Los retrasos de los barcos en los puertos, la logística en el extranjero y los problemas posteriores de la cadena de suministro de los últimos dos años se han cubierto hasta la saciedad.
Pero mientras los problemas en los puertos de Estados Unidos están comenzando a estabilizarse, la pandemia ha revelado uno mayor que aún no se ha resuelto: la dependencia excesiva a una red de suministro en el extranjero y la falta de visibilidad sobre dónde se obtienen los productos y materiales.
Así lo aseguró un reporte de Council of Supply Chain Management Professionals (CSCMP), en donde se detalló los riesgos de una cadena de suministro globalizada y la necesidad de comenzar a cambiar a un modelo de abastecimiento más regionalizado.
El reporte detalló que existe una gran cantidad de razones convincentes por las que los líderes empresariales deben actuar ahora para comenzar a hacer ese cambio, desde la seguridad nacional a la salud y seguridad de los estadounidenses médicamente vulnerables a la sostenibilidad.
La pandemia nos despertó a las vulnerabilidades integradas en nuestras cadenas de suministro históricamente ajustadas y optimizadas en costos”, puntualizó el texto.
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¿Por qué considerar a las cadenas de suministro regionalizadas?
Durante las últimas décadas, se han optimizado las prácticas globalizadas de abastecimiento y adquisición para reducir los costos de mano de obra y otros insumos.
El resultado es un sistema que está diseñado para entregar bienes y productos al menor costo, pero eso ha creado cadenas de suministro frágiles que son vulnerables a la interrupción y la manipulación.
Durante la pandemia, se vivió una escasez de equipo de protección personal (PPE), incluidas batas de aislamiento, guantes y máscaras de grado médico, así como ventiladores.
Entre un aumento de la noche a la mañana en la demanda de estos artículos (70% de los cuales provino de China) y una gestión de inventario justo a tiempo destinada a reducir el stock y el costo, la cadena de suministro en los Estados Unidos no pudo seguir el ritmo.
A esto le siguió la escasez de medicamentos de importancia crítica, incluidos los necesarios para tratar a los pacientes con Covid-19.
Una investigación de la Universidad de Washington en St. Louis también reveló problemas de larga data con la dependencia estadounidense de fabricantes extranjeros de ingredientes farmacéuticos activos (API) para medicamentos esenciales y genéricos.
Actualmente, India y China son los mayores proveedores mundiales de API, y esta dependencia excesiva coloca a los Estados Unidos en una posición precaria de vulnerabilidad a los aumentos de precios, detalló el documento.
Problemas en la fabricación
En 2021, por ejemplo, los retrasos en la fabricación de estos países representaron el 11 % de toda la escasez de medicamentos en ese país.
La industria farmacéutica no está sola en su excesiva dependencia de los proveedores extranjeros. Actualmente, la mitad de toda la fabricación mundial se encuentra en Asia.
Como resultado, los consumidores estadounidenses (muchos todavía atrapados en casa y llenos de dinero en efectivo de los cheques de estímulo) comenzaron a comprar productos electrónicos, vehículos, equipo de ejercicio y otros productos en una escala que los modeladores de demanda no podrían haber pronosticado.
En lugar de la actual cadena de suministro global con una dependencia excesiva de la fabricación asiática, los autores del texto creen que Estados Unidos obtendría muchos beneficios financieros y estratégicos de una red de suministro panamericana.
Resaltaron que en las cadenas de suministro, la velocidad se traduce en efectivo y la flexibilidad se convierte en resiliencia.
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El plan de una red de suministro panamericana
El texto detalló que la creación de una red de suministro panamericana requeriría una combinación de inversión privada y financiamiento e incentivos públicos.
Por ejemplo, los fondos gubernamentales podrían usarse para construir una infraestructura de transporte que uniera a Estados Unidos, Canadá, México y América Central y del Sur. Esto crearía un corredor de cadena de suministro robusto y resistente que permitiría que los productos fluyan a través de los dos continentes más rápido y con menos impedimentos”, indicó el texto.
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Al invertir en infraestructura de vías férreas, puentes y carreteras desde Canadá a través de México y hacia América Central y del Sur, se crearía una infraestructura de cadena de suministro más fluida.
Los bienes y recursos críticos podrían transportarse por tierra desde ubicaciones de bajo costo en América Central y del Sur a Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el texto insistió en la importancia de crear un ecosistema de fabricación panamericano.
El costo de la mano de obra en México y América Central rivaliza con el de China. Además, los países de América Central tienen la población y la demografía para respaldar una huella logística y de fabricación a gran escala (la edad promedio en América Central es de 28 años)”, apuntó el CSCMP.
En un texto posterior abundaremos sobre la propuesta de hoja de ruta del organismo hacia una regionalización de la cadena de suministro del continente.
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