El sector de la logística ha experimentado importantes cambios a lo largo de los años en respuesta a las numerosas evoluciones de la demanda de los consumidores.
Durante décadas, la industria logística ha tenido un carácter estacional, con el periodo comprendido entre finales de verano y finales de otoño como la época de mayor actividad para los proveedores.
- Hoy observamos una nueva tendencia, la de los picos múltiples espaciados uniformemente a lo largo del año.
Estamos pasando de un paisaje dominado por una sola montaña a otro con una cadena montañosa expansiva.
Esto supone un cambio con respecto a la situación histórica. En el pasado, la temporada alta se producía una vez al año, lo que representaba un aumento significativo de la actividad comercial y de transporte en torno a las vacaciones de invierno.
Durante este periodo, las empresas de logística tenían que trabajar duro para aumentar los volúmenes de carga, garantizar las entregas a tiempo y optimizar la eficiencia operativa.
Nuevas expectativas de los consumidores
La planificación anticipada, la coordinación eficaz y las estrategias logísticas específicas, eran clave para hacer frente a este pico de demanda sin perder calidad en el servicio.
Pero el mundo ha cambiado rápidamente. Incluso antes de la pandemia, que aceleró aún más estas tendencias, ya estaban surgiendo nuevas pautas en el comportamiento de los consumidores, la globalización, el comercio electrónico y la dinámica de la cadena de suministro.
Los avances tecnológicos y los cambios socioeconómicos han impulsado nuevas expectativas y preferencias de los consumidores; la gente compra y envía de forma diferente a como lo hacía antes de 2020.
Uno de los resultados de todo esto ha sido el aparente fin de nuestra visión tradicional de las temporadas altas, lo que sugiere la necesidad de una importante revisión de la forma en que los proveedores de logística planifican sus años.
Cambio en los hábitos de consumo
El crecimiento sin precedentes del comercio electrónico es uno de los efectos a largo plazo más evidentes de la pandemia en el sector de la logística.
Con opciones limitadas para comprar en las tiendas y empresas de todos los tamaños esforzándose por ofrecer a los consumidores formas fáciles de comprar en línea, no es extraño que el comercio electrónico se disparara durante la pandemia.
Incluso con las opciones de compra en tienda disponibles de nuevo, los datos del FMI muestran que el porcentaje del gasto total que se realiza a través de Internet sigue estando por encima de lo que habría sido sin la crisis en general, y algunos países muestran aumentos proporcionales mucho mayores que otros.
Con este mayor énfasis en el comercio electrónico, es posible que veamos nuevos picos de demanda derivados de diversos factores, como grandes eventos comerciales, rebajas generalizadas o promociones especiales que impulsen la demanda de los consumidores.
Por ejemplo, el Institute for Supply Management calcula que el evento Prime Day de Amazon del 11 y 12 de julio atrajo a unos 150 millones de compradores, lo que creó unos 100.000 empleos temporales en Estados Unidos meses antes de la temporada alta tradicional del año.
Al igual que el resto de las industrias, la logística ha sentido los efectos de estos cambios. Ahora, el reto consiste en adaptarse a ellos con éxito.
Adaptarse a un nuevo paisaje
Si observamos estas tendencias juntas, es fácil ver cómo la idea de una única temporada alta anual podría resultar irrelevante.
El aumento de los incentivos para que los consumidores realicen compras en línea a lo largo del año dará lugar de forma natural a numerosos picos, quizá menos predecibles, en nuevas ocasiones.
Para adaptarse a estos nuevos modelos anuales, las empresas de logística tendrán que centrarse en lo que pueden controlar y encontrar formas de ayudar a los clientes a navegar cómodamente por un mercado incierto y volátil.
Esto hará que la flexibilidad sea fundamental y la tecnología ha aportado muchas herramientas de ayuda.
El Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) y el análisis de datos pueden permitir una mayor eficiencia en la gestión logística, ayudando a las empresas a adaptarse a los nuevos picos de demanda.
Existen ahora herramientas que no solo permiten realizar seguimientos, presupuestos y reservas de forma ágil, sino que también utilizan la IA para predecir los tiempos de envío con mayor precisión.
Con las tendencias generales en los patrones de consumo, el comercio electrónico y la globalización que apuntan a picos en la demanda de servicios logísticos a lo largo del año, podemos estar seguros de que el mundo necesitará cadenas de suministro eficientes más que nunca.
Ahora, es responsabilidad del sector de la logística utilizar las herramientas que nos rodean y estar a la altura del reto para que todo siga funcionando para todos.