Ante el reto de abastecimiento que trajo la pandemia de Coid-19, algunas industrias optaron por el uso de la impresión 3D en la manufactura para la fabricación de insumos.
Esa práctica no es nueva, desde hace 30 años la impresión 3D o manufactura aditiva ha cambiado la forma tradicional de fabricar. Como muchas áreas durante esta contingencia sanitaria, simplemente se aceleró su uso.
La impresión 3D o manufactura aditiva ha evolucionado al punto que cualquier pieza puede fabricarse desde un escritorio en casa u oficina.
Avance de la impresión 3D en la manufactura
En entrevista exclusiva para THE LOGISTICS WORLD, Christopher Mejía, director de la red MIT SCALE para América Latina y el Caribe del Centro de Transporte y Logística del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) habló de la impresión 3D como una solución ante la escasez mundial de cierto tipo de componentes.
“Algunas impresoras 3D empezaron a venderse mucho más en este periodo, sobre todo las de mayores dimensiones. Fue la manera en la que una empresa como Pemex o como Slump Berger o cualquiera de las de Land Gas o empresas de metalurgia empezaron a hacerse de partes”, relató.
Si no las hubieran tenido su producción se queda parada, abundó el experto logístico.
“Para muchas empresas para la línea de producción es mortal y puede significar hasta la quiebra. Las impresoras 3D les permitieron tener a la mano la posibilidad de imprimir cualquier pieza de repuesto necesaria”, añadió.
Mejía destacó que el modelo ha cambiado, pues en vez de recibir una pieza o producto terminado, lo que las empresas pagan es el derecho de utilizar el diseño para imprimirlo in situ.
“Claramente los costos disminuyeron en ese sentido y la cadena de suministro, pues ya no estaba del lado de quién enviaba este producto. ¿Qué pasó en realidad? Que la logística cambió y las empresas tienen que adaptarse a eso”, destacó.
Impresión 3D en la manufactura vinculada con el metal
Una de las modalidades de impresión 3D que va ganando espacios es la vinculada con el metal. Abarca desde la perspectiva experimental hasta piezas de producción final.
El uso principal de la impresión 3D en la manufactura se ha dado en la industria automotriz y en la aeroespacial.
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Ocurre incluso un fenómeno “peculiar”: la fabricación de ciertas piezas no necesariamente significa que sea más económico que comprarlas, pero sí se traduce en una mayor eficiencia en gasto de combustible o peso.
Querétaro, a la cabeza en la impresión 3D en la manufactura en México
En México, el estado de Querétaro lleva la delantera en cuanto a recursos y compañías relacionadas con la impresión 3D en la manufactura, al punto de que los especialistas creen que es cuestión de tiempo para que se consolide como un hub en manufactura aditiva.
Lo que tiene en contra esta tecnología es que pasarán muchos años, quizás, para su adopción masiva.
Esto debido a la falta de estándares que permitan asegurar repetibilidad como en los procesos de manufactura tradicionales.
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A esto hay que sumarle que la velocidad para fabricar una pieza en impresión 3D no se compara con el ritmo de producción masiva de la gran mayoría de las fábricas.
Tecnologías como la cama de polvo prometen cambiar esta condición, pues pueden construir ciento de piezas en pocas horas, al punto de crear entre 15 y 20 mil piezas por año.
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