Panamá trabaja en un programa de integración fronteriza con Costa Rica con una inversión de 60 millones de dólares a fin de modernizar la estructura logística y de transporte mediante la modernización de la infraestructura, el equipamiento y los controles en los pasos fronterizos ubicados en Paso Canoas, Guabito y Río Sereno, entre los dos países.
Estos pasos fronterizos están ubicados a lo largo de los 378 kilómetros que conforman la línea frontera entre Panamá y Costa Rica, desde la costa pacífica hasta la atlántica, destacó José Gómez Núñez, Director de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) de Panamá, quien presentó en una sesión ordinaria del Gabinete Logístico del Gobierno panameño los avances de este proyecto en la zona fronteriza, considerada vital para el movimiento de mercancías en la región.
Explicó que el Paso Canoas es el más importante en actividad, ya que a la fecha cuenta alrededor de 956 mil toneladas de carga movilizadas en 2014. Mientras que Guabito es relevante por la actividad bananera y punto de acceso del turismo hacia la provincia panameña de Bocas del Toro. Y Río Sereno es estratégico para la actividad económica local, sin significativos movimientos de mercancías.
Destacó que a pesar de que Panamá cuenta con puertos de clase mundial, la Zona Libre de Colón, importantes zonas logísticas y el Aeropuerto Internacional de Tocumen consolidado como hub regional, "carece de eficientes estructuras en sus zonas de fronteras", situación que "causa graves deficiencias que provocan altos tiempos de espera y costos a los usuarios".
"Nuestro país enfrenta una serie de condiciones que le impiden aprovechar todo su potencial logístico en esas zonas con escasas y deficientes infraestructuras y equipamientos", y "tampoco existe una coordinación interinstitucional eficiente que facilite el comercio, la fiscalización nacional y la coordinación binacional para el control de usuarios y mercancías", remarcó el funcionario panameño.
"Las instalaciones no responden a las necesidades para ejercer de forma ordenada los controles e implementar medidas de facilitación del comercio, y las áreas aduaneras están invadidas por actividades comerciales y personas ajenas a los procesos, causando riesgos en la seguridad, ineficiencias operativas y bajos niveles de satisfacción de los usuarios", señaló.
Ante este panorama, señaló que el proyecto cuenta con la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en coordinación con los países de la región trabaja en el diseño e implementación de un modelo de Gestión Coordinada de Fronteras (GFC), con los parámetros internacionales y buenas prácticas sobre gestión y operación de fronteras.
Gómez Núñez recordó que en 2014 se ratificó un acuerdo para modernizar los pasos de frontera mediante centros de control integrado y sistemas de facilitación comercial basados en la GFC con apoyo técnico del BID.
Fuente: PanamáAmérica.