De acuerdo con el Banco Mundial, existe una relación directa entre la eficiencia logística y el desarrollo económico y productividad de un país.
El costo de la logística como porcentaje del PIB puede llegar al 25% en algunas economías en desarrollo, en comparación con el 6% al 8% en los países de la OCDE.
Por tanto, una mayor eficiencia logística puede impulsar la competitividad y estimular el crecimiento económico.
Por lo anterior la gestión de la red de suministro se ha vuelto más relevante no solo para dar respuesta de la forma más ágil y rentable posible ante la situación actual, sino también al convertirse en uno de los factores clave para la continuidad y sostenibilidad de cualquier compañía, al ser un valor diferencial, por su impacto en la comunidad y medio ambiente, entre otros.
Los retos y lecciones aprendidas en la logística durante la pandemia es un tema sumamente amplio, por lo que mencionaré únicamente algunos de los grandes desafíos a los que nos hemos enfrentado y ciertos aprendizajes.
Retos
1. Capacidad disponible
La pandemia inicialmente disminuyó el suministro de productos desde Asia, luego se extendió por todo el mundo y provocó una caída de la demanda de productos enviados por transporte marítimo.
Los transportistas marítimos respondieron a esa situación limitando la capacidad, cancelando viajes y disminuyendo los viajes donde se hacen escalas en varios puertos.
La capacidad de carga aérea también se redujo, debido en gran medida a que una parte importante de la carga aérea viaja en los vuelos de pasajeros, muchos de los cuales se cancelaron.
De igual manera la escasez de conductores y las restricciones transfronterizas disminuyeron la capacidad por carretera y generaron grandes retrasos.
Dentro de las múltiples alternativas que se han implementado están las siguientes:
- Cambio de la carga marítima a área, a pesar de que las tarifas son más altas, debido a las fluctuaciones en la demanda.
- Conversión de aviones de pasajeros vacíos en “pasajeros-cargueros”.
- Uso compartido de capacidad disponible entre compañías que han sido competidores.
2. Cambios en el comportamiento del consumidor
El Covid-19 ha impulsado el cambio del consumidor a la compra en línea, además de que debemos considerar su “efecto látigo”.
Esto se puede ver en los aumentos extraordinarios de la demanda de diversos productos: falta de existencias una semana y luego acumulación de inventario a la siguiente.
La pandemia ha creado un caos en la gestión de inventarios.
Dentro de las múltiples alternativas que se han implementado están las siguientes:
- Estrategias de inventario y distribución omnicanal.
- Implementación de herramientas de visibilidad de envíos e inventarios en tiempo real.
- Modelos BOPIS (comprar en línea, recoger en la tienda, por sus siglas en ingles).
- Conversión de tiendas en almacenamiento como centros de distribución y entregas.
- Demand sensing y reducción de los ciclos de planeación (torres de sense and react)
3. Riesgos geográficos
El nuevo coronavirus expuso la fragilidad y vulnerabilidad de las redes de suministro globales. Cabe resaltar que no es el primer evento importante que interrumpe las redes de suministro.
La crisis también ha brindado la oportunidad de reevaluar las ubicaciones a lo largo de toda la red. Varias compañías han comenzado a evaluar cómo acortar sus redes y/o diversificarse mediante la dependencia de socios alternativos (por ejemplo, nearshoring) o esfuerzos para reubicarse.
Lecciones aprendidas que tenemos que considerar
1. El talento hace diferencia
Sin el talento adecuado, la innovación y definición de acciones de mejora se complica, así como la tecnología tiene poco valor, por lo que el tener al talento adecuado es un valor diferencial.
2. Los procesos logísticos como impulsor de crecimiento
Los últimos meses han dejado claro el papel fundamental de las redes de suministro para la sociedad. Esto podría cambiar la imagen en el futuro y aumentar el reconocimiento de los expertos en logística y todas las demás personas que mantienen en marcha la operación diaria.
3. Se requiere innovación y resiliencia
Covid-19 ha demostrado lo rápido que pueden cambiar el comportamiento y los hábitos de los clientes.
Las redes de suministro tuvieron que reorganizarse por completo en muy poco tiempo, por lo que debemos mantener la capacidad de reaccionar de forma ágil y flexible.
Los procesos logísticos deben simplificarse y reinventarse. Los aspectos clave en el futuro son la cooperación y la colaboración.
4. Digitalización y el uso de tecnología es clave
A raíz de Covid-19, muchos procesos tuvieron que digitalizarse. En tiempos de distanciamiento social, es claro cuán obsoleta es la transferencia de información manual o en papel.
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Innovación, tema clave para la eficiencia logística
En conclusión, la innovación, optimización y mejora de la red de suministro es hoy un tema clave para todas las industrias que les permite lidiar con cualquier interrupción o crisis como la que nos enfrentamos.
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Es importante que todos los que estamos inmersos en la gestión de la red de suministro de cualquier compañía tomemos en cuenta las lecciones aprendidas de otras industrias o compañías que nos permitan acelerar las acciones requeridas para alcanzar nuestros objetivos de negocio.
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