Conforme el tiempo pasa, pesa cada vez más el concepto “tecnología” y recae sobre todas las industrias y los mercados. Por ello se ha originado un serio debate sobre el impacto que ocasiona su aplicación en los procesos operativos de las empresas.
Desde el punto de vista directivo, en un primer momento, las ideas para una mejora constante se centralizan puntualmente en los beneficios tangibles, tales como el aumento de la productividad y la mejora de calidad del servicio, que únicamente se pueden lograr con la aplicación de estas soluciones.
En un segundo momento, se visualiza la preocupación de las empresas por la reducción de los costos resultantes de la inversión obligatoria y constante que genera la capacitación del personal y el costo de dar experiencia a los empleados dentro de un mercado dinámico y de alta rotación.
La codiciada clave para responder a estos dos escenarios planteados está en descubrir cómo y qué hacer para que los trabajadores aumenten su eficiencia rápidamente sin perder su motivación o generar gastos e implicaciones innecesarias, al tiempo que ellos crecen y a su vez hacen crecer a las empresas.
¿Es necesario fusionar el factor humano con la tecnología?
La tecnología y el factor humano son piezas elementales para el éxito de la empresa. La primera aporta soluciones que ayudan a los operadores a realizar sus tareas de forma más sencilla, rápida y productiva y con ello contribuir al rendimiento de cada persona, las cuales encuentran mayor satisfacción con el trabajo realizado en mucho menos tiempo que antes.
Esto no significa que el operador vaya a modificar necesariamente sus labores, pero sí se trata de un gran impulso que le posibilita incrementar su productividad y, por lo tanto, también incrementa la satisfacción personal por estar trabajando con tecnología de punta.
La experiencia ha demostrado que las empresas reciben un mayor retorno de inversión gracias a la implementación de soluciones tecnológicas, dado el impacto que estos sistemas generan en los usuarios finales, pues les facilita la labor diaria y el incremento de eficiencia al tiempo que se mantienen a la cabeza en competitividad.
Al involucrar a los trabajadores con las nuevas implementaciones tecnológicas, no sólo en forma, si no haciendo cambios de fondo, es decir, de cultura y visión, se puede asegurar el éxito del funcionamiento, de la operación y también del retorno de inversión y la productividad. También la correcta integración de la tecnología y la gente de la empresa determinan el ritmo de crecimiento de las empresas, sobre todo en años venideros, pues los avances tecnológicos superan a la población con su veloz evolución.
El ambiente logístico es un ejemplo claro de esto; son las cadenas de suministro áreas que se han aventurado hacia este cambio, implementando tecnologías de captura de datos en sus almacenes por la imperiosa necesidad de aplicaciones y sistemas adecuados que resuelva la compleja administración de inventarios, surtidos, pedidos y compras, sin los cuales existen grandes márgenes de error, mismos que resultan en importantes pérdidas económicas por cuestiones como el mal acomodo de mercancías, que impiden una buena visibilidad y precisión, afectando negativamente todo el negocio.
La necesidad de una solución más humana e inclusiva que tenga un retorno de inversión rápido y permita ganancias garantizadas ha encaminado a los centros de distribución a descubrir una herramienta que les acerca a la tendencia futurista con la que, afortunadamente, contamos hoy: los sistemas dirigidos por voz.
La voz es la más natural e intuitiva de todas las tecnologías de captura de datos y administración de órdenes, porque hablar es una de las primeras habilidades que la gente aprende y de la misma forma, más fácil implementa en su medio de trabajo.
Un gran aliado en los almacenes: tecnología de voz
Dentro del mundo tan tecnificado en el que vivimos el día de hoy, mantener el enfoque pasado resulta obsoleto. En especial cuando las empresas luchan por conseguir el máximo del rendimiento de sus operaciones como sea posible. El trabajo dirigido por tecnologías de voz en los almacenes ha demostrado de manera significativa impulsar la productividad, precisión, seguridad y satisfacción laboral en los centros de distribución en todo el mundo al tiempo que garantiza retorno de la inversión (ROI) en menos de un año.
Las empresas exitosas tienen muchos enfoques para posicionar el factor humano dentro la ecuación de éxito en las implementaciones de la tecnología de voz, por ejemplo, involucran a los trabajadores del almacén y la gerencia inmediata. Dotan a los supervisores con el conocimiento y capacitación necesarios para que puedan capacitar a los empleados, y así obtener y considerar cuidadosamente la retroalimentación de éstos. Al ser involucrados y tomados en cuenta, se les compromete con la nueva tecnología, generando en ellos motivación para participar activamente y responder a las mejoras.
Parte de esta dinámica de liderazgo es ayudar a los trabajadores a entender y asumir los cambios tecnológicos que están realizando en su ambiente de trabajo. Si bien es cierto que las empresas tienen las expectativas de lograr un ROI, también es cierto que este está justamente ligado a la preparación de los empleados previo al impacto de la implementación de la nueva tecnología.
Los almacenes y centros de distribución en todo el mundo dependen cada vez más de este tipo de tecnología para mejorar la productividad, incrementar la precisión y reducir gastos operativos. La voz permite al trabajador realizar sus tareas con manos libres y vista libre (manos libres de cargar cualquier objeto para realizar su tarea y vista libre y enfocada únicamente en el objeto a surtir) por esta razón, la voz es una fuerte alternativa a los sistemas basados en papel o los sistemas basados en escáneres, entre otros.
Así es como funciona la tecnología de voz: las tareas para la selección, reabastecimiento, acomodo y otros movimientos del inventario son generados por un sistema de administración de almacén, mismo que transmite a través de una red inalámbrica a un dispositivo portátil las actividades a realizar. El dispositivo traduce los datos de asignación en comandos verbales dictados por una diadema al trabajador, dirigiéndolo a un pasillo o una sección específica. El trabajador finaliza su acción dictando un dígito verificador o diciendo: “¡listo!” y ha terminado. La tecnología de voz facilita a tal grado el trabajo, que una vez que se integra, los operadores se rehúsan a volver a su antiguo modelo laboral.
Unificando talentos
Existen casos de éxito de empresas de todo el mundo en las que se ha apostado por involucrar al factor humano con la tecnología dando excelentes resultados. La tecnología de voz garantiza el éxito de las implementaciones por su facilidad de integración con la gente. Como ejemplo de ello, está el caso de Farmacias del Ahorro, una empresa mexicana dedicada a proveer servicios de salud a los mexicanos; actualmente, son la compañía importante a nivel nacional en la rama de comercialización de productos farmacéuticos.
En su afán de crecimiento a lo largo de nuestro país, identificaron las áreas de oportunidad a mejorar en sus procesos operacionales, llevando a cabo una prueba piloto para hacer la comparación de sus terminales de radiofrecuencia. Al finalizar la prueba se detectó lo siguiente:
• Incremento constante en la productividad.
• Reducción de gastos de casi 50%.
• Los empleados del centro de distribución manifestaron mayor concentración en sus actividades laborales gracias a la rápida familiarización con el manejo de la nueva herramienta.
• Desarrollaron una excelente autoconfianza sobre los resultados de sus actividades, que eran cada día mucho mejores.
La necesidad de complementar el trabajo diario con la tecnología ya no es una cuestión de elección, es más una obligación, pues ayuda a las empresas a competir codo a codo y sobrepasar a la competencia.
La tecnología juega un papel vital en la vida de los negocios modernos, ya que sin ella, las empresas pueden extinguirse o carecer de oportunidad en el mercado. Incorporar prácticas de negocio mezclando exitosamente la tecnología con el factor humano se ha vuelto una cuestión imprescindible y determinante en todas las industrias de todo el mundo. Se puede contar con las mejores herramientas tecnológicas, pero si las empresas descuidan el factor humano antes o durante la implementación, no conseguirán sus objetivos de eficiencia y productividad.
Un sistema de voz siempre será un ganar-ganar tanto para la empresa y las personas que laboran en ella, pues la voz facilita el trabajo de los empleados a tal grado, que ejercen sus funciones con la mayor eficiencia, permitiendo a la organización incrementar su competitividad. Asimismo, ayuda a mejorar la ética de los empleados y la satisfacción laboral, a través de mayores incentivos y del reconocimiento de sus habilidades.
Es indispensable que se adopte un enfoque estratégico, centrado en las personas, las empresas podrían optimizar los beneficios potenciales que ofrecen los servicios de voz y obtener ventajas competitivas y determinantes para el futuro.
* Director de Desarrollo de Negocio en América Latina para Vocollect. Licenciado en Administración de Negocios y Análisis de Sistemas de la Facultad de Sao Paulo, Brasil. Cuenta con una experiencia de casi 20 años en empresas de aplicaciones de TI, entre las que se incluyen IBM y Vocollect.
