La electromovilidad puede ayudar a las organizaciones a ser ambientalmente sustentables o a incrementar esta condición si ya han emprendido esfuerzos para obtener beneficios ecológicos.
Invertir en iniciativas sustentables contribuye a cuidar el planeta y, además, trae a las compañías ahorros y retornos económicos por la preferencia de sus clientes, destacó la compañía de servicios logísticos Mail Boxes Etc.
Consumidores buscan productos comprometidos con el medio ambiente
De acuerdo con una investigación de Accenture, uno de los cambios que trajo la pandemia fue que los consumidores (45%) consideran seriamente los impactos ambientales, y están tomando decisiones sostenibles a la hora de adquirir un producto. Esta tendencia probablemente se mantendrá a futuro.
El compromiso con el medio ambiente no es sólo por parte de los consumidores. Según un artículo de KPMG México, en esta nueva normalidad, los proveedores e inversionistas también están cada vez más interesados en saber qué hacen las empresas en favor de la sociedad y del entorno.
Ante esa realidad, la mayoría de los directores generales saben que deben capitalizar los avances en temas medioambientales.
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Ventajas y retos de la electromovilidad
Ante este escenario, la electromovilidad aparece como una estrategia para alinear las operaciones hacia la sustentabilidad.
No es un impacto menor: según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 34% de los gases de efecto invernadero que se producen en la región proviene de vehículos de combustión interna.
Aunque adoptar la movilidad eléctrica significaría un gran avance en la protección del medio ambiente, al no generar dióxido de carbono o ruido, actualmente sigue siendo una opción poco accesible para la mayoría de las empresas.
Los vehículos eléctricos son más costosos por las materias primas y los procesos de producción de sus baterías. El detalle a considerar es que el costo-beneficio a mediano y largo plazo es mayor: ahorros en gasolina, circulación todos los días, estímulos fiscales y, por supuesto, ser amigables con el planeta.
Impulso a la electromovilidad en México
Desde septiembre del año pasado, la importación de vehículos eléctricos nuevos está exenta de aranceles en México.
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Además, no es necesario pagar tenencia, verificación, ISAN (impuesto sobre automóviles nuevos), IVA ni IEPS (el impuesto a la gasolina que representa casi el 40% del precio final del combustible).
Se espera que en cinco años las camionetas livianas y las pesadas sean más económicas que las que usan gasolina, según un estudio realizado por BloombergNEF.
Sin embargo, según los especialistas logísticos, esperar un lustro para hacerse de unidades eléctricas no es una opción inteligente.
Responsabilidad social
Lo ideal sería que las empresas interesadas en ganar simpatías por el tema ambiental comuniquen desde ahora sus estrategias de responsabilidad social, aprovechando el creciente interés de los consumidores por el cuidado del planeta, con propuestas como los vehículos eléctricos.
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Una alternativa para adoptar este tipo de tácticas y que no implica una gran inversión es optar por los servicios tercerizados que ofrecen flotillas eléctricas para las entregas de última milla.
Sobre todo en estos tiempos pandémicos en que la constante es el cambio, el objetivo de todo negocio es la optimización. Y enfocar estas estrategias a favor del medio ambiente traerá mayores beneficios económicos a la organización.
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