Para César Buenrostro, Socio de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México, con el reciente acuerdo de entendimiento entre México y Estados Unidos en la renegociación del TLCAN, los negocios deben considerar el acceso a mercados, pues se mantiene el comercio sin aranceles y el beneficio del Derecho de trámite aduanero, asociado a aumentar la transparencia en temas de permisos y licencias de importación.
Añade que conforme al organismo United States Trade Representative (USTR), algunas de las principales incorporaciones al acuerdo bilateral que deben considerar los negocios con actividad comercial con el vecino del norte son la Sunset clause, que indica que el acuerdo tendría una vigencia de 16 años y a partir del sexto año se evaluarían los resultados; en caso de coincidir, se extendería la vigencia por otros 16 años.
Así como la solución de controversias, con la que se logran acuerdos en los capítulos 11 y 20, sin embargo, el capítulo 19, relacionado con solución de controversias en materia de antidumping y cuotas compensatorias, está pendiente de ser evaluado con Canadá, comparte el representante de KPMG en México.
Las reglas de origen de automóviles, con las que se incrementa gradualmente el valor de contenido regional del 62.5% al 75%, contemplando que el 40% del valor de vehículo se fabrique en países con salario por hora superior a 16 dólares y que el 70% del acero y aluminio será originario de la región de América del Norte. O las reglas de origen de autopartes, pues se aumenta gradualmente el valor de contenido regional al 65%, 70% y 75% dependiendo del tipo de autoparte.
También el tema de la agricultura, en donde se elimina la cláusula de temporalidad por lo que no habrá restricciones de exportaciones de México a Estados Unidos por estacionalidad y se incorporan disposiciones sobre biotecnología agrícola, indica Buenrostro.
El de la propiedad intelectual, con lo que se modernizan y robustecen las disposiciones y medidas de protección de propiedad intelectual, patentes, marcas o productos farmacéuticos, entre otros. Y el comercio digital, se amplía el monto de importación libre de impuestos a 100 dólares, se otorgará protección a consumidores que realicen compras por internet y no se cobrarán impuestos al comercio exterior a productos digitales como e-books, videos, música, software, entre otros.
Buenrostro menciona que el acuerdo bilateral contempla disposiciones que anteriormente no estaban vislumbradas para actualizar y compaginar la realidad del comercio exterior y de los negocios con los textos regulatorios, asimismo, establece estándares que promuevan el intercambio de información y la cooperación entre países, robusteciendo la protección de derechos de autor y mayor seguridad para los inversionistas y empresarios, sin embargo, también plantea retos.
“Aun cuando el acuerdo bilateral de entendimiento entre México y Estados Unidos contribuye para disminuir la incertidumbre que prevaleció por casi un año referente a la sobrevivencia del Tratado de Libre Comercio del Norte, es importante conservar el carácter trilateral del tratado dada la estrecha interrelación e interdependencia de las cadenas productivas de los tres países, aunado a que Canadá aporta casi el 10% del total de la inversión extranjera en México.
“Después de un año de negociaciones, son varios los sectores productivos del país los sujetos a las modificaciones del TLCAN actual, quienes deben estar conscientes en tomar medida de los posibles impactos como podrían ser los cambios a las reglas de origen -automotriz y autopartes-, disposiciones de productos agrícolas, mecanismos de solución de controversias, comercio digital, propiedad intelectual, entre otros”, sugiere el especialista en aduanas.