Lego, la empresa danesa fabricante de juguetes más conocida por sus bloques de construcción, busca tener una interacción más sana con el medio ambiente y diseñar procesos de producción sustentable.
Por tanto, se ha dado a la tarea de descubrir cómo reducir el excedente de plástico en la creación de sus famosos bloques para ensambles.
Kirkbi es la compañía principal donde la familia Kirk Kristiansen agrupa su participación mayoritaria en el capital social de la legendaria marca y buscar para este 2021 en al menos un nuevo proyecto de plástico.
Alternativas al plástico
La empresa que supervisa alrededor de 20 mil millones de dólares en activos en nombre de la familia detrás Lego probó el año pasado por primera vez una estrategia similar al comprar una participación en Quantafuel, una empresa noruega que convierte el plástico viejo en energía.
En una entrevista que reprodujo el portal web de la empresa especializada en economía Bloomberg, Thomas Lau Schleicher, director de inversiones de Kirkbi, señaló que los residuos plásticos se convertirán en un área clave para Lego.
Además, la empresa fabricante de juguetes analiza ideas y nuevas tecnologías para producir alternativas al plástico.
Producción sustentable y la lucha contra los residuos plásticos
Kirkbi es presidido por Kjeld Kirk Kristiansen, nieto del fundador de Lego y uno de los hombres más ricos de Dinamarca, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
En años recientes ha cedido más control dentro de la empresa a sus tres hijos, quienes conforman principalmente el fondo familiar Lego. Este cuerpo tiene el compromiso, según han dado a conocer en fechas recientes, de luchar contra los residuos plásticos.
Para esta batalla crearon una cartera denominada Circular Plastic, que busca fortalecer los esfuerzos de economía circular de la empresa, así como diseñar líneas de acción encaminadas a la sustentabilidad de la compañía.
Los esfuerzos de Lego encaminados a un cambio
Por esa razón, en septiembre de 2020 anunciaron una inversión de 400 millones de dólares para transformar por completo su modelo de negocios.
Aunque no existe una conexión real entre las inversiones de Kirkbi y el uso del plástico que hace Lego para construir sus pequeños bloques, tienen esfuerzos conjuntos como la creación de sus ladrillos de plástico usando materiales renovables de origen vegetal, como la caña de azúcar.
En 2015, Lego anunció una inversión de 150 millones de dólares para el uso de materiales sostenibles en sus productos.
Te puede interesar:
Economía circular y reciclaje, centro de la estrategia sustentable de Bonafont
Desde entonces un equipo de más de 150 ingenieros y científicos ha probado diversos materiales reciclados y de origen vegetal.
Como no han encontrado la fórmula exacta para que los ladrillos tengan el mismo color, brillo y sonido que les caracteriza, los esfuerzos continúan, aunque ahora también trabajan para encontrar materiales más sostenibles para empaques.
Otras inversiones en busca de una producción sustentable
Pero no es la única inversión importante de la compañía que fabrica casi 100 mil toneladas de bloques de plástico cada año: también pretenden usar más dinero para energía solar y eólica, área a la que destinaron con anterioridad unos mil 300 millones de dólares.
También lee:
Scania apuesta por energía solar en sus oficinas de Querétaro
La apuesta de Kirkbi es realizar inversiones potenciales en la cadena de valor, como lo hizo con Adapture Renewables, que desarrolla, construye y posee parques de células solares.
Si bien, de entrada no existe una relación clara entre la construcción de parques solares con la fabricación de bloques de juguete, no se descarta que la forma en la que operan las plantas de Lego puedan modificarse a partir de la consolidación de los otros negocios vinculados a Kirkbi.
THE LOGISTICS WORLD