El Parlamento Europeo votó el martes pasado a favor de prohibir en 2035 la venta de vehículos de gasolina y diésel.
Como paso previo, avaló el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2030.
En concreto, la nueva norma aprobada fija, en base a los niveles registrados en 2021, la meta de rebajar en 2030 las emisiones de los autos en un 55%, mientras que, en el caso de las furgonetas, la reducción establecida es del 50%.
Tras este periodo, a partir de 2035, la ley prevé que todos los vehículos que se vendan en la Unión Europea (UE) sean de cero emisiones contaminantes.
Sin embargo, antes de que entre en vigor, el texto tendrá que ser aprobado formalmente por los Estados miembro de la UE, reunidos en el Consejo.
Fabricación de tecnologías limpias
La ley sobre la industria de cero emisiones netas tiene el fin de ampliar la fabricación de tecnologías limpias en la región.
También busca garantizar una unión bien equipada de cara a la transición hacia una energía limpia, detalló un cable de la agencia informativa EFE.
La propuesta apunta a aumentar la resiliencia y la competitividad de la fabricación de tecnologías de cero emisiones netas en la UE.
Entre otras cosas, el nuevo texto también reajusta el porcentaje de ventas de vehículos de bajas o cero emisiones que la UE exige a los fabricantes de coches para que puedan acogerse a incentivos económicos de la Comisión.
Apuesta por los vehículos eléctricos
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, remarcó que el camino hacia el objetivo de emisiones cero para 2035 debe fundamentarse en una apuesta por el vehículo eléctrico, por encima de otras vías alternativas.
La aprobación del Parlamento ya motivo a reacciones de algunos de los jugadores más importantes de la industria automotriz.
Demasiado tarde para los motores de combustión
El CEO de Renault y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, detalló que, pese a los esfuerzos de Alemania por salvar el futuro de los motores de combustión a través de los carburantes sintéticos o e-fuels, posiblemente “ya sea demasiado tarde”.
De Meo piensa que a estas alturas ningún fabricante está desarrollando ya motores de combustión nuevos en Europa.
La propuesta de la Comisión Europea parece complicarse por momentos debido a que Alemania e Italia quieren mantener con vida a la industria del motor de combustión.
Hace unos días Toyota aseguró que en lugar de redoblar esfuerzos en los eléctricos elevará la apuesta en el terreno del hidrógeno.
Por ahora, Alemania (y los países que la apoyan) sigue intentando que la Unión Europea cree una nueva categoría legal de coches de gasolina que puedan funcionar con carburantes sintéticos.
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Italia ha sugerido que se incluyan también los biocarburantes, detalló una publicación del portal Pasión Motor.
Compañías automotrices ya se pusieron plazos
Varias firmas automotrices ya pusieron fecha al fin de la producción de vehículos que no sean eléctricos:
- Jaguar lo hará a partir de 2025
- Renault, Volvo, Ford, Bentley y Rolls-Royce lo harán en 2030
- Mercedes-Benz y BMW quieren lograrlo antes del 2030
Los gobiernos europeos que promueven la prohibición de ventas de autos de combustión aseguran que deben competir contra las potencias que ya centraron esfuerzos en la industria eléctrica.
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Entre ellos, se encuentran China, Estados Unidos e India.
La postura de Alemania
La Comisión Europea anunció que alcanzó un acuerdo para que Alemania levante su veto de última hora a la legislación ya negociada y pactada al respecto.
"Hemos llegado a un acuerdo con Alemania sobre el uso futuro de los electrocombustibles en los coches", anunció en Twitter el vicepresidente ejecutivo de la CE encargado del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans.
El Gobierno alemán presentó una propuesta para "una solución jurídicamente segura" en la discusión en torno al encaje de los combustibles sintéticos.
"La partida continúa"
El ministro de Transportes italiano, Matteo Salvini, insistió en que para él "la partida no ha terminado", en relación con las negociaciones con la CE.
El ministro aseguró que su prioridad es "cuidar el medio ambiente".
Sin embargo, también buscan "proteger miles de puestos de trabajo y empresas, en Italia y Europa, para no entregárselos a China".