Los líderes empresariales que se enfrentan a los horrores humanitarios de la invasión rusa de Ucrania también tienen que encarar un entorno cada vez más inestable.
Para navegar en éste, deben responder con una acción inmediata mientras preparan a sus organizaciones para la continua inestabilidad que se avecina.
Así lo aseguraron Dunigan O'Keeffe, Karen Harris, Andrew Schwedel y Thomas Devlin, autores del artículo Crisis in Ukraine: Respond and Reposition.
En el texto, publicado por la consultora Bain & Company, los socios de la firma aseguran que cada empresa enfrenta diferentes escenarios y presenta diferentes poderes de adaptabilidad, predicción y resiliencia, pero un conjunto común de principios puede ayudarlos a pasar de responder hoy a reposicionarse para las crisis del mañana.
Importancia de Rusia y Ucrania en el suministro global
Los líderes empresariales se han centrado primero en la tragedia humana, tomando medidas inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de su gente y apoyándose para ayudar en todo lo que pueden.
La guerra también ha creado un alto nivel de incertidumbre en el entorno empresarial global, a pesar de que Rusia, Bielorrusia y Ucrania no son mercados finales globales importantes, según el texto.
Sin embargo, estos países son fuentes críticas de suministro para una variedad de productos básicos globales.
Rusia representa el 25% de las exportaciones mundiales de gas natural. Europa continental depende particularmente de este suministro.
Rusia también es una fuente importante de metales como el níquel y el paladio y fertilizantes como el amoníaco y la potasa.
Mientras tanto, Ucrania es un proveedor global esencial de productos agrícolas, incluidos aceite de girasol, trigo, maíz y cebada.
Los precios de estos productos básicos se han disparado desde la invasión, y aumentan las preocupaciones sobre cuánto durarán las reservas a medida que se agoten las nuevas existencias.
La estrategia de responder y reposicionar
Las empresas que naveguen con éxito esta crisis serán las que actúen de inmediato y al mismo tiempo se preparen ahora para la continua inestabilidad que se avecina, enfatizaron los responsables del artículo.
“El corto plazo exige que las empresas tomen medidas decisivas ("responder"), continuamente recalibradas para la evolución de la situación, con especial atención a los posibles efectos de segundo orden en su negocio”, abundó el texto.
La gestión de crisis a menudo ocurre dentro de silos funcionales, lo que es útil para garantizar una propiedad clara, pero en momentos como estos, los equipos de liderazgo deben trabajar juntos para evitar brechas y garantizar respuestas rápidas y coordinadas.
Destacaron que una empresa es tan resistente como su eslabón más débil.
“En el mediano a largo plazo, las empresas necesitan preparar y fortalecer sus organizaciones para la creciente turbulencia ("reposicionamiento"). Esto comienza con un enfoque en la crisis actual”, añadieron.
“Hemos identificado las áreas clave en las que las empresas deberán responder y reposicionarse, y hemos desarrollado un plan de acción inicial que las empresas pueden implementar”, dijeron.
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En momentos de crisis, "responder" es el primer paso en la adaptabilidad, mientras que los escenarios permiten a las empresas crear predicciones en evolución para guiarlas hacia una mayor resiliencia.
Estrategia para enfrentar la incertidumbre
Las empresas deben tener en cuenta los siguientes principios:
Centrarse en el entorno empresarial
Los contornos generales del conflicto (su gravedad, alcance y duración) darán forma a la naturaleza de la interrupción en el entorno empresarial, pero evite centrarse demasiado en los detalles geopolíticos.
Recuerde que todo está conectado
Los vectores de disrupción están interconectados. Más resultados disruptivos en una dimensión conducirán a resultados más disruptivos en otras.
No construir escenarios en silos
Es vital tener en cuenta las respuestas.
Los impactos en el entorno empresarial desencadenan respuestas de empresas, gobiernos e individuos. Estos pueden amortiguar, amplificar o redirigir el impacto del shock, y las compañías deben tener en cuenta las formas en que esas respuestas cambiarán los resultados previstos.
Mantenga los escenarios en vivo
Quedan muchas "incógnitas desconocidas" sobre cómo se desarrollará la crisis actual. Supervise la situación con cuidado y esté dispuesto a actualizar los escenarios a medida que surjan factores previamente ocultos.
Equilibrar las inversiones de planificación de escenarios en adaptabilidad y resiliencia
Incluso el mejor pronóstico se equivocará; la capacidad de adaptarse rápidamente y recuperarse de los golpes es vital.
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Los últimos años se han vivido una crisis tras otra: guerras comerciales, desastres naturales, pandemias y enfrentamientos geopolíticos.
Aunque Covid-19 ofreció una valiosa lección de agilidad para los equipos de liderazgo, muchos continuaron atrapados en un modo de respuesta reactiva e incluso ahora solo mantienen la cabeza fuera del agua.
Esto sugiere que hay mucho más por hacer en términos de anticipación de posibles crisis, elaboración de planes de respuesta y activación de estos planes de manera oportuna.
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