En medio de la presión publica, la automotriz Renault anunció que suspende sus operaciones en Rusia. La empresa está oficialmente deteniendo su producción en la planta de Moscú.
En su retirada de Rusia, y bajo extremas presiones internacionales, Renault estudia además el futuro de la empresa conjunta AvtoVaz, con una larga historia en el país.
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La empresa automotriz viene ya de por sí muy afectada por la escasez mundial de semiconductores, y ahora se enfrenta al retroceso de su segundo mayor mercado.
Como consecuencia, las acciones de Renault han caído más de 25% desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania por la preocupación de los inversores sobre su exposición al mercado.
Renault era una de las últimas grandes empresas multinacionales que seguían operando en Rusia, junto con Nestlé quienes informaron ya el pasado miércoles que suspenderían sus operaciones en el país, con excepción de líneas de productos de alimentación para bebés y nutrición médica.
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Según información de la agencia Bloomberg en línea, "la presencia de Renault en Rusia es políticamente delicada porque el gobierno francés es su accionista más poderoso y el otro socio de AvtoVaz es la Corporación Estatal Rostec, dirigida por un aliado de Putin".
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