Yamel Cado, Líder de Comercio Exterior e Impuestos Indirectos, de PwC México, afirmó que en este momento las compañías están más pendientes del nuevo rumbo que tomará México durante el próximo sexenio. “El T-MEC ha sido anunciado, pero falta su aprobación en los congresos de los tres países, por lo que pensamos que muchos líderes de negocio comenzarán a centrarse en el contenido del nuevo acuerdo una vez haya sido ratificado por los legisladores”.
En tanto, mencionó que las principales medidas en el T-MEC -como considera nombrar al nuevo acuerdo el nuevo presidente del país- están el aumento del contenido regional, el cual tiene un impacto significativo en sectores clave de la economía mexicana -como el automotriz, donde pasa del 62.5% al 75%-, así como otros aspectos relativos a los salarios, el medio ambiente o el combate a la corrupción.
Otro dato relevante del informe es que la mayoría de los encuestados se encuentran preocupados por las llamadas reglas de origen y certificación (62%), le sigue la suma de nuevos capítulos (22%) y los cambios en los procesos de auditoría (12%). No obstante, a pesar de la preocupación por el contenido regional, el 43% de los encuestados asegura estar preparado para aplicar y acatar las nuevas disposiciones. Casi el mismo porcentaje de compañías (44%) declara estar en preparación para dicha adopción.
“En tanto, el 60% de los participantes valora positivamente la adición de un capítulo referente al combate de la corrupción y cree que ayudará la forma de hacer negocios en su sector. No obstante, un 12% opina lo contrario. Respecto a la propiedad intelectual, sólo 31% de los líderes mexicanos confirma que este cambio beneficiará a su sector y 4% que lo perjudicará. En cuanto a los temas medioambientales, más de la mitad de los encuestados (53%) asegura estar en sintonía con lo pactado”.
No obstante, la mayoría de las compañías (58%) no considera que las nuevas disposiciones generen mayores cargas administrativas, aunque el 1% cree que, incluso, estas podrían reducirse. Los principales encargados de evaluar y gestionar las medidas en las organizaciones serán, mayoritariamente, las áreas de comercio exterior y finanzas (16% en ambos casos), seguidas de legal (14%) e impuestos (13%). Sólo 12% piensa que este asunto debería involucrar a la dirección general.