Vislumbrar el panorama de las compras para corto y mediano plazo puede hacerse desde y hacia varias direcciones, con una mentalidad operativa o estratégica. De esta forma puede considerarse una perspectiva tecnológica, humana, empresarial o mercadológica.
Con base en diferentes investigaciones realizadas por la Asociación de Profesionales en Compras, Abastecimiento y Logística (APROCAL) en los últimos 10 años y de acuerdo con la interacción continua con los agremiados, presentaremos un panorama de lo que se espera en el mundo de las compras para este año y los próximos dos o tres, con una perspectiva fundamentalmente estratégica, considerando aspectos empresariales y humanos principalmente.
¿La función de compras piensa estratégicamente?
Dentro de este contexto vale plantear una escala de “madurez estratégica” del funcionamiento de los departamentos de compras/abastecimiento.
El primer nivel corresponde generalmente a PYMES, empresas familiares no institucionalizadas en las que el dueño-director es quien compra. El segundo escaño se refiere a las empresas que ya cuentan formalmente con la función de compras, pero completamente enfocado a la parte transaccional: comprar lo que se solicita, sin saber por qué o para qué.
En el tercer nivel la función de compras empieza a pensar y actuar estratégicamente: ya existe la conciencia de que se trabaja para satisfacer las necesidades de un usuario.
En el último nivel, se alcanza la plena madurez estratégica cuando la función de compras actúa para contribuir a los objetivos estratégicos de la empresa o institución y se trabaja de manera colaborativa con el resto de la organización.
En contraste, las empresas más pequeñas muestran menores niveles de mentalidad estratégica.
El panorama para el futuro mediato es avanzar en la madurez estratégica, especialmente en cuanto a las empresas medianas que buscarán incrementar su competitividad a través de la generación de valor en sus áreas de compras, y esto implica mejorar las competencias y la tecnología utilizada, pero sobre todo, una mentalidad que lleve a visualizar de manera integral a toda la empresa o institución dentro de su cadena de abastecimiento y, más aún, dentro de sus cadenas de valor.
Distribución de responsabilidades
De acuerdo con las opiniones de una muestra de empresa afiliadas a APROCAL, las competencias requeridas para lograr lo anterior, según varios niveles de responsabilidad, se enfocan en varios niveles de la compañía como son: comprador junior, comprador senior y comprador estratégico.
Para cada uno de estos aspectos, se requieren diversas competencias como: capacidad de análisis, orientación a resultados, visión amplia, capacidad de negociación y actitud de servicio.
En este sentido, la tendencia clara es hacia la separación de la parte transaccional de las compras (generalmente responsabilidad de compradores “asistentes” o “junior”), de la parte estratégica; la primera puede llegar a automatizarse o bien delegarse a usuarios y proveedores puesto que se refiere esencialmente a la colocación de órdenes de compra y seguimiento directamente relacionado. En cambio, la segunda es lo que más valor genera para la empresa. Aquí es cuando se elige y evalúa al proveedor, se negocia y establecen las “reglas del juego” para la actividad del abastecimiento dentro de la organización.
Es de resaltar que cada una de estas responsabilidades requiere de diferentes roles para el comprador, mismos que pueden ejemplificarse de la siguiente forma:
En resumen, se espera que el número de compradores “operativos” se reduzca, mientras que el número de estratégicos crezca, lo cual requiere del desarrollo o fortalecimiento inmediato de ciertas competencias, tal como se mencionó anteriormente.
El contexto de las compras en el corto.mediano plazo
Es importante vislumbrar el panorama de las compras en el contexto del país en el sentido amplio, especialmente en lo referente a la situación económica, pero también considerando variables sociales, políticas, fiscales, legales y tecnológicas.
En términos más amplios, posiblemente la mayor interrogante para la función de compras, dentro de este contexto, es si este 2013 y los años subsecuentes representarán un “mercado de compradores” o un “mercado de vendedores” para lo que cada quien compra.
Dicho de otra manera, ¿la oferta será mayor que la demanda o viceversa, en lo que la empresa compra? Las implicaciones son evidentemente muy significativas para el comprador: en aquellos casos en que lo que la demanda supera a la oferta, no se tiene poder de negociación, los proveedores establecerán sus condiciones. En cambio, en los casos en que la demanda supera a la oferta, es el comprador quien tiene el poder de negociación.
Evidentemente existen otras variables tales como el número y tamaño de proveedores y de clientes, pero el punto es que para una adecuada negociación, es esencial estimar el poder que cada quien tiene.
Para todo este año lo que puede esperarse es en general continuación del 2012, es decir, un crecimiento moderado de la economía, relativa estabilidad en el tipo de cambio y tasa de interés, con un razonable control de la inflación. Para los siguientes años habrá que esperar a ver cuál es la velocidad de recuperación de la zona Euro, cuál es la efectividad de las medidas de Estados Unidos para evitar el famoso “abismo fiscal” y cuál será el desempeño de China, además del rumbo que pueda tomar el mercado interno en México.
En conclusión, no puede dejar de enfatizarse la necesidad de manejar más estratégicamente las compras, buscar creativamente nuevas maneras para generar valor, contribuyendo más directamente a los grandes objetivos de las empresas y monitorear más estrechamente el entorno empresarial en el que se desenvuelve la empresa.
*Secretario de la Mesa Directiva de APROCAL.