De acuerdo con un estudio realizado por la firma de investigación en tecnología Technavio, se tiene previsto que el mercado de vehículos autónomos tenga un crecimiento exponencial en los próximos años.
En el informe Mercado Global de Vehículos Autónomo, se prevé que el tamaño del mercado crecerá a 319.41 mil millones de dólares, con una aceleración de crecimiento anual compuesta de 38.45% entre 2022 y 2027.
Estos vehículos, equipados con inteligencia artificial y sistemas avanzados de conducción, están destinados a redefinir la eficiencia, seguridad y sostenibilidad del transporte de mercancías a nivel global.
Los vehículos autónomos se podrán ver en la logística de México y la región en los próximos años ya implementados de manera funcional, según estimaciones de Tranciti. Actualmente hay prototipos en algunos países y para volúmenes pequeños a distancias cortas.
En el tema logístico, los automóviles autónomos pueden tener grandes beneficios, transformando la manera de transportar la mercancía, pero también reduciendo costos, mejorando la eficiencia, aumentando la seguridad e incluso generando un impacto positivo en el medio ambiente.
Muchos de estos nuevos vehículos se están comenzando a desarrollar con tecnología de propulsión eléctrica, lo que hace que se reduzca la huella de carbono, obteniendo una logística más sostenible.
Los principales desafíos
La implementación de vehículos autónomos en la logística aún enfrenta varios desafíos significativos. Uno de los más importantes es la normativa.
“El uso todavía es prácticamente inexistente y sólo a modo de pruebas, no es algo que se esté utilizando de una manera normal o recurrente. Esto tiene que ver también con la normativa; todas estas innovaciones en muchos casos están yendo más rápido que el desarrollo de la misma normativa”, destaca Gonzalo Fuenzalida, Cofundador y Chief Commercial Officer de Tranciti.
El directivo explica que la implementación en México dependerá de las leyes, pues incluso en Estados Unidos también se tiene que regular para que se establezca dónde sí se puede manejar, dónde sí pueden hacer pruebas, etc.
Otro de los desafíos es la conducción y la responsabilidad en caso de accidentes.
“Claramente va a ser más seguro que el promedio de lo que es un humano conduciendo. En el tema logístico va a poder proyectar, por ejemplo, rutas mucho más exactas donde ya no queda al criterio del conductor una ruta, sino del software", explica.
Sin embargo, también habrá otros detalles qué solucionar como quién al hacer el despacho de última milla, porque los autónomos tendrán que dar vueltas en lugar de buscar dónde estacionar, lo que puede traer problemas de embotellamientos.
La responsabilidad en caso de accidentes también es un tema crucial. “Otro de los desafíos es de quién va a ser la responsabilidad si ese vehículo comete un accidente, de quién va a ser: del conductor, de la empresa transportista, del dueño del software, de la empresa que rentó el vehículo. Por eso es que la normativa es tan importante y por eso es que vemos que siempre va a ser necesario, de cierta manera, alguna interacción humana”, añadió Fuenzalida.
La colaboración con otras empresas es imprescindible para que exista comunicación entre sistemas, de ahí que es vital que toda la industria esté automatizada y en comunicación, debe existir un algún grado de conexión con los distintos actores de la industria.
El directivo señaló que pese a una automatización de la industria y la existencia de esta tecnología, el factor humano siempre va a estar presente.
"Las funciones del operador van a cambiar y van a estar presentes por lo menos al principio, el tema humano siempre va a quedar ahí porque siempre hay un tema de responsabilidades y el humano lo va a tratar, aunque sea más seguro el manejo autónomo, siempre va a haber una persona al menos durante los primeros años, por lo menos en aquellos que son carga pesada, de alto tonelaje. Va a depender mucho de lo que dicte el ente regulador de cada país”, concluyó Fuenzalida.