Santiago de Chile, (EFE).- La Unión Europea (UE) y Chile firmarán este miércoles en Bruselas la modernización del acuerdo de asociación rubricado en 1996 y en vigor desde 1999, un documento que le convertirá en el instrumento de cooperación comercial y política de esta naturaleza más avanzado y ambicioso firmado con un país de Sudamérica, señalaron hoy a EFE fuentes tanto europeas como del Gobierno chileno.
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El ministro chileno de Asuntos Exteriores, Alberto Van Kleberen, encabezará la ceremonia junto al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, el vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario europeo del Euro y de Diálogo Social, Vladis Dombrovsky, y el ministro español de Exteriores de España, José Manuel Albares, cuyo país ostenta la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Tras meses de arduas y complejas negociaciones en el detalle, el pasado 3 de diciembre el Consejo de la Unión Europea adoptó las Decisiones de firma para la modernización del Acuerdo Comercial entre la Unión Europea y la República de Chile y el Acuerdo Marco Avanzado, al tiempo que solicitó al Parlamento Europeo su consentimiento sobre dichos convenios a fin de que el acuerdo comercial entre en vigor formalmente el próximo año.
Impulso para el comercio
La decisión se adoptó durante la segunda jornada de la XXVII reunión de la Comisión Interparlamentaria europea-chilena, en la que participaron los senadores sudamericanos Isabel Allende, Kenneth Pugh, Jaime Quintana e Iván Flores.
Esto es un impulso para las relaciones UE-Chile, ya que con la renovación de este acuerdo se superan las limitaciones del acuerdo actual para intensificar la cooperación política y profundizar las relaciones comerciales, abriendo nuevas oportunidades para las empresas europeas y chilenas. Según datos proporcionados, se anticipa que las exportaciones europeas a Chile aumenten en cerca de 4.500 millones de euros (unos 4.850 millones de dólares), favoreciendo el acceso a recursos esenciales para la economía verde. Además, por primera vez, la UE firma un capítulo de género y comercio, promoviendo la igualdad de oportunidades y trato justo entre hombres y mujeres, como también se han abordado los actuales desafíos del comercio exterior"
Dijo entonces Allende, jefa de la delegación chilena.
En la misma línea, la vicepresidenta y ministra española de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño subrayó que “el acuerdo comercial UE-Chile contribuirá a mejorar la autonomía estratégica de la UE, reforzando la seguridad del suministro y las oportunidades de exportación de nuestras empresas”.
Acuerdo pionero
El pacto comercial es muy ambicioso y avanzado en sus distintos capítulos. Permitirá reducir las barreras existentes al comercio bilateral de bienes y servicios y un mejor acceso a materias primas y combustibles limpios cruciales para la transición a la economía verde, como el litio, el cobre y el hidrógeno, explicaron a EFE fuentes diplomáticas españolas.
Mejora asimismo el acceso a los mercados de contratación pública, y se tienen en cuenta específicamente las necesidades de las Pequeñas y Medianas Empresas y la protección de la Propiedad Intelectual, incluyendo las Indicaciones Geográficas.
Las mismas fuentes destacan especialmente las disposiciones del capítulo de comercio y desarrollo sostenible del acuerdo, que contienen un elevado nivel de ambición y que cubren aspectos como los estándares laborales, medio ambiente, cambio climático, pesca, Responsabilidad Social Corporativa, así como un capítulo sobre sistemas alimentarios sostenibles.
El acuerdo, además, es uno de los pioneros en la inclusión de disposiciones sobre la igualdad de género, un tema muy relevante tanto para la Unión Europea y España, pero también para Chile. Se reconoce la importancia de incorporar la perspectiva de género en las políticas para conseguir un crecimiento económico inclusivo.
Por otra parte, el Acuerdo Marco Avanzado contiene además cláusulas de naturaleza política y de cooperación, al igual que los compromisos en materia comercial que requieren ratificación por los Estados miembros de la Unión, por ser una competencia compartida con los Estados miembros, como las disposiciones sobre protección de inversiones.
EFE jm/rrt