Buenos Aires, (EFE).- El Gobierno argentino admitió este miercoles que la inflación en el mes de diciembre rondará el 30%, con lo que la de todo el año 2023 casi llegaría al 200%, situándose así al borde de la hiperinflación.
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"Entendemos que el problema inflacionario es una de las grandes batallas que tenemos para dar y que estamos dando, y sabemos muy bien cómo terminar con la inflación (...) pero es un proceso largo", admitió en conferencia de prensa el portavoz presidencial, Manuel Adorni, quien hizo referencia en varias ocasiones a la herencia recibida por el Ejecutivo de Alberto Fernández (2019-2023), que calificó de "desastre".
Una de las grandes 'bombas' que ha dejado la política anterior fue la inflacionaria, que estamos tratando de resolver (...), entendemos que no se resuelve de un día para el otro. Todo está impactado por la gran distorsión que había en determinados precios, como los de los combustibles, o en materia cambiaria"",
Aclaró el vocero presidencial, de profesión economista.
La cifra apuntada por el Ejecutivo se corresponde con la que ayer estimaron varias consultoras económicas, que prevén un panorama muy oscuro en términos inflacionarios para Argentina.
Precisamente, los precios en las gasolineras y estaciones de servicio aumentaron este miercoles más de un 25% en muchos establecimientos, una progresión al alza que los consumidores ya habían comenzado a notar antes de la victoria del libertario Javier Milei en las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre.
El indicador de precios al consumidor del mes de diciembre, en función del cual se calcula el índice de la inflación, se publicará el próximo 11 de enero.
En los primeros once meses de 2023 la inflación acumuló un alza del 160.9%.
EFE jgv/mf/cpy