Ante la llegada del Covid-19, la implementación de sistemas de gestión del transporte (TMS por sus siglas en inglés) se ha convertido en una herramienta central de la arquitectura informática logística de las empresas.
En una era de digitalización y de cambios sociales y de mercado, los sistemas TMS no sólo aseguran la eficiencia, sino también cumplen la función de ejercer como integrador entre los socios involucrados en la cadena de suministro.
El TMS se ocupa de la planificación, ejecución, optimización y control del movimiento de mercancías. De ahí que sean componentes esenciales para tener una visión general del flujo de mercancías y la aplicación de estrategias logísticas integradas.
Así lo consideró Thomas Krebs, CEO de gestión de la cadena de suministro en Miebach Consulting Group.
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Analizando los sistemas de gestión del transporte
El experto de la consultora internacional de la cadena de suministro comentó que la mayoría de los sistemas de gestión de transporte que se utilizan en el mercado cumplen las funciones clásicas:
- Administración de las órdenes de transporte.
- Planificación de rutas y de pedidos.
- Cálculos preliminares y finales.
Un TMS forma la plataforma logística que permite al usuario planificar las necesidades de transporte desde la adquisición, la distribución y la devolución hasta la capacidad de transporte disponible. Y las rutas programadas pueden ser optimizadas y monitoreadas hasta la entrega.
Sin embargo, con vistas a futuras necesidades se deben analizar si las soluciones que se aplican actualmente necesitan ser ampliadas o sustituidas:
Intercambiar información y ponerla a disposición en tiempo real
Krebs detalló que un aspecto fundamental de las necesidades futuras de los TMS es la capacidad para manejar grandes cantidades de datos que surge del avance de la digitalización.
Por un lado, apuntó el especialista, los sistemas de gestión del transporte cumplen el requisito de recoger y transmitir datos de alta calidad.
Esto puede incluir evaluaciones en las esferas del cumplimiento de las fechas de entrega, los tiempos de inactividad y rendimiento, o los costos por metro de carga o kilómetro recorrido.
Dichos sistemas, explicó, deben ser capaces de recibir datos de otros sistemas, interpretarlos y realizar recálculos y postcálculos de manera flexible y rápida.
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El uso de datos actuales también satisface la necesidad del cliente de obtener información coherente, fiable y actualizada sobre el estado de su pedido a lo largo de todo el proceso.
Incluye la entrada y el procesamiento de pedidos en el sistema de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés), el picking, embalaje en un sistema de gestión de almacenes (WMS, por sus siglas en inglés) y la planificación de entregas al cliente en un TMS.
Visibilidad de la cadena de suministro
De acuerdo con información de la consultora internacional, es importante que las empresas utilicen los sistemas de gestión de transporte para proporcionar la mayor visibilidad posible a todos los envíos de la cadena de suministro.
Por tanto, la transparencia ofrece la posibilidad de proporcionar información a los destinatarios de las mercancías o a las propias instalaciones de producción en cualquier momento.
Para lograr esto es esencial el procesamiento directo de los datos mediante la conexión de los sistemas informáticos.
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Las empresas deben impulsar la interacción de diferentes tecnologías para desarrollar una colaboración y una planificación integradora entre las áreas de transporte, almacenaje y producción.
Los cambios en los pedidos, envíos y rutas pueden comunicarse de manera rápida y eficiente, haciendo que la cadena de suministro sea más transparente para todas las partes.
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