Los precios del azúcar dejaron a Ishaq Abdulraheem con pocas opciones: aumentar el costo del pan significaría la caída de las ventas, por lo que la firma nigeriana de panificación decidió recortar su producción a la mitad.
Para decenas de otros panaderos que luchan por mantenerse a flote mientras soportan costos más altos por combustible y harina, los precios estratosféricos del azúcar fueron la gota que derramó el vaso, y cerraron para siempre.
El azúcar es necesario para hacer pan, que es un alimento básico para los 210 millones de personas de Nigeria, y para muchos que están luchando por poner comida en la mesa.
El aumento de los precios del azúcar, un aumento del 55% en dos meses, significa menos panaderos y menos pan.
El azúcar en todo el mundo está operando a los precios más altos desde 2011, detalló un reporte del Foro Económico Mundial.
En el documento, el WEF (por sus siglas en inglés) explicó que el descenso de suministros globales se debió en parte al clima inusualmente seco que dañó las cosechas en India y Tailandia.
Esas naciones son los segundos y terceros exportadores del mundo.
Escasez de alimentos básicos
Este es sólo el último golpe para las naciones en desarrollo que ya enfrentan escasez de alimentos básicos como el arroz.
La prohibición del comercio de alimentos se ha sumado a la inflación de esos productos.
Todo ello contribuye a la inseguridad alimentaria debido a los efectos combinados del fenómeno climático natural El Nino, la guerra en Ucrania y las monedas más débiles.
Las naciones occidentales más adineradas pueden absorber los costos más altos, pero los países más pobres están luchando.
Caída de la producción mundial de azúcar
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) pronostica una disminución del 2% en la producción mundial de azúcar en la temporada 2023-24, en comparación con el año anterior.
La cifra se traduce en una pérdida de unos 3.5 millones de toneladas métricas.
Fabio Palmeri, investigador del mercado mundial de materias primas de la FAO, detalló que el azúcar se está utilizando cada vez más para biocombustibles como el etanol.
Por tanto, las reservas globales de azúcar están en su nivel más bajo desde 2009.
Brasil es el mayor exportador de azúcar, pero su cosecha solo ayudará a tapar brechas más adelante en 2024, especificó el texto.
Hasta entonces, los países dependientes de las importaciones, como la mayoría de los del África subsahariana, siguen siendo vulnerables.
Nigeria, por ejemplo, compra el 98% de su azúcar en bruto de otros países.
Los casos de India y Taliandia
India soportó su agosto más seco en más de un siglo, y los cultivos en el estado occidental de Maharashtra, que representa más de un tercio de su producción de caña de azúcar, se atrofiaron durante la fase de crecimiento.
Es probable que la producción de azúcar de la India disminuya un 8% este año, según la Asociación de Molinos de Azúcar de ese país.
La nación más poblada del mundo es también el mayor consumidor de azúcar y ahora está restringiendo las exportaciones de ese insumo.
En Tailandia, los efectos de El Nino a principios de la temporada de cultivo alteraron no sólo la cantidad sino también la calidad de la cosecha, dijo Naradhip Anantasuk, líder de la Asociación de Planadores de Azúcar de ese país.
Se prevé que sólo 76 millones de toneladas métricas de caña de azúcar sean molidas en la temporada de cosecha de 2024, en comparación con 93 millones de toneladas métricas de este año.
Reservas de azúcar
El mundo tiene ahora menos de 68 días de azúcar en las reservas para satisfacer sus necesidades, en comparación con 106 días cuando comenzaron a disminuir en 2020, según datos del USDA.
Se encuentra en los niveles más bajos desde 2010, dijo Joseph Glauber, investigador senior del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias.
Para algunos países, importar azúcar más cara consume reservas de divisas como dólares y euros que también se necesitan para pagar el petróleo y otros productos básicos cruciales.