El sodio es más de 500 veces más abundante que el litio, que está disponible en unos pocos países.
La batería de iones de sodio se carga más rápido que las variantes de iones de litio y tiene un ciclo de vida tres veces mayor.
Sin embargo, las baterías de iones de sodio carecen de una cadena de suministro de materia prima bien establecida y la tecnología aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo.
Así lo detalló un análisis de GEP, empresa proveedora de software y consultoría de operaciones.
En un escrito comparativos sobre los pros y contras en el uso de las baterías de iones de litio y de sodio, la firma explicó que el mundo se ha volcado sobre la explotación y el uso del primero por las siguientes causas.
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El litio es el elemento más común en la fabricación de baterías
China controla la cadena de suministro global de baterías de iones de litio (79%). También maneja el 61% de la capacidad global de refinación de litio utilizada para el almacenamiento de baterías y automóviles eléctricos.
El próximo gran proveedor es Argentina, que representa el 21% de los depósitos mundiales, lo que le otorga un tremendo poder en la extracción de materias primas y para influir en la cadena de suministro de litio, con 13 proyectos propuestos y docenas más en proceso.
Las baterías de iones de litio están hechas de elementos escasos y costosos como el cobalto.
Los precios del litio han aumentado más de un 700 % desde 2021 en medio de la creciente demanda de baterías.
Éstas tendrían dificultades para satisfacer la creciente demanda de almacenamiento de energía en la red eléctrica, por eso las empresas tecnológicas buscan alternativas para reemplazarlas.
Tecnología de batería de iones de sodio frente a iones de litio
Las baterías de iones de sodio son una alternativa prometedora, destaca el texto.
Ambos tipos de baterías usan un electrolito líquido para almacenar y transferir energía eléctrica, pero difieren en el tipo de iones que usan.
Un examen de los componentes de las baterías de iones de litio (Li-ion) y de iones de sodio (Na-ion) revela que la naturaleza del material del cátodo es la principal diferencia entre las dos.
Debido a que el costo de preparación del cátodo a partir de materias primas es el mismo para ambos tipos de tecnologías de baterías, la principal reducción de costos para las baterías de iones de sodio proviene de las materias primas.
Debido a las múltiples ventajas de las baterías de iones de sodio, los grandes actores de la industria energética están invirtiendo en adquirir y desarrollar esta tecnología.
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Desafíos para las baterías de sodio
A pesar de las ventajas, la fabricación de baterías de iones de sodio debe superar varios retos:
Falta de una cadena de suministro bien establecida para los materiales utilizados en las baterías.
Dado que la tecnología aún está en pañales, muy pocas empresas operan en este segmento, lo que genera un mayor costo de las baterías.
La tecnología para fabricar esa fuente de energía en base a sodio aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo.
Las baterías basadas en iones de sodio tienen limitaciones de flexibilidad, ya que no se pueden convertir en varias formas, como prismáticas, cilíndricas, etcétera.
Estas son menos densas y tienen menos capacidad de almacenamiento en comparación con las baterías de litio.
Las baterías de iones de sodio existentes tienen un ciclo de vida de 5000 veces, significativamente menor que el ciclo de vida de las comerciales de fosfato de hierro y litio, que es de 8 mil a 10 mil veces.
Para que se conviertan en la columna vertebral de la industria del almacenamiento de energía, deben seguir mejorando su rendimiento técnico.