Cuando las personas piensan en la automatización hoy en día, no piensan en la tecnología que potencia o aumenta, sino en la tecnología que desplaza y exacerba los problemas de desigualdad y oportunidad económica en el proceso.
La automatización generalmente no elimina trabajos, sino tareas aburridas, tediosas y repetitivas. Esta tecnología puede aumentar la productividad, impulsar el crecimiento del PIB y mejorar el bienestar de los trabajadores en términos generales, según el estudio “Tech for Good” de McKinsey and Company.
Los líderes empresariales y los encargados de implementar la tecnología tienen que tomarse en serio la tarea de utilizarla de la manera correcta para crear un cambio positivo, en lugar de simplemente aumentar las ganancias a corto plazo. Omar Aquino, director de Ventas de MiR para Latinoamérica, recopiló algunos puntos que sirven como una excelente manera de comenzar.
En automatización, las personas son primero
Las soluciones de automatización que buscan reemplazar a las personas por completo o descargar tareas repetitivas a menudo hacen que los procesos que se supone deben optimizar sean más rígidos. Como resultado, los empleados dedican más tiempo a compensar las limitaciones de las soluciones tecnológicas, que a beneficiarse de su funcionalidad.
Comprometerse a pensar primero en las personas, es un paso necesario para que el uso de nueva tecnología de automatización sea eficiente. Antes de aumentar un proceso o sistema con la automatización, todas las empresas deben preguntarse cómo la introducción de nuevas herramientas ahorrará tiempo a los empleados y les permitirá centrarse con más determinación en las cosas en las que son mejores.
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Los tomadores de decisión deben determinar qué solución usar de acuerdo con su respuesta. Luego, pensar estratégicamente sobre cómo utilizar esa solución para aumentar y optimizar el talento humano, en lugar de reemplazarlo.
Visibilidad de los procesos automatizados
Los flujos de trabajo automatizados que se ejecutan independientemente de las personas se convierten en cajas negras fuera de supervisión. Esto hace que sea mucho más difícil cambiar o adaptarse si es necesario.
La mayoría de los procesos clave no deberían automatizarse de un extremo a otro. Un uso más inteligente de la automatización es usarla como un medio para aumentar la capacidad de los empleados para hacer su trabajo de manera efectiva. Eso significa mantener a las personas informadas.
Los procesos de automatización aumentada que se ejecutan bajo la supervisión de un humano en el ciclo demuestran ser más eficientes, flexibles y adaptables. Esta estrategia puede hacer ajustes al proceso si es necesario, o guiar ciertos pasos.
Mantener a los humanos informados permite la adaptabilidad. Un humano en el ciclo puede mitigar casos extremos y tomar decisiones de juicio cruciales cuando sea necesario, algo que ninguna herramienta de automatización podría hacer de manera confiable.
La automatización tiene el potencial de crear eficiencias reales sin introducir más complejidad. También tiene el potencial real de empoderarnos como seres humanos y mejorar nuestras vidas. Pero solo si lo usamos de la manera correcta.
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