Para que la estrategia de reducción de costos en las empresas se materialice y sea sustentable, es necesario analizar ciertos elementos clave, así como ejecutar con cierta frecuencia los siguientes tres pasos: diagnóstico de gastos y costos; implementación de la estrategia y monitoreo de la estrategia, concluyó la encuesta Perspectivas de la Alta Dirección en México 2014, KPMG en México.
Respecto al diagnóstico de gastos y costos, el reporte detalló que resulta fundamental conocer el origen, la materialidad y la contribución marginal de costos y gastos de la compañía, pues tomar decisiones sobre su reducción obviando lo anterior, podría traer consigo diversas consecuencias, entre ellas: merma en la calidad de un producto, pérdida de mercado, deficiencias en el desempeño y falta de productividad.
En cuanto a la implementación de la estrategia, la consultora definió el concepto como acciones específicas orientadas a hacer más eficientes y productivos los procesos y sistemas que los soportan dentro de la organización. “al implantar una estrategia es importante tener en cuenta un elemento clave para ello es llevar cabo su priorización en función al beneficio y al impacto de tiempo y esfuerzo que conlleva cada una de ellas. Con ello, obtendremos un plan de trabajo en el que se traduzca nuestra estrategia de manera ordenada con tiempos y responsables claramente definidos”, detalló la encuesta.
Finalmente el monitoreo de la estrategia se refiere a la medición de la efectividad de la estrategia, a fin de corregir cualquier desviación en el camino en el momento preciso, o bien, simplemente ratificar que vamos en la dirección adecuada. Para ello es clave contar con herramientas que permitirán monitorear, controlar y validar los resultados conforme a lo esperado, con la integración de ciertos elementos como: el presupuesto, un modelo de asignación de costos y gastos a productos e indicadores de desempeño.
La mayoría de las empresas que formaron parte de este estudio cuentan con una estrategia formal de reducción de costos (72%), pero al comparar los resultados de aquellas que han logrado el efecto esperado con respecto a las estadísticas de años anteriores, se observa una tendencia a la baja, de 2012 a la fecha, reduciéndose la cantidad de compañías que lo han logrado en un 10%.
“La clave para reducir costos en las organizaciones está en replicar dichos pasos con frecuencia, y así crear un círculo virtuoso emulando el concepto de mejora continua, ya que la amenaza de la obsolescencia es constante ante el entorno cambiante y dinámico al que se está expuesto constantemente en la comunidad empresarial”, indicó KPMG.