Las exportaciones de América Latina y el Caribe caerán 6% en 2016, aproximadamente 50 mil millones de dólares, lo que muestra una desaceleración en comparación con la fuerte contracción de 15% del 2015, informó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un comunicado de prensa.
De acuerdo con el informe anual Estimaciones de las Tendencias Comerciales de América Latina y el Caribe, el monto total exportado en 2016 se aproximaría a los 850 mil millones de dólares, y la mejora relativa de la estimación se debe principalmente al repunte de los precios de los productos básicos. Y que el débil crecimiento de los volúmenes exportados fue insuficiente para promover una mejora del desempeño comercial de la región que acumula así el cuarto año de contracción consecutiva.
El banco informó que la contracción comercial refleja principalmente la caída de las exportaciones hacia Estados Unidos (5%) y la propia región (11%), que explican tres cuartos de la caída y, en menor medida, la baja de las exportaciones hacia China (5%), el resto de Asia y la Unión Europea (4% cada uno).
“Una aceleración de la demanda de Estados Unidos y de China podría sostener las exportaciones de la región, pero el resurgimiento de políticas comerciales proteccionistas podría afectar el pronóstico”, afirmó Paolo Giordano, Coordinador del Estudio del BID.
En el comunicado se indicó que el deterioro de los precios de los productos básicos continuó siendo el factor principal del desempeño exportador de la región. A pesar de que las cotizaciones de los productos básicos aumentaron levemente en el presente año y exhiben signos de estabilización, siguen por debajo de los niveles previos al derrumbe de finales de 2014, con excepción del azúcar y el oro.
El informe anual mostró que la caída de las exportaciones se desaceleró marcadamente en América del Sur mientras que en México y algunos países de Centroamérica y en el Caribe, se mantuvo sustancialmente estable. La menor contracción regional se originó exclusivamente en el desempeño de las exportaciones sudamericanas, beneficiadas por la estabilización de los precios.
En contraste, tanto en esta subregión, como en Mesoamérica, la contracción de la demanda intrarregional, y de Estados Unidos en el caso de México, impidió que las exportaciones de manufacturas impulsaran una recuperación más firme.
Las perspectivas comerciales de reversión de la tendencia contractiva en el 2017 están asociadas con una continuación de la mejora en las cotizaciones de los precios de los productos básicos, así como con una recuperación del comercio intrarregional.
Los países que han registrado depreciaciones de su tipo de cambio real podrían aprovechar el aumento de su competitividad-precio para estimular sus exportaciones manufactureras y aumentar la diversificación comercial, señaló el BID.