El 17 de agosto de 2023 entró en vigor el Reglamento de la Unión Europea (UE) sobre nuevas baterías, introducido por el Parlamento Europeo y el Consejo.
Se espera que el reglamento ayude a apoyar un cambio a gran escala hacia la electromovilidad que depende de las baterías.
Se adoptó, en gran medida, en apoyo de los objetivos europeos de neutralidad climática de Green Deals para 2050.
La legislación requiere sostenibilidad en todo el ciclo de vida de las baterías, incluyendo el rendimiento, la seguridad, la recolección, el reciclado, los desechos, el intercambio de información y la presentación de informes.
Esto incluye el requisito de la debida diligencia en la obtención de materias primas para la producción de baterías.
Así lo detalló un artículo publicado por la empresa de análisis de riesgos de la cadena de suministro Everstream Analytics.
Nuevo reglamento afectará a diversos sectores
Si bien es probable que la regulación sea desproporcionadamente impactante para los fabricantes de baterías, también afectará a industrias dependientes de estos elementos.
Entre ellas se encuentran la electrónica de consumo, el dispositivo médico y las industrias automotriz y la de energías renovables.
Las obligaciones incluyen nuevos requisitos de marcado y etiquetado, como la marca "Communauté Européenne" (CE).
Dicha marca indica que los productos han superado la evaluación de la conformidad de la UE.
Algunos tipos de baterías también deben tener una declaración de huella de carbono legible que desvele los niveles de cobalto reciclado, plomo, litio y níquel.
En algunos casos también se requerirá un pasaporte de batería electrónica con el nombre y la ubicación del fabricante.
Eso obligará a los fabricantes de automóviles a dar a conocer los datos de propiedad sobre la composición de la batería de EV.
Otros requisitos se refieren al rendimiento y la seguridad de las baterías, con nuevas restricciones a sustancias peligrosas como mercurio, cadmio y plomo, y nuevas pruebas para sobrecalentar y riesgos de incendio.
También se esbozan parámetros mínimos de rendimiento y durabilidad para mantener los estándares de rendimiento electroquímicos y de vida útil, detalló el artículo.
Además, hay nuevos mandatos para la facilidad de reciclado y reutilización de las baterías por parte de los usuarios finales para ayudar en las tasas de recuperación de materiales.
Áreas que podrían enfrentar complicaciones
Se espera que esta obligación afecte a los fabricantes intermedios, ya que puede requerir cambios en la estructura y el diseño de los dispositivos que albergan baterías.
Las baterías utilizadas en cualquier aparato deben ser fácilmente reemplazadas por los usuarios finales si la duración esperada es más corta que la del aparato.
Aunque el reglamento prevé algunas exenciones para dispositivos médicos implantables e infecciosos, el sector de dispositivos médicos puede enfrentar interrupciones, ya que se espera que dispositivos como monitores transportables de pacientes, monitores de presión arterial, bombas de jeringas y termómetros caigan dentro de este requisito.
Del mismo modo, la electrónica de consumo como los teléfonos inteligentes podría verse obligada a rediseñar los productos para que las baterías sean desmontables bajo este mandato.
Por último, el reglamento exige la adopción obligatoria de políticas de diligencia debida por parte de los productores con un volumen de negocios neto de más de 40 millones de euros (42.8 millones de dólares).
Para los fabricantes de baterías de la UE, es probable que los requisitos de diligencia debida para los insumos de abastecimiento añadan costos y cargas operativas, ya que la región depende en gran medida de las importaciones de materias primas.
Importaciones para la fabricación de baterías
La UE importa el 81% de su cobalto crudo y litio, el 96% de su manganeso crudo y el 99% de su grafito natural crudo.
También importa el 100% de su litio refinado y el 75% de su manganeso refinado.
De esas importaciones, una parte importante se deriva de países de alto riesgo en los que la extracción suele estar vinculada a denuncias de derechos humanos y violaciones del medio ambiente.
El cobalto, por ejemplo, proviene principalmente de la República Democrática del Congo, donde al menos 15-30% está relacionado con violaciones laborales.
Dependiendo del grado de vínculos críticos de minerales con el abastecimiento poco ético, las empresas pueden correr el riesgo de afectar a las baterías que se extraen del mercado de la UE.
Del mismo modo, estos obstáculos geográficos azotan el otro extremo de los ciclos de vida de la batería, con más del 80% de la capacidad de reciclaje de baterías EV del mundo ubicada en China.