por plataformas como Mercado Libre, se está construyendo un ecosistema donde la confianza, la trazabilidad y la infraestructura son los pilares para una economía más orientada al consumidor.













