La entrega eficiente de mercancías en ciudades emergentes representa uno de los mayores desafíos para la logística urbana. La ausencia de áreas para carga y descarga de mercancías genera ineficiencias operativas, elevando costos logísticos, emisiones de gases de efecto invernadero, congestión, ruido y otras externalidades. Con el propósito de atender estos retos se realizó el programa piloto EZ Parking, gracias a la gestión de la GIZ en México para la cooperación al desarrollo sustentable, en el cual se crearon bahías de carga y descarga en áreas céntricas de Guadalajara y Zapopan, Jalisco, localizadas estratégicamente para dar servicio a cientos de negocios.
Se trata de un proyecto de investigación aplicada enfocado en hacer más eficiente la logística de última milla, dirigido por el Dr. Camilo A. Mora Quiñones, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey (ITESM) y colaborador del MIT LIFT Lab. Los resultados apuntan al desarrollo de una solución innovadora y prometedora que aborda de manera integral los aspectos económicos, ambientales y sociales relacionados con las actividades logísticas de última milla.
En entrevista con TLW© explicó que la investigación ha mostrado evidencia que el uso de zonas exclusivas para carga y descarga no solo reduce el estacionamiento ilegal de vehículos de transporte de mercancías y alivia la congestión vial, sino que también mejora la calidad del aire y disminuye la contaminación auditiva.
El proyecto realizado en Zapopan reveló una disminución del 14% en los niveles de ruido en las áreas intervenidas y una reducción del CO2 en el aire del 3.55% gracias a la puesta en marcha de las zonas de carga y descarga, contribuyendo significativamente a la calidad de vida de los habitantes.
Entre los hallazgos más relevantes, el Dr. Mora Quiñones destacó que el uso de las bahías o zonas de carga y descarga pueden disminuir la distancia de las rutas de distribución de las empresas, implicando ahorros en costos logísticos asociados al tiempo de operación y combustible.
Por ejemplo, una de las empresas participantes en el programa registró una reducción de 43 minutos en promedio por jornada laboral gracias al uso de las zonas de carga y descarga, representando un ahorro del 9% del tiempo total de operación. Este beneficio tiene un impacto directo en la productividad de las empresas que surten mercancías, quienes pueden visitar más clientes al día, mejorando la utilización de sus recursos. Además, gracias al uso de las bahías lograron una reducción del 4% en el factor de intensidad de carbono (carbon intensity factor), mostrando una mejora significativa en la huella ambiental asociada al transporte de carga.
Las zonas de carga y descarga permiten a los conductores de vehículos de transporte de mercancías estacionarse de manera ordenada, eliminando la necesidad de detenerse en doble fila, una práctica que suele obstruir las vías, aumentando la congestión vehicular. Según el Dr. Mora Quiñones, la implementación de estas zonas en Guadalajara mejoró el flujo vehicular en un 7% en promedio, con incrementos de hasta un 14% en las principales avenidas. Estos hallazgos resaltan el papel crucial de las zonas de carga y descarga como una medida para mejorar la movilidad.
Por otra parte, el Dr. Mora Quiñones comentó que, en las áreas de estudio, alrededor del 47% de los vehículos de carga tienen más de 10 años, contaminando más que los modelos más nuevos. De hecho, registró que las camionetas pickups y los automóviles constituyen la mayoría (más del 62%) de los vehículos usados para entregar mercancías, lo que él denomina como “transporte informal de carga”.
Contribuye a la sustentabilidad
Las pruebas piloto incluyeron la implementación de 21 zonas de carga y descarga en Zapopan y 22 en Guadalajara, claramente demarcadas con pintura amarilla y señalización vertical para indicar su uso exclusivo. Además, cada bahía contaba con códigos QR que permitían a los conductores de vehículos de transporte de mercancías registrarse y utilizar los espacios de manera gratuita, a través de la App EZ Parking.
Estas zonas fueron diseñadas para facilitar las operaciones logísticas de los transportistas, quienes realizan visitas regulares a los comercios locales para resurtirlos de mercancías. Estos comercios, predominantemente minoristas, desempeñan un papel fundamental en la economía local, no solo como la principal fuente de ingresos para cientos de miles de familias, sino también como el canal preferido por más de 70 millones de mexicanos para adquirir productos de la canasta básica.
La puesta en marcha de un programa de zonas de carga y descarga representa una solución que puede reducir los costos logísticos y al mismo tiempo mitigar los impactos sociales y ambientales asociados al transporte de mercancías en áreas urbanas altamente congestionadas.
Calidad de vida para todos los stakeholders
Las bahías, como formato de infraestructura logística, soportadas por una aplicación inteligente que permita detectar con anticipación la disponibilidad del espacio demostraron ser factores de mejora logística para las áreas intervenidas, al igual que para sus pobladores, así como para todos los conductores de las empresas de reparto.
Datos de la investigación adelantada por el Dr. Mora Quiñones indican que más del 90% del tiempo, los conductores recorren las áreas donde realizan entregas de última milla a pie y no manejando, a menudo debido al tráfico congestionado y al acceso limitado de vehículos, lo que subraya la importancia de las zonas de carga y descarga.
Destacan los ahorros logísticos
La creación de bahías de carga y descarga tienen el potencial de reducir las distancias que los vehículos de transporte de mercancías recorren en busca de un estacionamiento. Dado que la gran mayoría de estos vehículos dependen de combustibles fósiles, esto implica ahorros directos para las empresas en consumo de combustible y, por consiguiente, la reducción directa de la huella de carbono.
Estos beneficios también incluyen menores costos asociados al mantenimiento de los vehículos, dado que un menor tiempo en circulación y un uso más eficiente de las rutas contribuyen a alargar su vida útil.
En términos de impacto económico, los ahorros logísticos se pueden transferir en la cadena de valor. Al reducirse los costos de entrega, las empresas pueden ofrecer precios más competitivos a los minoristas y, en última instancia, al consumidor final. Este efecto en cascada fortalece la competitividad de los negocios locales y mejora el acceso de la población a bienes y servicios esenciales.
La puesta en marcha de bahías de carga y descarga en ciudades emergentes, complementadas con apps inteligentes, representa una estrategia clave para optimizar la logística urbana. Los resultados obtenidos en Zapopan y Guadalajara evidencian que este tipo de infraestructura no solo mejora la eficiencia operativa de las empresas, sino que también contribuye a la sustentabilidad ambiental y a la calidad de vida de los habitantes.
El éxito del programa EZ Parking subraya la importancia de continuar promoviendo soluciones colaborativas y tecnológicas, donde los actores públicos, privados, no gubernamentales y académicos unan esfuerzos para enfrentar los desafíos de la movilidad urbana de manera integral y sostenible.
También te puede interesar: Conoce este método para fortalecer las cadenas de suministro