París, (EFE).- El grupo aeronáutico europeo Airbus mantiene su objetivo más importante para este año, la entrega de 720 aviones, un objetivo que se enfrenta a las persistentes tensiones en las cadenas de aprovisionamiento y que han tenido su reflejo en los pobres resultados del primer trimestre.
Seguimos enfrentándonos a un entorno operativo adverso que incluye en particular tensiones persistentes en la cadena de aprovisionamiento"
Consejero delegado, Guillaume Faury.
En una conferencia telefónica para presentar los resultados financieros a la prensa, Faury insistió en que el centro de sus esfuerzos es aumentar la cadencia de producción para responder a una demanda al alza en la actividad aérea, en particular con el fin de los confinamientos en China.
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En el primer trimestre, Airbus únicamente entregó 127 aviones a sus clientes, una cifra inferior incluso a los 142 del mismo periodo de 2022, año que se cerró con 661 entregas, por debajo de las metas que se había marcado inicialmente y muy lejos del pico histórico de 860 en 2019, antes de la crisis de la covid.
No obstante, el consejero delegado puntualizó que el número de entregas no quiere decir que únicamente se ensamblaron 127 aeronaves en esos tres primeros meses.
Resaltó además que esas cifras "están en línea" con lo planeado y no modifican la perspectiva para 2023 ni los retos para aumentar la cadencia en los siguientes ejercicios.
AUMENTAR LA CADENCIA DE TODOS LOS AVIONES
A ese respecto, recordó que Airbus pretende sacar de sus plantas de ensamblaje 65 aviones al mes de su familia estrella de un pasillo A320 a finales de 2024 (eran 45 en 2022) para subir hasta 75 al mes en 2026.
Eso ocurre, entre otras cosas, por poner en marcha una segunda línea de producción en su factoría china de Tianjin, como anunció la empresa el mes pasado, que se sumará a las que hay en Hamburgo (Alemania), Toulouse (Francia) y Mobile (Estados Unidos).
Por lo que respecta a los pequeños aviones de la familia A220 (100 a 150 plazas), la meta es sacar de las cadenas de producción 14 unidades al mes para mediados de esta década.
En el caso de las aeronaves de doble pasillo, el fabricante quiere producir 4 de la familia A330 al mes en 2024 y 9 de la del A350 a finales de 2025.
En eso no hay cambios. Donde sí los hay es en la versión de carga de este último modelo: el A350F no entrará en servicio hasta 2026, y no a finales de 2025 como se había planificado hasta ahora. El consejero delegado alegó problemas de fabricación del producto y de ejecución del programa.
CAÍDA DEL 62 % EN EL BENEFICIO TRIMESTRAL
En el primer trimestre, los beneficios de Airbus se redujeron un 62% con respecto al mismo periodo de 2022 y se quedaron en 466 millones de euros.
La caída del resultado neto operativo (Ebit) fue todavía más pronunciada, del 73% a 390 millones de euros, y, si se observa de forma detallada en cada división, se ven evoluciones contrastadas.
En la de aviones comerciales, la verdadera caja registradora de Airbus, el Ebit se desplomó un 84% a 197 millones de euros por el bajo nivel de entregas, mientras en la de helicópteros creció un 73 % hasta 156 millones.
En la defensa y espacio también se produjo un serio retroceso del 62% a 36 millones de euros.
Preguntado por qué Airbus no se está beneficiando del aumento de presupuestos para armamento en Europa por la guerra de Ucrania, Faury subrayó que hasta ahora los que están aumentando rápidamente su producción son los fabricantes de munición.
Para los otros grupos de defensa, las consecuencias del incremento del gasto en defensa tardarán años en reflejarse en su actividad, añadió.
EFE ac/atc/jla
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