La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) señaló que el pronunciamiento del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México atenta contra la competitividad y comercio del país y expresó su apoyo al gobierno mexicano al responder con medidas equivalentes.
Asimismo, la organización transportista consideró que “es claro que la medida va contra los principios de un acuerdo comercial que se está buscando fortalecer a través de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En un comunicado de prensa, la CANACAR enunció su rechazo a las acciones unilaterales por parte de la Administración del Presidente Donald Trump, en el marco de una renegociación de un tratado comercial suscrito por el país vecino.
Enrique González Muñoz, Presidente Nacional de CANACAR, dijo que “si bien los empresarios mexicanos buscamos tener un TLCAN más moderno y productivo, ello no debe ser a cualquier costo. No se vale que el presidente Trump viole los acuerdos comerciales que han prevalecido en la región por tantos años.
Además, apoyó al gobierno mexicano al responder con medidas equivalentes a los aranceles impuestos e, incluso, llevar el caso a instancias internacionales de comercio: Nuestro total apoyo al gobierno mexicano a la decisión de responder con categoría; estamos de acuerdo que las medidas equivalentes estén en vigor hasta que Estados Unidos cancele el impuesto”.
Agregó que en un momento en que la unidad nacional es importante y tener una visión clara de la competitividad nacional, “es justo tener un trato respetuoso de parte de nuestros socios comerciales”.
En cuanto al impacto que pudieran ocasionar dichas medidas arancelarias a la industria del autotransporte, el directivo señaló que por el momento no es posible saberlo, “dado que es muy reciente su aplicación y será la industria fabricante la que advertirá de los efectos que podrían provocar medidas anticomerciales de esta naturaleza”.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (CANACERO) indicó que en cifras generales, los aranceles establecidos por Estados Unidos representan para el sector siderúrgico mexicano un impacto de 2 mil millones de dólares anuales y que en materia de siderurgia el superávit de ese país con México en los últimos dos años es de 3.6 billones de dólares, lo cual muestra que las medidas espejo afectarán más que beneficiar a la industria de Estados Unidos.
“En esta materia somos una región totalmente integrada, donde el 76% de las exportaciones del acero de Estados Unidos se envía a México y Canadá”, refirió la cámara.
“La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles al acero de México es una estrategia que carece de sentido y no contribuye a un clima de construcción de la región de Norteamérica. Reiteramos lo ya dicho, México no representa en ningún sentido una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos, sobre la que se apoya esta decisión”.
En este contexto, la CANACERO subrayó que las autoridades mexicanas deben continuar buscando los caminos que sean necesarios para que el país quede exento de esta medida distorsionante, ya que países como Argentina, Brasil y Corea del Sur han logrado acuerdos. Por lo que se debe actuar en favor de la región y de la integración de cadenas de valor que ya existen entre los países del TLCAN para lograr una solución inmediata.
Además, consideró que se debe actuar en forma inmediata ante la ruptura del balance en el mercado mundial por estas decisiones, a fin de detener la avalancha de importaciones desleales que buscarán colocarse en del país. Por lo que es imprescindible imponer una salvaguarda al sector acero para todos los países sin tratado comercial, incluyendo a todas las familias sensibles con un porcentaje igual al establecido por Estados Unidos.
Adicional, se anotó que es importante establecer un esquema de cupos a las importaciones de acero de países con los que México tiene firmados tratados. Dado el rompimiento de las reglas de mercado y las distorsiones que se generarán a partir de eso, “el gobierno de México debe estar preparado para adoptar las medidas adecuadas e inmediatas ante sus efectos, a fin de evitar que esta problemática se traduzca en cierre de empresas y la pérdida de decenas de miles de empleos”.