A medida que pasan los años, el interés por los vehículos eléctricos ha ido aumentando de forma considerable, pues muchos países se han enfocado en impulsar y fortalecer la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Solo en 2022, en México se vendieron 6 mil unidades, aunque se prevé que esta cifra aumente aún más en el futuro.
Así lo detalló Melisa Murialdo, Analista de Datos Estadísticos Región LATAM, en su texto México lidera el ránking latinoamericano de ventas de autos eléctricos.
México, líder en comercialización
De acuerdo a Statista, el porcentaje registrado el año pasado equivale a un 33% más que lo informado en 2021.
Así, México se convirtió en el líder de comercialización en Latinoamérica, seguido por Brasil con 5 mil 100 unidades y Colombia con 2 mil 400.
Para el portal estadístico internacional, el país alcanzará los 18 mil 900 automotores eléctricos en 2026.
Elloe generaría que las ventas en tres años se tripliquen, debido a que la demanda de autos eléctricos en México es la más alta de la región si se compara con otras naciones.
Obstáculos para adquisición de autos sustentables
Sin embargo, pese a que los números son buenos, siguen siendo minoritarios en toda América Latina.
En el caso de los mercados mexicano y chileno, por ejemplo, tanto las unidades eléctricas como híbridas representan menos del 10% del total de las compras particulares, detalló el análisis.
“Algunas de las razones de la baja adopción de esta nueva tecnología en la región tienen que ver con el alto precio de los modelos, en su mayoría importados desde economías de altos ingresos, y el incipiente nivel de desarrollo de la infraestructura de carga”, indica Statista.
En este sentido, la empresa calcula que en México existían alrededor de 3 mil estaciones de carga eléctrica disponibles en 2022.
A escala mundial, hay alrededor de 150 mil estaciones de carga en 75 mil ubicaciones, las cuales se ubican, en su mayoría, en Estados Unidos, Alemania, Holanda, Reino Unido e Italia.
“Paradójicamente, la región contribuye con gran parte de los metales necesarios para la producción de estos automóviles en el mundo, tales como el litio y el cobre", resalta el reporte basado en el panorama latinoamericano.
Al primer semestre del 2023, ya se vendió un 30% más de autos híbridos y eléctricos que el año pasado con junio con mes récord de ventas: 81% más que en 2022.
El panorama en 2023
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), con base en la última información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que en junio de 2023 la venta de vehículos híbridos y eléctricos fue de 6.785 unidades.
La cifra total del sexto mes del año es 81% mayor que lo registrado en el mismo mes de 2022 y representa el 5.6% del total.
De esta forma, entre enero y junio de 2023 se han comercializado en total 30.023 vehículos con este tipo de tecnologías en el mercado interno.
Eso representa un 30% más respecto al año pasado.
Estas son las entidades con mayor demanda.
Entidad | Ventas en el primer semestre de 2023 |
---|---|
Ciudad de México | 7.684 |
Estado de México | 3.830 |
Nuevo León | 3.155 |
Jalisco | 2.685 |
Puebla | 1.244 |
¿Realmente ayudan los vehículos eléctricos al medio ambiente?
Hay opiniones divididas sobre cómo ayudan los autos eléctricos al medioambiente, según Murialdo.
Si bien estos vehículos siempre han sido vendidos como la solución a la polución, algunos estudios indican todo lo contrario.
Según una investigación del Manhattan Institute y la Universidad de Michigan señalan que no contribuyen en su totalidad.
"Según varios estudios que se han realizado, la producción de un vehículo de este tipo implica una mayor huella de carbono, de al menos 35%”, destacó Letskalk Creative Advertising Solutions al medio Sputnik,
El coche debe recorrer 60 mil kilómetros para que, a partir de ellos, podamos decir que ya se niveló con uno de combustión interna, añadió.
Asimismo, hay que recordar que las baterías de litio, que son utilizadas en los autos eléctricos, necesitan del níquel, un elemento químico que se extrae mediante un proceso de excavación.
Eso, finalmente, daña al ecosistema en el que se desarrolla.