El uso adecuado del transporte refrigerado es clave para mantener la carga fresca, de lo contrario, pueden presentarse costos elevados, desperdicio de la carga y descontento de los clientes, de acuerdo con Thermo King.
La compañía añade que al igual que los remolques estacionados y vacíos, una refrigeración o una colocación incorrectas de los alimentos durante el transporte cuestan dinero, por lo que se debe contar con flotas refrigeradas equipadas con sistemas de gestión de la temperatura, que permitan un control adecuado de ésta y así mantengan la calidad de los alimentos y prolonguen su conservación.
Otro elemento adicional que está mejorando la gestión del transporte es la tecnología telemática, la cual permite una supervisión del clima en tiempo real, ayudando a realizar el seguimiento.
El fabricante de sistemas de control de la temperatura para el transporte refrigerado menciona algunas razones que indican la importancia de contar con estas soluciones para cualquier negocio que movilice alimentos perecederos:
- Calidad y conservación de los productos. Las temperaturas estables ayudan a minimizar el deterioro metabólico y microbiano de los alimentos, lo cual permite mantener su calidad y prolongar su conservación.
- Protección total de la carga. Las temperaturas controladas evitan una pérdida total de la carga. Si la temperatura de la carga sale de la gama de temperaturas aceptables durante un largo periodo de tiempo, corre el riesgo de que se deteriore la totalidad de la carga y de que el cliente rechace la entrega.
- Demanda de los clientes. Muchos de los clientes actuales requieren informes que demuestren que se mantuvo un control adecuado de la temperatura de la carga durante el transporte.
- Reducción del impacto medioambiental de las operaciones. Una de las formas más rápidas y efectivas de mitigar la huella medioambiental de la empresa consiste en reducir la cantidad de combustible que consumen las unidades de control de la temperatura para el transporte.
Thermo King retoma el reporte Pérdidas y desperdicios de alimentos en México del Banco Mundial, que señala que 20.4 millones de toneladas de alimentos –entre frutas, verduras y cárnicos- se desperdician al año. Y alrededor del 72% de la pérdida y desperdicio de alimentos se da en los primeros eslabones de la cadena productiva, desde la pre-cosecha hasta su distribución.
Entre los principales generadores de este desperdicio están los transportistas; la razón, en este caso, es la falta de infraestructura en el transporte refrigerado que ayude a prolongar la vida de los alimentos. Esta situación, además de impactar en los ingresos de los productores, afecta la sustentabilidad de los sistemas alimentarios, reduce la disponibilidad local y mundial de los mismos y aumenta los precios para los consumidores.
José Carlos Gómez, Gerente de Ventas de Thermo King México, agrega que otro reto del sector alimentario a nivel nacional está en las regulaciones. Es el caso de la exportación de perecederos al mercado estadounidense, donde apenas el año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) publicó una norma sobre los Programas de verificación de proveedores extranjeros, esto en el marco de la Ley de Modernización de Seguridad Alimentaria (FSMA).
En ésta se dictan las disposiciones técnicas y logísticas que deben cumplir expedidores, cargadores y transportistas para garantizar la seguridad de los alimentos y entre los cuales se incluye la correcta manipulación de la temperatura de la carga. “Y esta legislación no es nada flexible, pues si la empresa no cumple con este requerimiento, la FDA tiene la autoridad de declarar alimentos, plantas e incluso regiones en la lista roja; lo que ocasionaría, incluso, el retiro del producto o de la empresa del mercado”.
Carlos Gómez ejemplifica que cada temporada de cosecha, cada trabajador levanta alrededor de 15 toneladas de producción de fresa, de la cual, casi la mitad es exportada a Estados Unidos, mientras que el resto se destina para el consumo interno; no obstante, desde su transportación hasta la llegada al punto de venta, la cuarta parte de esa producción tiene que desecharse debido a su mala calidad para consumirse.
Además, el crecimiento de la población implica también una mayor demanda de alimentos, por lo que el sector está generando estrategias para atenderla. Datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), revelan que la producción de alimentos en los últimos años, pasó de 162 millones de toneladas a 282 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento de 74%, menciona el experto.
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