Bruselas, (EFE).- La Unión Europea (UE) ve en la inversión privada su gran baza para financiar la transición ecológica, reforzar industrias estratégicas y competir con potencias como China o Estados Unidos, aunque los socios discrepan sobre la fórmula para lograrlo.
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"Hay consenso en que afrontamos desafíos extraordinarios, como el cambio climático, la revolución digital, la transformación del sistema socioeconómico, y en que tenemos que invertir más en seguridad y defensa"
Dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras una cumbre en la que los jefes de Estado y de Gobierno debatieron sobre la competitividad del continente
Los líderes, que debatieron este tema sobre la base de un informe encargado al exprimer ministro italiano Enrico Letta sobre el mercado único, aprobaron unas conclusiones que inciden en que en un momento de tensiones geopolíticas y políticas "más asertivas" por parte de sus socios y competidores internacionales, sobre todo a la hora de conceder subsidios públicos a sus industrias, "Europa necesita un cambio político".
Los Veintisiete abogan por un nuevo "Pacto de Competitividad" cuya piedra angular es aumentar la inversión privada a través de la integración de los mercados de capitales europeos, lo que debería facilitar que el ahorro europeo, 33 billones de euros según el informe de Letta, se canalice hacia inversiones en el continente y que las empresas diversifiquen sus fuentes de financiación, evitando que éstas huyan a Estados Unidos buscando capital o un entorno más favorable.
"No hay tiempo que perder, la brecha entre la UE y Estados Unidos en términos económicos es cada vez más grande", insistió Letta, cuyo informe recuerda que cada año 300.000 millones de euros en inversiones europeas salen hacia EE.UU. y que el PIB per cápita europeo creció la mitad que el estadounidense en las pasadas dos décadas.
Pero si bien los Veintisiete coinciden en las prioridades estratégicas y la necesidad de invertir, "hay diferentes sensibilidades sobre cómo movilizar los medios", reconoció Michel, quien esperó que las iniciativas se vayan plasmando en propuestas en los próximos meses.
La UE apuesta tras el debate de hoy por trabajar en tres vías principales para lograr esa unión de mercados de capitales: armonizar parte de las normas nacionales sobre insolvencia, cuyas divergencias frenan el movimiento de las empresas, lograr una mayor convergencia de los regímenes empresariales para facilitar el flujo de inversiones de capital; y mejorar la supervisión europea de los mercados financieros.
Sin embargo, la posibilidad de centralizar esta supervisión en la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA), abanderada por Francia, ha sido uno de los principales puntos de fricción ya que los países más pequeños creen que les perjudicaría, lo que llevó a rebajar la ambición del texto de conclusiones.
Inicialmente, éste pedía establecer esta supervisión centralizada, pero en su versión final se limita a pedir a la Comisión Europea que estudie las condiciones que permitirían que la ESMA supervise a las entidades transfronterizas más importantes.
También se ha eliminado la llamada a armonizar los regímenes de impuestos de sociedades, línea roja para países como Irlanda y Luxemburgo.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reconoció en su rueda de prensa posterior a la cumbre que las posturas iniciales de los Veintisiete son “divergentes” y defendió su modelo de supervisión centralizada de los mercados de capitales, que a su juicio no están “suficientemente integrados” en la actualidad.
Macron aseguró que al modelo de supervisión europea se llegaría de forma “progresiva” y funcionaría “exactamente” igual que la bancaria, por lo que sólo caerían bajo su vigilancia las entidades “sistémicas”.
También el canciller alemán, Olaf Scholz, abogó por una mayor armonización de los regímenes de supervisión e insolvencia. "Si quieres invertir es difícil tener que cumplir con 27 regímenes diferentes, mover el dinero rápido y tomar buenas decisiones de inversión", dijo el mandatario alemán.
Más allá de la búsqueda de dinero, los Veintisiete llaman a eliminar barreras a la circulación del mercado único, simplificar regulación y reducir la carga administrativa para las empresas, así como a potenciar el sector energético, con inversiones "sustanciales" en redes, almacenamiento e interconexiones para abaratar la energía y el tecnológico e invertir más en investigación e innovación.
EFE lpc-asa-drs/cat/may