A casi dos años desde el inició de la pandemia, el sector tecnológico ha tenido que enfrentar diversos retos que han impactado directamente en la manufactura de dispositivos, siendo uno de los principales, la alta demanda de chips y semiconductores procedentes del continente asiático.
En este aspecto, se estima que, tan solo en 2021, las exportaciones de Taiwán a China de chips fueron de más de 188 millones de dólares, lo cual representa un aumento del 24.8% con respecto al año anterior.
Ante este panorama, surgen las preguntas: ¿qué pueden hacer las compañías tecnológicas para hacerle frente a una demanda sin procedentes? Y, ¿cómo mantenerse competitivas en un mercado laboral en el que los equipos tecnológicos se han vuelto más indispensables que nunca?
Manufactura de tecnología
Los chips y semiconductores son dos de los componentes más importantes dentro de la industria tecnológica, ya que de ellos depende la manufactura de computadoras, impresoras, smartphones y hasta automóviles.
Asimismo, dada su relevancia, de ellos dependen los resultados económicos de las empresas del sector, ya que, entre más chips se produzcan, mayor será la cantidad de productos disponibles para ofertar en el mercado.
Debido a esta situación, resulta lógico pensar que los líderes de la industria comenzaran a preocuparse cuando varios países del continente asiático cerraran sus fronteras durante los primeros meses de la crisis sanitaria, sobre todo considerando que más de la mitad de la producción mundial de chips proviene de Taiwán, China y Corea.
Esta misma preocupación comenzó a generar una demanda sin precedentes de estos componentes tan valiosos.
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De hecho, tan solo en 2021, la venta mundial total de ellos alcanzó 89.7 millones de dólares (20% mayor que en 2019).
¿Cómo producir de manera eficiente ante la alta demanda de chips?
Diversos analistas comenzaron a pronosticar una potencial crisis para el sector, la cual vendría acompañada de un incremento en los precios, poca oferta de productos y una caída significativa en las acciones si no se encontraba una solución a este problema.
Esta situación generó la siguiente pregunta: ¿cómo mantener una producción eficiente ante un mercado incierto que depende casi enteramente de Asia?.
La respuesta a esta problemática la encontramos al entender que esta demanda sin precedentes no se resolverá al corto plazo.
Por lo tanto, la reactivación de la manufactura regional y continental a través de la apertura de nuevas fábricas capaces de producir chips que cumplan con la demanda actual, resulta primordial.
Inversión en la producción de chips
En este aspecto, Estados Unidos recientemente anunció que invertirá más de 52 billones de dólares para la investigación y producción de semiconductores.
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Por otro lado, las empresas tecnológicas deben comenzar a realizar sus pronósticos de producción a plazos mayores con el objetivo de mantenerse preparados ante cualquier contingencia del mercado de los componentes.
Por último, cabe resaltar que la situación actual de la demanda de conductores ha llegado a cambiar la economía global, por lo que, aquellas compañías que inviertan en la producción de éstos estarán destinadas a obtener grandes resultados financieros a mediano y largo plazo.
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