Las soluciones tecnológicas aplicadas a la cadena de suministro impactan de manera favorable a todas las áreas de la empresa y optimizan las operaciones, consideró Jose Ambe, Director de Logística de México.
En conferencia, el directivo dio un panorama global sobre los negocios actuales y aseguró que México juega un papel importante debido a la manufactura barata y de buena calidad, por lo que las empresas de distintas partes del mundo ven en el país un punto de neashoring, que se refiere a acercar los centros de producción a los usuarios, además que podrá ser un hub logístico con acceso a nuevos mercados.
Destacó que en México se registra un aumento de la clase media que se caracteriza por un consumidor inteligente que compara precios y tiende a comprar mayor número de productos, por lo cual, las empresas deben tener proyectos logísticos para satisfacer la demanda.
Y para responder las necesidades del mercado, las compañías que cuenten con un proyecto logístico auxiliado por herramientas tecnológicas permitirán cumplir con las estrategias financieras y de crédito, así como alinear estrategias de mercadotecnia, apuntó Ambe.
Adicionalmente un proyecto logístico dirigido por un sistema tecnológico deriva en un inventario proactivo, mejores gestión de órdenes, colaboración y coordinación con proveedores y visibilidad total de inventarios.
En términos de la cadena de valor, las herramientas tecnológicas tienden a alinear todos los silos de las empresas con información única en tiempo real, lo cual optimizaría gradualmente los niveles de productividad, apuntó el directivo.
Finalmente, a niveles de procesos en la organización, la tecnología impulsa pronósticos de la demanda con base en múltiples modelos matemáticos estadísticos con miras hacia el largo plazo, además ayuda a determinar un plan de ventas y operaciones considerando una distribución óptima de la mercancía.
Destacó que hay grandes oportunidades en sectores como el comercio electrónico ya que en México existen rezagos hasta por 20 años en aspectos como seguridad, movimiento de mercancía e innovación.
El retorno de inversión de sistemas tecnológicos en proyectos logísticos es lo más importante, en algunos casos es menor a 12 meses pero no debe pasar de los 36 meses, aconsejó Ambe.