Análisis técnico: efectos de los aranceles de Trump en la cadena de suministro en el 2025

La imposición de los aranceles por parte de la administración Trump (2017-2021) marcó un antes y un después en la dinámica comercial global.

Aunque la figura de Donald Trump ya no ocupa la presidencia de Estados Unidos, muchas de las políticas arancelarias implementadas durante su mandato siguen vigentes, y algunas continúan repercutiendo profundamente en la cadena de suministro.

Para quienes operan en México y en otros países latinoamericanos, resulta primordial entender las implicaciones de los aranceles de Trump, que en muchos casos se han mantenido o adaptado tras negociaciones con socios comerciales.

Asimismo, se revisarán los impactos en la relocalización de la producción (nearshoring), la adopción de tecnologías de automatización y la búsqueda de resiliencia en las cadenas logísticas de cara a 2025.

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Origen y evolución de los aranceles de Trump

La administración de Donald Trump comenzó a imponer aranceles a China en 2018, argumentando prácticas comerciales desleales y el objetivo de proteger la manufactura estadounidense. Inicialmente, se impusieron aranceles de aproximadamente el 25 % a mercancías chinas valoradas en 34 000 millones de dólares, para luego ampliarse a productos valorados en 200 000 millones de dólares.

Según datos publicados por la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR), esta política incluía múltiples rondas de sanciones comerciales, que se extendieron a sectores como la tecnología, la maquinaria y bienes de consumo.

Si bien hubo algunas negociaciones y acuerdos parciales como el “Phase One Deal” con China en 2020 gran parte de los aranceles se mantuvieron en vigor al término de la administración. Esto significa que, para 2025, el entorno comercial aún está influenciado por un sistema arancelario que comenzó a configurarse en esa época.

Efectos de los aranceles en la competitividad industrial y logística

Los aranceles introdujeron mayores costos para la importación de materias primas y componentes. Consecuentemente, las cadenas de suministro sufrieron alteraciones que afectaron no solo a las empresas estadounidenses, sino también a sus socios en todo el mundo.

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, la volatilidad arancelaria incrementa la incertidumbre en las inversiones, lo que puede repercutir en retrasos en la configuración de nuevos centros de distribución o en la ampliación de los existentes.

• Incremento en los costos de producción: Las empresas que dependían de insumos chinos tuvieron que absorber costos adicionales, trasladándolos, en muchos casos, a los consumidores o a las siguientes fases de la cadena productiva.
• Reducción de márgenes de ganancia: Aun cuando algunas empresas intentaron renegociar contratos o diversificar proveedores, la imposición de aranceles generó un impacto financiero. Según datos de la U.S. Chamber of Commerce, sectores como el automotriz y el tecnológico enfrentaron disminuciones significativas en su margen de utilidad.
• Reconfiguración de rutas logísticas: En un esfuerzo por evitar costos arancelarios, hubo un incremento en la búsqueda de proveedores de otras regiones. Esto llevó, en algunos casos, a rutas más complejas y prolongadas que impactaron tiempos de entrega y costos de transporte.

El panorama latinoamericano

Para México y países de América Latina, los aranceles de Trump, paradójicamente, abrieron algunas oportunidades en materia de nearshoring. Empresas estadounidenses o globales que antes producían en Asia, optaron por relocalizar parte de su producción a países más cercanos a Estados Unidos, para reducir riesgos y costos arancelarios.

• México como principal beneficiario: Gracias al T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), muchas compañías encontraron ventajoso mover su producción a territorio mexicano. Además, la proximidad geográfica y la facilidad de transporte terrestre abrieron oportunidades para la industria manufacturera y automotriz.
• Desafíos de infraestructura: No obstante, en algunos países latinoamericanos, la infraestructura logística y la cadena de suministro interna no estaban preparadas para un aumento abrupto en el volumen de producción y exportación. Este reto incluye carreteras insuficientes, aduanas congestionadas y puertos con capacidades limitadas.
• Desarrollo de clústeres industriales: En ciudades como Monterrey, Guadalajara o Tijuana, los gobiernos locales y la iniciativa privada buscaron consolidar clústeres de manufactura avanzada. Con miras a 2025, se espera que la inversión pública y privada mejore la infraestructura logística en estas zonas, reforzando la tendencia de nearshoring.

Nearshoring vs. Offshoring en 2025

La continua existencia de los aranceles ha alimentado el debate entre nearshoring (trasladar la producción a países cercanos al mercado principal) y offshoring (mantener las operaciones en regiones con mano de obra barata, como Asia).

A partir de 2019, diversos estudios de consultoras como McKinsey y Deloitte resaltaron una tendencia creciente a volver a ubicar plantas productivas en lugares más cercanos o incluso dentro del mismo país (reshoring) con el fin de lograr cadenas de suministro más resilientes.

• Menor dependencia de Asia: Aunque China sigue siendo un importante proveedor global, se observa una desaceleración en la expansión de sus exportaciones hacia Estados Unidos y Europa por la incertidumbre arancelaria.
• Crecimiento de la industria logística en México: Compañías de transporte y logística tanto nacionales como internacionales han incrementado su presencia y oferta de servicios en zonas industriales mexicanas para gestionar la creciente demanda de transporte de mercancías.
• Automatización y digitalización: El nearshoring conlleva inversiones en tecnología de automatización, robótica y sistemas de planificación avanzada. Al reducir costos laborales con tecnologías de punta, las empresas pueden hacer viable la producción cercana, compensando la mano de obra potencialmente más cara que en Asia.

Costos logísticos en aumento

Un informe de la American Transportation Research Institute (ATRI) calcula que el costo de transporte en Estados Unidos, aumentó entre un 5% y un 10% tras la imposición de aranceles, dada la reconfiguración de rutas y la necesidad de almacenamiento adicional en zonas fronterizas.

Para 2025, se proyecta que esos costos se mantengan o crezcan moderadamente, salvo que haya un cambio drástico en la política arancelaria.

Inversión en infraestructura

Gobiernos de países latinoamericanos están emprendiendo planes de infraestructura para mejorar carreteras, puertos y aeropuertos, con el objetivo de captar inversión extranjera.

Estas iniciativas buscan posicionar al país como una alternativa confiable para la manufactura destinada al mercado estadounidense, con la expectativa de que los costos logísticos puedan reducirse progresivamente.

Repercusión en mercados emergentes

Países como Vietnam, Malasia o Indonesia han visto un incremento en sus exportaciones hacia Estados Unidos, tras la guerra comercial con China.

Este fenómeno indica que, incluso si no hay un retorno completo de la producción a América Latina, la diversificación de cadenas de suministro puede seguir en ascenso, favoreciendo a países emergentes que mantengan bajos costos laborales y acuerdos comerciales atractivos.

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Transformación digital y resiliencia en la cadena de suministro

Uno de los grandes cambios que ha propiciado el escenario de volatilidad arancelaria es la adopción acelerada de tecnologías de la información y la digitalización para una mejor trazabilidad, planeación y flexibilidad en las cadenas de suministro.

• Sistemas de gestión de la cadena de suministro (SCM): Plataformas avanzadas permiten monitorear en tiempo real los flujos de inventario, las rutas de transporte y las variaciones de costos. Con la aplicación de Inteligencia Artificial, los responsables de logística pueden simular escenarios arancelarios y responder de manera ágil.
• Blockchain para la trazabilidad: En sectores altamente regulados (farmacéutico, alimentario), la implementación de blockchain ofrece transparencia y reduce los riesgos de incumplimiento arancelario o de reglas de origen.
• Logística 4.0: La automatización de almacenes con robots y vehículos autónomos mejora la eficiencia y disminuye la dependencia de grandes volúmenes de mano de obra, lo cual puede equilibrar los costos de producción pese a los aranceles.

Desafíos políticos y sociales

Aunque este artículo se centra en el aspecto técnico-económico, no se puede obviar el componente político. La continuidad o modificación de los aranceles se vincula a la política interna de EE. UU. y a las tensiones geopolíticas con potencias como China y Rusia.

Cualquier cambio significativo por ejemplo, un acuerdo comercial más amplio o un levantamiento unilateral de aranceles podría modificar drásticamente las proyecciones para 2025.

Además, los impactos sociales, como la reubicación de empleos, el aumento de costos de bienes de consumo y la posibilidad de conflictos diplomáticos, siguen siendo factores clave para entender el futuro de la cadena de suministro. En América Latina, la dependencia de inversiones extranjeras y la necesidad de fomentar la competitividad industrial hacen que este tema tenga un alto nivel de prioridad para los gobiernos locales.

Perspectivas de largo plazo: la cadena de suministro en 2025 y más allá

Mientras avanzamos hacia 2025, la cadena de suministro mundial enfrenta grandes desafíos, pero también oportunidades significativas:

• Consolidación de bloques comerciales: Es probable que haya una intensificación en la formación de bloques comerciales regionales, como la Unión Europea, el T-MEC y otros acuerdos en Asia-Pacífico. Para las empresas B2B, la pertenencia a un bloque confiable puede traducirse en menos barreras arancelarias e incentivos fiscales.
• Sostenibilidad y responsabilidad social: Los consumidores y reguladores piden mayor transparencia y responsabilidad ambiental. Los aranceles medioambientales (o Carbon Border Adjustment Mechanisms, CBAM) pueden sumarse a la lista de costos por considerar.
• Avances en manufactura avanzada: La impresión 3D y la automatización avanzada podrían reducir la necesidad de fabricar ciertos productos en grandes lotes a bajo costo en un solo país. Esto promueve el establecimiento de nodos de producción dispersos geográficamente, cerca de los mercados finales.
• Inestabilidad geopolítica: Cualquier fricción política entre Estados Unidos y países clave para la producción global (China, Vietnam, India) puede agravar el tema arancelario. Es fundamental que las empresas dispongan de planes de contingencia.

Los aranceles de Trump, que se empezaron a aplicar intensamente a partir de 2018, han tenido un impacto duradero en la forma en que las empresas estructuran sus cadenas de suministro.

Para 2025, se prevé que gran parte de estas medidas seguirán influyendo en la distribución de la inversión, los flujos comerciales y la adopción de tecnologías logísticas. México y América Latina, en particular, se han visto beneficiados por oportunidades de nearshoring, aunque persisten retos de infraestructura y competitividad.

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