Javier Dulce, Presidente de la Cámara Interamericana de Asociaciones Nacionales de Agentes Marítimos, estimó que el futuro del comercio marítimo internacional —el cual, como comúnmente se dice, está a la vuelta de la esquina— demanda de buques de mayores dimensiones que promuevan el ahorro en combustible; de lo contario, advirtió, se corre el riesgo de no ser competitivo y quedar fuera del comercio exterior.
En el marco de los 25 años de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), donde se impartieron mesas y paneles sobre el panorama de la competitividad en puertos, Javier Dulce destacó la influencia y el impacto de factores como el aumento del precio del combustible; la economía de escala, la cual permite optimizar costos; la protección al medio ambiente; el Canal de Panamá; y el crecimiento y la modernización de la flota.
En ese sentido, indicó que el comercio marítimo mundial no sólo requiere de grandes naves, sino también de la adecuación de los puertos, así como del ensanchamiento de los canales de acceso; de esta forma, opinó, se evitarán los cuellos de botellas y se agilizarán las operaciones logísticas.
“Si no adaptan la infraestructura de los puertos a los buques grandes, el comercio exterior no va a ser eficiente… hay que profundizar y ensanchar los canales de acceso portuario, pensarlos como una cadena logística”, subrayó Dulce.
El especialista, quien participó en el panel la competitividad en los puertos de la región, problemática y desarrollo en materia de infraestructura, ejemplificó que naves como el Post Panamax, con capacidad de 12 mil TEUS y que empezó a predominar a partir de 2006, están en franco crecimiento.
Aunado al tamaño de los barcos, Javier Dulce analizó que se está demandando una buena gestión del tráfico marítimo. En ese sentido, consideró que otros de los desafíos que deberán sortear los puertos serán contar con mejores conexiones; el mejoramiento de la planificación portuaria con políticas públicas integrales; barcos amigables con el medio ambiente; y prepararse para el mediano y lafo plazo en materia de comercio exterior.
Al menos 90% del comercio mundial es transportado a través de buques, citó Javier Dulce.
Por su parte, Patricio Campbell, Vicepresidente Regional de la Federación de Asociaciones Nacionales de Brokers y Agentes Marítimos, manifestó que no basta con ser grandes sino más eficientes, “el tamaño sí importa”, declaró en alusión a las dimensiones de los barcos.
Asimismo, Campbell opinó que es difícil pensar a 20 años, no obstante pronosticó que para el 2030 los armadores y los navieros tendrán mucha responsabilidad en materia de infraestructura; además de combustible más limpio, debe haber cargas y descargas más rápidas, mayores interconexiones y un transporte de contenedores más ecológicos.
En tanto, Jorge Contreras Rivas, Presidente de la Asociación Peruana de Agentes Marítimos, señaló que actualmente es un gran negocio invertir en infraestructura. Sobre esta premisa, el directivo precisó que hay paradigmas que se están cayendo en la industria portuaria y otros más están surgiendo tal es el caso, mencionó, de los hinterlands a través de las zonas de influencia contiguas, es decir, los puertos están llegando a zonas de influencia más lejanas y no pueden vivir aislados; “el negocio marítimo tiene que estar pensado de esa manera: mar y tierra”, expuso.
Otros elementos que fueron destacados por Contreras Rivas son el de la seguridad portuaria y la trazabilidad de la carga, los cuales dijo son decisivos para la eficiencia de la cadena logística.
Jorge Contreras concluyó que hoy en día existe un atraso en la infraestructura portuaria, por lo que consideró conveniente continuar con las inversiones en esta materia, hacer un despegue económico basado en la competitividad y apoyo de la infraestructura y desarrollar el nuevo rol de la autoridad portuaria.
Finalmente, José Cristian Bennett Lira, Presidente de la AMANAC, hizo un llamado a elevar la competitividad del sistema portuario, vincularlo con el resto del mundo; impulsar el desarrollo de servicios e infraestructura; mejorar la rentabilidad de la economía; y hacer inversiones tanto públicas como privadas mediante un esquema público y privado.
“Necesitamos puertos alimentadores y fomentar el cabotaje con conexiones a los puertos de mayor volumen, además necesitamos más carreteras de mejor nivel e impulsar la construcción de terminales intermodales”, afirmó.
Respecto al proyecto incluso de Punta Colonet, Cristian Bennett opinó que el mercado nacional no justifica ese proyecto, requiere una alta inversión y se canceló por no existir las condiciones para llevarlo a cabo; una nueva terminal de contenedores mejoraría la competitividad y sería de gran importancia, finalizó.