Añadió que los ejecutivos de la industria automotriz en México, tanto armadoras como proveedores de autopartes, priorizan los riesgos empezando por las interrupciones en la cadena de suministro (72%); fallas en equipos operativos (72%); desastres naturales (42%); incendios (24%); y huelgas (20%), según resultados de las encuestas que la empresa realizó.
Vega indicó que detener la cadena suministro conlleva fuertes penalizaciones en la industria automotriz, por lo que estar en control de los motivos que puedan detenerla es un tema clave para las empresas. “Los empresarios mencionan riesgos a considerar como ausentismo, ciberataques, falta de capacitación, rotación de personal, alteraciones en las vías de comunicación, entre muchos otros que llevan a la interrupción de la operación”.
Aunque dijo que las compañías no pueden eliminar los riesgos en su totalidad, sí pueden tener planes de contingencia y estar preparadas para reaccionar de la mejor forma y con las menores pérdidas posibles. Pues los desastres naturales ocasionados por el cambio climático o factores geopolíticos como la revisión del TLC afectan fuertemente a la industria en Latinoamérica; o ciberataques como el Ransomware, son algunos de los muchos riesgos que llevan a tomar medidas para conservar eficiencia y competitividad en los mercados.
Destacó que las cadenas en la industria, cada vez más largas y complejas, requieren de una mayor gestión a cada paso de los procesos. Las empresas deben, sin duda, tener planes de contingencia actualizados con una directriz clara entre las plantas y los corporativos que deje bien clara la situación y rol de cada uno de ellos durante una emergencia ya sea de tipo ambiental, política, socioeconómica o por falla en alguno de los muchos procesos de la misma cadena.
Uno de los pasos fundamentales que las empresas automotrices siguen y que incluyen planes de contingencia es el cumplimiento de estándares y regulaciones como son el ISO / 9001 estándar internacional para calidad de administración de los sistemas; el IATF 16949, que es la especificación para la gestión de los sistemas de calidad en la industria automotriz; y la MMOG / LE para el desarrollo de un sistema de gestión de la cadena que contenga mejoras continuas.
En este sentido, las versiones cuatro y cinco de MMOG / LE incluyen fuertes revisiones de controles y planeación contra riesgos que deben existir en las empresas. Actualmente, en promedio, el 48% de las empresas automotrices dicen no haber terminado su transición a IATF 16949 lo que las coloca en clasificaciones B o C en MMOG / LE, comentó Javier Núñez, Director de Ventas para Latinoamérica en QAD.
Entonces, ¿cómo lograr una mentalidad de prevención de riesgo? De acuerdo con los expertos de QAD, la respuesta es relativamente simple y no difiere mucho de organización a organización: Adoptar una mentalidad de prevención, de acuerdo a los lineamientos ISO / 9001:2015 requiere de comunicación, trabajo en equipo y disciplina entre las áreas de la organización. Para ello se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
a. Determinar los factores que pudieran alejar los procesos y el sistema de gestión de calidad de los resultados esperados.
b. Poner en marcha controles preventivos para minimizar los efectos.
c. Aprovechar al máximo las oportunidades de mejora.
Y para llegar a este estado es fundamental que las organizaciones sigan pasos específicos:
1. Definir los riesgos.
2. Priorizar.
3. Tener planes de acción actualizados y disponibles.
4. Hacer entrenamientos, pruebas y sesiones de validación de las soluciones y forma de prevenir o en su defecto enfrentar los riesgos.
5. Tener monitores continuos y enfoque en la prevención.
“El compromiso debe existir en todas las áreas de la empresa, desde la dirección hasta los obreros en las plantas deben tener acceso a los planes de contingencia y deben cubrirse todos los posibles requerimientos incluidos en los pasos para mitigar los efectos de los riesgos”.
Lo que mantiene a las compañías fuertes en su posición ante sus clientes y proveedores es la calidad de sus productos y sus procesos. La satisfacción del cliente es el resultado de la totalidad de los procesos ejecutados adecuadamente y que hace a las empresas eficientes.
“En el ambiente de negocio, el término riesgo ciertamente se ha convertido en una palabra que puede tener cientos de implicaciones negativas. Es un hecho que las empresas que no le pongan la debida atención a la gestión de riesgos está en peligro sufrir grandes pérdidas e incluso de quedar fuera del negocio”, manifestó el ejecutivo.