Existe la necesidad de una correcta planeación en la construcción de los puertos de México para evitar modificaciones e incrementos en los costos de nueva infraestructura, así como la pérdida de recursos económicos.
Por lo tanto, una planeación para 25 o más años daría una continuidad y evitaría detener las obras de infraestructura, señaló Celso Morales Muñoz, director técnico de la Asociación Mexicana de Infraestructura Portuaria, Marítima y Costera (AMIP).
La falta de planeación induce a que las obras no se terminen en el tiempo considerado, como en el caso de los puertos petroleros de Salina Cruz en Oaxaca o Dos Bocas en Tabasco, que se proyectaron pero donde las obras no concluyeron. Un aspecto a considerar pues las obras deben estar enfocadas a potenciar e impulsar las actividades económicas de un país.
Durante el ciclo de conferencias Los puertos y las costas, un reto de sustentabilidad, del Instituto Politécnico Nacional y AMIP, Morales Muñoz mostró estadísticas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de obras de infraestructura inconclusas, entre las que se incluyen algunas de Pemex, con un presupuesto inicial de 38 mil millones de pesos y que al final resultó en 85 mil millones de pesos cuando se retomó la construcción.
Asimismo, obras de la CFE, con un monto de 20 mil millones de pesos y un aumento de 20 mil millones de pesos, para 44 mil millones de pesos en total, lo que resultó en 142% de incremento en el presupuesto de las obras debido a una mala planeación. No obstante, el experto destacó la existencia de otros factores para la no conclusión, que en el caso de las obras marítimas incluye las condiciones oceanográficas como el fondo marino móvil y más de cualidad meteorológica.
“Eso se debe, un poco, porque existe una urgencia de terminar las obras y que parten de un proyecto que no es el definitivo; que da una idea de lo que va a suceder, para hacer los planteamientos del procedimiento constructivo, pero que no tienen con precisión los volúmenes reales que se van a ejecutar”, dijo el directivo a esta casa editorial tras su ponencia en el instituto.
En esos casos, recomendó analizar las necesidades del puerto en función del mercado existente para poder definir con mayor precisión las inversiones que se requieren hacer en infraestructura -y en qué momento económico ocurren- en ambos litorales del país, tanto en el Pacífico como en el Golfo de México.
Movimiento de carga
Los puertos de Manzanillo en Colima y Lázaro Cárdenas en Michoacán son considerados importantes y en los cuales se realiza el mayor intercambio de mercancías con los puertos asiáticos, que en las últimas dos décadas han mostrado un crecimiento exponencial; mención aparte tienen los puertos de Salina Cruz en Oaxaca y de Puerto Chiapas en Chiapas, que reflejan movimientos mínimos.
Aunque de manera general, del 2006 a 2016 no hubo una variación notoria, tan solo de 0.3% de crecimiento en el movimiento de carga; mientras que de 2015 a 2016 fue del 1.6%; y en 2017 de 307.6 millones de toneladas.
En este contexto, en los puertos del Golfo de México, como Altamira, Tampico, Tuxpan, Coatzacoalcos y Progreso, se movilizaron 179.6 millones de toneladas con una tasa de crecimiento de 7.15% anual equivalente a una participación de 58.4% del total, contabilizó el director técnico de AMIP.
En cuanto a las proyecciones para el movimiento de carga en los puertos mexicanos, aseveró que va incrementando y que tendrán más ocupación y aprovechamiento de infraestructura y puntualizó que el movimiento de carga depende de la economía del país porque tiene una relación con el Producto Interno Bruto (PIB), “en esa medida ha ido respondiendo”.
Sustentabilidad en infraestructura Celso Morales dijo que todos los puertos y terminales que se construyeron en los últimos años tenían que cumplir con las restricciones y programas sustentables, a fin de preservar el medio ambiente y aprovechar las necesidades actuales.
El desarrollo sustentable en los puertos tiene un avance, en la mayoría de las instalaciones se está cumplido con la sustentabilidad, pero hay que
darle seguimiento durante la construcción y más en la etapa de operación. “Todas las obras de infraestructura deben ser sustentables”.
En su ponencia El desarrollo portuario de México, destacó que las
inversiones de los últimos años en varios puertos suman la construcción
de infraestructura en 25 puertos, entre las que se consideran la
construcción de nuevos muelles, de terminales, la ampliación de profundidad de los canales de navegación, el aumento de profundidad y
las necesidades de tamaño de las embarcaciones.
En este tenor, expresó que el puerto marítimo de Veracruz, que tiene en construcción el primer rompeolas de 4.2 kilómetros de desarrollo, único en el país, superior al de Cuyutlán, Colima –considerado un puerto sustentable-, una obra reciente y con solo 420 metros.
El también consultor en ingeniería añadió que existe un desarrollo costero notable y continuo, que se refleja en los permisos, las concesiones y las autorizaciones de obras, que van desde una rampa de botado a muelles para embarcaciones costeras.
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