Cultura y estrategia corporativa
Contar con una cadena de suministro efectiva que dé respuesta inmediata en momentos de contingencia o desastres naturales es una tarea difícil y más cuando la ayuda se pierde en el camino. Para Kathy Fulton, Directora Ejecutiva de ALANAid, después de los desastres, el riesgo es mayor cuando no hay una logística efectiva para que el manejo de los productos se dé de manera veloz y para lleguen realmente a la gente que los necesita.
En ese sentido, indicó que las empresas no tienen una cultura de reacción para actuar rápido frente a los desastres naturales, ni tampoco existen programas educativos acordes con las necesidades de cada comunidad o país.
Al respecto, Jesús García, Director de Operaciones de Estafeta, refirió que frente a la coyuntura es determinante cómo corporativo hacer una evaluación rápida del personal más cercano y, posteriormente, identificar las zonas de riesgo y llegar con rapidez y precisión al lugar.
La colaboración externa y la continuidad, explicó, son clave durante y después de la contingencia. No obstante, también señaló que la desinformación juega un papel importante en contra de la logística humanitaria.
“Muchos de los recursos captados se centraron sólo en ciertas zonas, hubo exceso de ayuda, mientras otras zonas quedaron descobijadas, hay que dar tiempo a planear para potencializar el resultados. Que la gente que sabe de logística nos den el tiempo y la oportunidad para determinar hacia dónde nos dirigimos y no duplicar esfuerzos”, expresó.
Específicamente sobre el sismo del 19 de septiembre pasado, registrado en la Ciudad de México, Eugenio Riveroll, Director General de SinTráfico, destacó la falta de liderazgo para hacer la distribución de los víveres, lo cual provocó ayuda sobrada en ciertas zonas, falta de planeación y coordinación.
El ejecutivo consideró que hubo improvisación y coordinación en las tareas posteriores al evento sísmico, no obstante, aseguró que mediante la tecnología las labores de logística, en cuestiones de transporte, se vieron beneficiadas y se pudieron reducir tiempos de atención.
Por su parte, Aileen Habia, Directora de Emergencias del Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales (CADENA) —asociación civil sin fines de lucro— coincidió en la necesidad de contar con un liderazgo para el manejo de los recursos, así como con la coordinación de equipos de rescate con organismos.
Las alianzas, especificó, son un elemento clave para reaccionar y prever con cada empresa para lograr el fortalecimiento de los eslabones de la cadena. Sin embargo, dijo que la creación de un programa voluntariado por empresa también es factor determinante para la reacción en cadena.
Recomendaciones
Para dar una mejor respuesta en la logística humanitaria, Jesús García aconsejó hacer un análisis de la mercancía o productos que realmente se pueden movilizar; además de descentralizar la información, propuso crear organismos que regulen y coordinen la ayuda recabada junto con las empresas logísticas.
Mientras que Eugenio Riveroll, recomendó implementar soluciones inteligentes de movilidad con plataformas como el big data y analytics. Es fundamental “el desarrollo de una plataforma centralizada de datos para la actualización y visibilidad en tiempo real. Después del sismo de la Ciudad de México se creó una red de voluntarios que permitieron el levantamiento de datos y una visibilidad de inventarios. Los datos se deben utilizar para la toma de decisiones”, consideró.
Algunos de los aprendizajes que compartió Riveroll son: definir protocolos para saber actuar; contar con información para la toma de decisiones oportuna; y la adopción de sistemas tecnológicos para la toma de decisiones.
“El dato en sí mismo no ayuda, hay que saber conectar y transmitir, entender cuáles son las relaciones con las que queremos ayudar. El rol de la logística marcó la diferencia”, puntualizó.
Finalmente, Kathy Fulton, instó a la comunidad logística a estar preparada para generar las sinergias y tener información confiable de dónde se hará la distribución. “La información es clave y las relaciones para construir programas, definir las prioridades en las emergencias… los sistemas tecnológicos hacen la diferencia, pero el dato por el dato no debe ser el fin”, expresó.